Educación

8/4/2021

Docentes Córdoba: Uepc confronta con los sanitaristas que piden la suspensión de clases presenciales

Ante un nuevo récord de casos, es necesario garantizar recursos para la virtualidad.

Delegado departamental Uepc.

La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, se vio obligada a reconocer que la segunda ola de contagios de coronavirus “ya es un hecho”, luego de un nuevo récord de 22.039 casos  y 199 muertes en Argentina, este miércoles 7 de abril .  Siete de los 26 departamentos de Córdoba ya tienen indicadores en “rojo”.

Sin embargo, lo que más preocupa no es esto. Según el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, una referencia internacional que usan los gobiernos de todo el mundo para tomar medidas frente a la pandemia,  se establece que si la tendencia de las últimas semanas en el ritmo de contagios se mantiene, el sistema sanitario podría verse colapsado y en los próximos cuatro meses duplicaríamos las muertes que Argentina tuvo desde el inicio de la pandemia. “Así, entre el 1 de abril y 1 de julio podrían registrarse 47.663 muertos, alcanzando una cifra total de 104.134 personas fallecidas por esta enfermedad infectocontagiosa, un promedio de 523 muertos por día” (La Voz, 07/6).

Trotta, Grahovac y Uepc contra los sanitaristas

Frente a este cuadro, los ministros de Educación de todo el país decidieron mantener la presencialidad en las escuelas, a pesar de la fuerte suba de casos de Covid-19. Quien salió a defender esta medida fue el propio ministro de Educación de la Nación Trotta, quién señaló que “el principal foco de contagio” se da “en los ámbitos sociales donde no se cumplen los protocolos”.
Estos argumentos lejos están de llevar tranquilidad a la comunidad educativa, ya que más allá de dónde se contrae el virus, es claro que la circulación de personas infectadas que concurren al ámbito escolar es masiva. Incluso, a pesar de que en la escuela se respete más o menos el protocolo, apenas se pone un pie afuera del establecimiento, las medidas sanitarias son casi inexistentes.

     

En este sentido se pronunció, en el programa radial Aquí Petete, el Magister en Salud Pública y docente universitario, Oscar Atienza.

Al igual que numerosos profesionales, Atienza señaló que el problema no son los alumnos, sino el movimiento que se genera alrededor de las clases presenciales. Su declaración fue tajante: “Estoy a favor de que se cierren las escuelas, es la única variable que irrumpió en la primera semana de marzo y que está justificando el aumento y la cuadruplicación de casos que tenemos”.
Luego de estas declaraciones, fue la propia conducción de Uepc, quien a través de sus dos principales referentes, salió al cruce de los sanitaristas para defender la política del gobierno.

La secretaria general de la delegación Capital, Alina Monzón, en el mismo programa le respondió a Atienza que “no ha habido contagios masivos en las escuelas y claramente no se ha disparado hacia el interior de los establecimientos educativos el número de casos  de Covid-19. En este primer mes, hemos observado que se han tomado los recaudos necesarios desde los equipos de gestión y las decisiones en cuanto al aislamiento de las burbujas”.

Juan Monserrat, secretario general de Uepc, fue más lejos. Desde la tranquilidad de estar a vacunado aunque esté fuera de las aulas, afirmó en radio Universidad que “si tuviésemos que hablar con los sanitaristas vinculados a la educación, dirían que es una locura esto de tener a los chicos en las escuelas, pero bueno, vamos a seguir un poco lo que dicen las autoridades educativas provinciales y nacionales”.  Y como para que no queden dudas, cuando se le preguntó si el sindicato iba a solicitar volver a la virtualidad, teniendo en cuenta que pueden morir docentes como en Tucumán, Monserrat respondió que no se van a decretar medidas gremiales que establezcan una disputa por problemas sanitarios”.

El compromiso de la conducción celeste con el gobierno es tan fuerte que tuvieron que difundir un nuevo pronunciamiento para reafirmar la necesidad de la presencialidad y colocaron a toda su militancia a garantizar que los establecimientos no se cierren, a pesar de los contagios.

Segunda ola: sin vacunación a docentes, ni condiciones sanitarias en las escuelas y en el transporte

Según un informe de la plataforma Cuidar Escuelas, sobre una muestra de 5.926 escuelas abiertas a las que asisten un total de 1.429.190 estudiantes y 214.850 docentes y no docentes, la proporción docentes infectados fue seis veces superior a la de los alumnos, lo que muestra el grado de exposición al virus al que estamos sometidos.

Hay que tener en cuenta que sólo 26.000 docentes están vacunados de los casi 80.000 que componen la planta total del Ministerio de Educación de la provincia; apenas el 33%, sin contar allí al numeroso personal no docente que integra los establecimientos. Desde el gobierno nacional todavía no han dado certeza de que exista vacuna en el corto plazo para la totalidad de los docentes.
El hecho de que Uepc salga fuera de hora a defender la “presencialidad segura”, es la confesión de parte del estado en el que se encuentran las escuelas. Solo para dar un ejemplo, en la mayoría de ellas no existe  personal estable en la puerta que controle temperatura y sanitice el ingreso, a pesar de que en el protocolo se establezca. Se abren burbujas sin personal docente y no hay un protocolo estricto para cerrarlas en caso de contagios. Frente a un caso positivo, se impone la directiva de mantener la presencialidad sobre cualquier criterio sanitario básico. Se oculta información y se manipulan números y estadísticas.

El cuadro lo completa un transporte público que ha perdido cualquier posibilidad de capacidad operativa. El trasporte urbano de pasajeros (TUP) tiene sus líneas troncales con una frecuencia de 30 a 35 minutos, muy lejos de los 8 minutos promedio que establecen los pliegos de licitación con los que empezaron a funcionar las nuevas empresas. La consecuencia es que decenas de usuarios están amontonados en las paradas y dentro de las unidades. En el caso del transporte interurbano, la situación es peor; a la falta de frecuencia, se le suma la eliminación de servicios que han dejado a cientos de escuelas sin docentes.

Previo al ingreso a la segunda ola, la-os docentes ya contamos con más de una decena de muertes en todo el país. A pesar de que la burocracia sindical y el gobierno intenten tapar el reclamo de los sanitaristas para que se vuelva a la virtualidad, esta demanda ya ha calado en la docencia y promete profundizarse a medida que aumenten los contagios y las víctimas fatales.

Así como numerosas escuelas y delegado-as se organizaron independientemente de la conducción de Uepc para hacer cumplir el protocolo cuando se retornó a las aulas, ahora se hace necesario garantizar la suspensión de clases presenciales. Vamos a una fuerte campaña, que debe tomar en sus manos la oposición docente, para exigir al gobierno que garantice todos los recursos para afrontar la virtualidad en pos de proteger la salud de la comunidad educativa durante este grave cuadro epidemiológico. Junto a ello, que se complete de inmediato el plan de vacunación a docentes.