Cuando se aprobó la reforma del Estatuto Docente en mayo del año pasado, Larreta se jactó ante los medios de que él ya había empezado a implementar la reforma laboral que reclama toda la clase capitalista. Ahora, da un paso más en esa dirección con el anuncio de una “asignación extraordinaria” que solo cobrarían los docentes que no hayan usado licencias estatutarias o adherido al legítimo derecho a huelga a lo largo de todo el semestre.

Así como la reforma del estatuto avanzó por el camino del salario por mérito, con esta medida (que se suma al ítem por presentismo que hace años forma parte del nuestro salario) se avanza en una política de trabajo a destajo para la docencia. La orientación general es sostener un sueldo básico de indigencia y un sistema de “premios” a la sobreexplotación y al pago de cursos.

¿Premio?

Importa mucho señalar que el sueldo de una maestra jornada simple (incluyendo el presentismo) está en $178 mil, unos $60 mil por debajo de la línea de pobreza. Pero encima, de esos $178 mil, $40 mil (que corresponden al Fonid, conectividad y adicional especial) se cobran en negro y no cuentan para el cálculo del aguinaldo. Esto significa que esa docente cobró de aguinaldo $20 mil menos que lo que correspondería. El “premio” de Larreta y Acuña apenas compensa este robo.

Al naturalizar que el salario se completa con premios al presentismo, se liquida en la práctica el derecho a las licencias con goce de sueldo. El gobierno presiona al docente a ir a trabajar enfermo; si no lo hace, no cobra su salario completo. Al mismo tiempo impone la doble o triple jornada, lo que es absolutamente insalubre. Ni que hablar de la disfuncionalidad de MIA y el vaciamiento del Obsba. De conjunto, hay un desprecio por la vida de los trabajadores.

Ministra: ¡Hágase cargo!

A su vez, el gobierno hace demagogia en plena campaña electoral y pretende culpar a la docencia por las clases que se pierden. Pero las clases se suspenden por la responsabilidad de Acuña, porque se corta el agua y la luz, porque hay escuelas que explotan (literalmente), y porque hay cientos de cargos docentes sin cubrir.

El daño que está produciendo en la educación el ataque permanente a la docencia que desarrolla el gobierno es muy profundo. La sobrecarga laboral, en medio de una crisis social que se cuela por todos los poros de la escuela, genera una situación de agobio y desesperación en la docencia. Acuña cree que a fuerza de descuentos va a evitar que la docencia pare. ¡Se equivoca! Como se equivocó su socio Morales pensando que a fuerza de represión iba a doblegar al pueblo jujeño. Los docentes vamos a seguir parando porque las condiciones de trabajo no se aguantan.

Por la unidad de la docencia

La asamblea abierta de Ademys votó una jornada de paro y movilización este martes 11 de julio y un no inicio después del receso. Llamamos a toda la docencia, más allá de su afiliación sindical, a sumarse a esta jornada de lucha.

Respondamos al intento de dividirnos con más unidad del gremio. Tenemos que fortalecer nuestra organización frente a los intentos de reforma laboral que se vienen con Larreta, con Bullrich o con Massa. Es urgente una asamblea unificada convocada por Ademys, UTE y todos los sindicatos para decir: Basta de maltrato a la docencia y a la educación ¡Arriba los salarios! ¡Abajo los descuentos!

Vamos por un 100% de aumento salarial, un salario inicial para la jornada simple igual a la canasta familiar ($350.000), el blanqueo de todas las cifras en negro y la indexación mensual por inflación.

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