La movilización del 20 de diciembre, convocada por la Unidad Piquetera y a la que adhirieron más de cien organizaciones, fue la primera respuesta coordinada al ataque hacia los trabajadores y estudiantes que supone la devaluación, los tarifazos, los despidos, el ajuste a las provincias y la reforma laboral con el cual Milei pretende moldear un país a medida de las patronales. La movilización, a tan solo diez días de la asunción del gobierno, le dio un golpe a la tentativa represiva que supone el protocolo de Bullrich e infundió en el movimiento popular confianza para manifestar en los cacerolazos en todos los barrios. En Morón, el debate sobre el 20D y los hechos atravesaron a los centros de estudiantes terciarios del distrito y permitió echar luz sobre la estrategia con la cual intervinieron las distintas corrientes.

El Ceag, único centro de Morón que adhirió a la movilización en asamblea

El lunes 18 se dio una asamblea en la cual se debatieron distintas posiciones respecto a la acción del 20D. La agrupación La Clave (UJS e independientes), vocalía de la Com. Directiva, caracterizó que se trataba de una primera acción en la que era necesario estar dado que la ofensiva de Milei afecta directamente nuestra posibilidad de cursar el año que viene. Esto, en función de colocar al Ceag en el camino de las luchas que inevitablemente se profundizarán al calor de la crisis y el ajuste. Defendimos entonces junto con otrxs compañerxs independientes la convocatoria unificada hecha por numerosos sindicatos, organizaciones políticas y de DD.HH. y mocionamos que el centro de estudiantes debía pronunciarse a favor y participar.

La Resonante (Cepa e independientes), conducción del centro, consideró que dar una respuesta era necesario pero que ante todo debía expresarse en una acción territorial y “representativa”, es decir descentralizada de la convocatoria a Plaza de Mayo. No nos resultaba sorpresivo ya que el conjunto de las corrientes que participan dentro de Unión por la Patria, y especialmente el sector más ligado a Grabois y la Utep, salieron a decir públicamente que no participaban de la “provocación” y que de lo que se trataba era de “acumular fuerzas”; su acción no pasa de ser una política de contención frente a la crisis, que le sirve al gobierno. Se trata de una estrategia de paz social en un cuadro donde avanza un ataque histórico y estratégico contra la clase obrera.

Dadas las posiciones mayoritarias en asamblea, se definió la importancia de la convocatoria central y se desestimó toda convocatoria paralela simultánea. Al mismo tiempo, se planteó la importancia de coordinar la acción y la participación con otros centros de estudiantes del distrito. Mientras que transcurría nuestra asamblea, la conducción del centro de la Escuela de Teatro de Morón (ETM) definía un semaforazo al mediodía del cual participaron algunxs compañerxs que más tarde irían por su cuenta con nosotrxs a la movilización. Entretanto, la conducción, plenamente consciente de la convocatoria, no llamó a movilizar.

La Clave defendió las resoluciones de la asamblea y estuvo en la Plaza

De forma muy rápida se mostró que la conducción desestimaba las resoluciones de la asamblea al publicar una convocatoria en redes que colocaba en primer plano la acción del semaforazo de la ETM y completamente al margen la movilización central a Plaza de Mayo -sobre la cual no expusieron ni siquiera horario y lugar. Nuestra agrupación intervino en el semaforazo, del cual participaron en total una decena de compañerxs, prácticamente todxs de las conducciones de la ETM, el Conservatorio y el 45 de Haedo (dirigido por Estudiantes en Marcha-Izquierda Socialista).

Allí planteamos la importancia de la acción central, a la cual invitamos activamente a participar, y de reforzar la coordinación del movimiento estudiantil. Desde nuestra agrupación hemos hecho pública desde el día del balotaje la necesidad de avanzar en la conformación de un Plenario Estudiantil del Oeste, que se plante contra los ataques de Milei en el país y el ajuste de Kicillof en la provincia, rompiendo la pasividad que los centros del peronismo le impone al movimiento terciario con su federación (ETO).

La Clave fue la única agrupación del Conservatorio presente en la marcha central. Objetivamente esto significa que la organización de nuestra columna, que incluyó compañeros de la ETM y el conservatorio, corrió por cuenta nuestra y no de la conducción, que no garantizó la movilización con ningúnx compañerx. Habíamos sido nosotrxs también quienes de forma clara expresamos en la convocatoria lo convenido en asamblea dando el lugar de visibilidad primario a la marcha central a Plaza de Mayo y explicando su importancia política.

En ese marco, la Cepa, como corriente, pegó el faltazo a la tarde y se sumó al operativo de silencio y aislamiento que buscó darle el peronismo. Una mezquindad total contra las organizaciones sindicales y piqueteras independientes y combativas, ya que apenas unas horas después “descubrieron” en los cacerolazos un ámbito de intervención para la acción directa. ¿Acaso cambiaron tan rápido las condiciones en solo horas para animarse a estar en las calles? Más aún, ¿no fueron los cacerolazos directamente influenciados por la acción anterior que siguen sin siquiera nombrar?

Gracias a la intensa campaña de promoción que habíamos realizado desde La Clave para llamar a sumar a la acción unificada, se sumaron a la movilización a Plaza de Mayo estudiantes independientes que no habían participado de la asamblea o de la actividad anterior. La acción que realmente integró nuevos compañeros independientes a la dinámica del centro fue entonces la acción central de lucha mostrando que ni la distancia, ni el tiempo de viaje, o el operativo represivo es lo que determina lo participativo o no de una actividad, sino la comprensión política sobre su importancia, su impacto y la lucha por la convocatoria.

Cuidar los métodos, construir una unidad independiente y de lucha

Nos interesa llamar la atención sobre el error que constituye que la conducción de un centro o de cualquier organización no impulse las resoluciones de base. No ha existido ningún justificativo para ello, ni una posición que se hubiera expuesto de forma pública. La conducción del centro de estudiantes, con su convocatoria solapada y su no asistencia, rompió la unidad de acción.

De esta forma, una conducción reemplazó la unidad de acción de su organización por la unidad de acción con los centros de estudiantes dirigidos por el PJ (peronismo), cuya estrategia no es ni la acumulación de fuerzas y en cambio es la contención asistencial de la masacre social. Una línea de derrota. quedó refutada por los hechos muy rápidamente, ya que se evidenció la disposición general a luchar para que la burocracia de la CGT convoque a un paro general.

Este balance es fundamental si nos damos el objetivo de ampliar una unidad estudiantil terciaria que fue planteándose al calor de las jornadas (que contaron con tres cacerolazos en el distrito), luchando para que se asiente sobre los mejores métodos, el debate franco y abierto en cada lugar de estudio, el mandato de asamblea y su convocatoria regular, y una estrategia política opuesta a la del ETO, para salir a luchar contra el ajuste de todos los gobiernos.