Educación

17/11/2023

Ni ajuste ni privatización: defendemos el Joaquín y los terciarios con independencia política, gobierne quien gobierne

Presidenta CEJVG

Ni ajuste ni privatización.

Frente al próximo balotaje y la situación política del país, entendemos que es necesario rechazar cualquier planteo de privatización y de ajuste a la educación, el Joaquín y los terciarios. Los planteos de ofensiva contra las masas y las declaraciones negacionistas de Milei tienen que ser rechazadas de cuajo. También las políticas que apunten a continuar el actual ajuste y a fomentar un llamado de unidad nacional con Larreta, Morales, y “lo mejor de los liberales”. Creemos que nuestro centro no se tiene que pronunciar por una fuerza política sino construir un canal de independencia que asegure que no está atado de manos para el futuro.

¿Corresponde que un centro de estudiantes- herramienta gremial para organizarse por reivindicaciones y política para luchar contra el ajuste educativo, y causas populares, se pronuncie a favor de votar a Massa?

Cuando se hacen las cosas con independencia política la vida es bastante distinta. Pensarlo de esa forma no es un refrán elegante, sino una convicción certera: tener entre ceja y ceja la necesidad de responder a los problemas estudiantiles. Por eso, el CEJVG, luego de las Paso, convocó literalmente a “Asambleas contra Milei y el ajuste del gobierno y el FMI”. Unimos de esta manera la denuncia justa de Milei con los reclamos actuales (la falta de presupuesto y cierre de carreras en los terciarios) frente a todos los gobiernos. Esta fue la política de la UJS en todas las universidades y terciarios.

Nuestra corriente fue la primera y por momentos la única, junto al resto de la izquierda, que trabajó para que exista un movimiento contra Milei asociándolo a la denuncia contra el ajuste en curso. Hemos lanzado, además, un curso en distintas universidades y terciarios del país, titulado “El marxismo, frente al liberalismo y el fascismo”, para fomentar la pelea y el debate en el campo de las ideas. En el curso, vimos la incapacidad de fondo de las variantes capitalistas para ponerle un freno a una derecha extrema que surge directamente de esta descomposición capitalista. La pelea contra cualquier arancelamiento es parte de una pelea más general para que la juventud trabajadora pueda ingresar al nivel superior de la que es expulsada de mil maneras. Y contra el copamiento capitalista de la educación en función de los negocios con la ciencia y la técnica.

Las ‘escuelas voucher’ y la eliminación de la obligatoriedad de la educación que planteó Milei en campaña implicarían un salto en la privatización y en el desmembramiento del sistema educativo. Argumentar que las familias podrán decidir si invierten más o no en educación es un relato para justificar la propuesta de eliminar la obligatoriedad de la educación pública. Eso apunta a liberar al Estado del sostenimiento de la educación pública, y además oculta que las familias no eligen libremente sino condicionadas por una realidad social signada por la pobreza y la indigencia crecientes.

Digamos todo. Las agrupaciones estudiantiles, docentes, y demás sectores educativos de Capital que en los últimos días están realizando la campaña de “Milei no/ los profesorados no votamos a Milei” y exigen al CEJVG un llamado abierto a votar a Massa, estuvieron ausentes de todas las peleas que dimos lxs estudiantes durante el año en el Joaquín, organizadxs en asambleas, comisiones, reuniones, etc. Esta acción forma parte de una iniciativa generalizada en los lugares de estudio, en donde se omiten las reivindicaciones y luchas contra el ajuste educativo del gobierno y se maquilla el estado actual de los ISFD.

Por eso no se puede confundir enfrentar a Milei con embellecer al peronismo. Esta fuerza política la que ha permitido el crecimiento de Milei: no solamente “armando listas”, sino con una política que los tuvo en 18 de los últimos 22 años en el poder para resultados como el 43% de pobreza y más del 50% de los pibes sin tener para comer.

Es falso que a través del voto a Massa se defienda la educación. No puede haber nada más funcional a la derecha como omitir el estado actual de la educación, la acción estudiantil frente a ella y el rol que tuvieron las organizaciones kirchneristas, que exigen a la izquierda del CEJVG “que esté a la altura”, pero dirigen la mitad de los terciarios de la CABA, la mayoría de los secundarios y el gremio docente mayoritario.

El Estado estuvo bien presente en el recorte educativo. Mientras se agita un proyecto para subir el porcentaje en plena campaña, el ministro de Educación, Perczyk, intenta ocultar que no se destina el 6% del PBI establecido por ley. Esto impacta de manera directa en los terciarios porteños: en la falta de edificios propios, en las condiciones de infraestructura, en la ausencia de triple franja horaria, el recorte de becas (nacionales y de Ciudad), falta del boleto educativo universal, becas alimentarias, en la inexistencia de lugares de cuidados para niñes, en la no implementación de la ESI, etc. A esto se le suma, claro, que el gobierno de Larreta que deja, y el de Jorge Macri que viene, aplica en CABA los niveles más bajos de presupuesto educativo del país y avanza en reformas antieducativas. En un nivel en donde les cursantes somos en la mayoría jóvenes trabajadores precarizados en un marco de 40% de pobreza, donde la deserción es cada vez mayor y el trabajo y salario docente está tan golpeado, los estudiantes directamente no llegan a terminar la carrera. Este es el Estado presente.

Pretenden establecer un signo igual entre el voto a Massa y la defensa de la “memoria, verdad y justicia”, sin embargo ninguna agrupación kirchnerista o peronista se hizo presente a repudiar el acto negacionista que montó Victoria Villarruel en la legislatura. En esa ocasión, el CEJVG movilizó con más de 40 estudiantes. ¿Dónde estaban? El mismo punto se extiende al terreno internacional, donde todo el arco del peronismo abonan la campaña contra la defensa de Palestina, que la DAIA puso en agenda con un violento ataque contra los estudiantes que denuncian el genocidio del sionismo, y en el cual nuestro profesorado está incluido.

Más que combatir a Milei, apuntan a agrupar a estudiantes y docentes detrás de la unidad nacional: del rejunte de todos los responsables de la situación educativa. Esta unidad que promueve Massa incluye elementos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, como confesó en el debate presidencial.

El CEJVG se reconstruyó como un centro participativo y de lucha, con instancias de asamblea mensuales, comisiones que han discutido e impulsado distintas medidas (clases públicas, coordinación con otros profesorados, contra la prohibición del lenguaje inclusivo en CABA, discusión de reforma de planes de estudio, impuso de campaña por jornadas de salud mental y presupuesto, coordinación con otros terciarios, apoyo a los paros y reclamos docentes, apoyo a las luchas populares en curso y coordinación con las mismas. Y así continuará el próximo período. Tenemos en nuestras manos un mandato muy importante, para seguir construyendo este centro que intervenga en la crisis educativa y nacional. Para luchar por más presupuesto, en defensa de nuestras carreras contra la privatización y el recorte, por las jornadas de salud mental y el gabinete interdisciplinario, y que acompañe a todas las luchas que vendrán. El avance de la derecha se contrarresta con una organización dispuesta a pelear contra todos los ajustadores, que construya una fuerza que confluya en una salida de la clase trabajadora.

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