Educación

9/6/2022

Por un Encuentro de los centros de estudiantes contra el ajuste

El país necesita más que nunca un paro nacional y un plan de lucha contra los ataques de los gobiernos y el FMI. Un plenario para organizarnos sería un aporte sustancial de la juventud en esa perspectiva.

Centros de estudiantes en la Marcha Federal.

Si la juventud era un “divino tesoro”, hace rato que nos dejaron el cofre vacío. Hoy palabras como “inflación”, “precarización” son moneda corriente en la juventud. A su vez, en el plano educativo, la vuelta a la presencialidad profundizó los problemas que estudiantes y docentes ya teníamos antes de la pandemia: malas condiciones de cursada y las dificultades de infraestructura. Era obvio: un gobierno que tiene como mandato el ajuste del FMI no iba a ser la excepción en el terreno educativo.

Con hambre y ajuste no se puede estudiar

Un reciente informe (mayo 2022) del Observatorio Social de la UCA sobre el período 2017-2021 ofrece dos datos elocuentes: uno de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años no estudia ni trabaja, además de que el 50% de esa franja etaria está por fuera del sistema educativo. Ese resultado es responsabilidad de décadas de gobiernos con políticas que excluyen y dejan al margen a la juventud de manera sistemática. Hoy, esa política se corporiza en la gestión Fernández-Fernández, que encaró un acuerdo con el FMI y el capital financiero que solamente va a traer hambre y deterioro de las condiciones de vida. La pobreza en la juventud es un indicador claro: 44,2% entre los 15 y los 29 años y 54% entre los 12 y los 17.

Esas condiciones hacen difícil cualquier tipo de perspectiva de estudio y futuro para la juventud. Pero aún hay más. La vuelta a las aulas mostró en el país y en la ciudad edificios que se caen a pedazos, poca oferta horaria, recorte de cátedras, colapso en los cupos de las materias y salarios de miseria para quienes trabajan en la educación. En la UBA hay incluso un intento de desmantelar toda la Dirección General de Salud.

También con ataques al salario: desde Pizzurno le ofrecen a los docentes universitarios un 41% en cuotas, cuando el índice REM (BCRA) prevé una inflación cercana al 72%. El gremio además viene perdiendo 30 puntos porcentuales en los últimos años. Los docentes de las escuelas no pasan mejor suerte: podrían quedar, con el índice citado, diez puntos por debajo del aumento de precios o más, con un “adicional” que no es en blanco ni es para todos.

Si bien no hay números oficiales a nivel nacional en 2022, el Presupuesto que el gobierno había enviado al congreso aumentaba 21% el Presupuesto para las universidades nacionales. La oferta docente evidencia un camino concreto. En la Ciudad, Larreta aumentó de 2021 a 2022 un 45,8% el presupuesto en educación, no solamente por debajo con amplio margen de la inflación sino incluso con una trampa mayor. En el primer trimestre de este año se ejecutó el 19,5% del presupuesto total, el 10,2% en infraestructura escolar y solamente el 9,1% en mantenimiento. Anualizando esa tendencia, es bastante probable que el gobierno busque una subejecución presupuestaria. Con Alberto y Horacio ni se come ni se educa. Ni nada.

Estatuto y pasantías = reforma laboral

En CABA, Larreta y Acuña admiten y se jactan de que ya comenzó la aplicación de la reforma laboral y educativa. Esto arrancó, por un lado, con la votación de la reforma del Estatuto docente, que plantea una diferenciación salarial mediante el acceso a posgrados arancelados. El gobierno porteño avanza también sobre los profesorados, que se encuentran sin presupuesto, sin cupos, planteando el recorte de los postítulos, con reformas en los planes de estudio. El gobierno abrió carreras de formación docente en su universidad privatista mientras desguaza los terciarios: la coexistencia entre ambos plantea su objetivo final, que es trasladar la matrícula a la Universidad de la Ciudad.

Por otro lado, con la implementación de las prácticas laborales gratuitas en los colegios secundarios. Las “prácticas profesionalizantes” no son más que mano de obra barata que les saca horas de estudio a les pibis y les permite a las patronales de Mercado Libre, Ripio, Balanz, Afluenta y otras empresas achicar su planta laboral y “reducir el gasto” con la ayuda de Larreta. La reforma educativa que apunta a adecuar los secundarios a las necesidades de las empresas, además, fue aprobada por el Consejo Federal de Educación, por lo que esta perspectiva se impulsará en los próximos años a nivel nacional.

Si bien el oficialismo porteño y su mayoría automática pudieron pasar la reforma del Estatuto, la lucha en contra de su reglamentación y efectiva aplicación continúa. En los terciarios, los centros de estudiantes independientes de los gobiernos se ponen a la cabeza de organizar la lucha contra los ataques de Larreta y Acuña en la educación. La reciente recuperación del centro de estudiantes del Joaquín V. González en manos de la izquierda y les estudiantes, demostró cómo las agrupaciones kirchneristas se ven imposibilitados a desarrollar un plan de lucha a fondo en la educación porque el Frente de Todos posee pactos políticos con Larreta en la Legislatura. La conclusión de que la única garantía para pelear a fondo junto a los docentes por la titularización, contra la reforma laboral y la Unicaba, es de la mano de centros de estudiantes y una Coordinadora independiente de todos los gobiernos y autoridades.

Del otro lado del mostrador

Frente a esta situación, las Federaciones vinculadas al régimen universitario o a los diferentes gobiernos de turno no dicen nada en defensa de les estudiantes.. Es lógico: la FUA está dirigida hoy por la Franja Morada, un sector de Juntos x el Cambio que gobierna en la Ciudad y está integrada al régimen universitario y que milita para llevar adelante un ajuste mayor en el país. Algo similar ocurre con la FUBA, también dirigida por la Franja y un sector del PJ, que recientemente convocó (con solo 48hs de anticipación) a un Congreso a puertas cerradas y a espaldas de todos los reclamos estudiantiles, para “discutir” y votar exclusivamente la renovación de autoridades.

En el caso de aquellos centros y federaciones ligados al peronismo y La Cámpora no se podría esperar otra cosa dado que forman parte del gobierno que está llevando adelante este ataque a la educación. Pasa con el CEFyL de la UBA, por ejemplo, que no movió un pelo por la calefacción mientras los estudiantes pasan frío mientras cursan. Ni hablar la CEB kirchnerista, que para justificar una parálisis permanente llama a “buscar mejorar las condiciones” del trabajo gratuito.

Tenemos con qué

Si bien el oficialismo porteño y su mayoría automática pudieron pasar la reforma del Estatuto, la lucha en contra de su reglamentación y efectiva aplicación continúa. En los terciarios, los centros de estudiantes independientes de los gobiernos se ponen a la cabeza de organizar la lucha contra los ataques de Larreta y Acuña en la educación. Lo mismo pasa en varios colegios secundarios, donde comienza a gestarse un proceso de lucha, con asambleas estudiantiles y acciones por colegio. En Visuales de la UNA, a principios de cuatrimestre, una toma del decanato enfrentó la falta de cupos para la cursada.

La lucha con paros sucesivos de AGD-UBA contra la pulverización del salario docente y contra el ajuste en la Universidad y la medida de fuerza de Ademys contra las acciones y sanciones del gobierno de Larreta también marcan un camino. También lo hacen la docencia sanjuanina y riojana, en pie de lucha por sus ingresos.

Además, hay luchas que conmueven al país por fuera del ámbito meramente educativo. El movimiento piquetero irrumpió en Plaza de Mayo en la Marcha Federal con una movilización de 150.000 en el centro con más del doble en todo el país durante tres días. Lo mismo pasa con el gremio del Neumático, en medida de fuerza y movilización por la recomposición salarial y las horas “al 200%” del fin de semana.

Los centros de estudiantes independientes, que acompañan todas estas luchas, tienen que poder nuclear al activismo y a les estudiantes para que, en apoyo a les trabajadores, podamos impulsar en unidad medidas de lucha contra el deterioro de las condiciones de vida de la juventud y el ajuste en educación. Para luchar por becas estudiantiles, aumento del presupuesto educativo, boleto educativo para todxs, triple franja horaria en todas las carreras, condiciones edilicias para cursar. Defendamos la educación pública. Tenemos con qué.