La lucha conjunta de docentes y estudiantes logró impedir el cierre de los 29 institutos de formación docente como lo establecía el proyecto original de ley de la Unicaba. Con movilizaciones masivas, acampes, y todo tipo de iniciativa de difusión y lucha logramos sostener los profesorados, desde el 2017 hasta la actualidad.

Sin embargo asistimos a una nueva ofensiva del gobierno de la Ciudad que persigue limitar e impedir las inscripciones a carreras, instalar un curso de ingreso, e imponer una reforma de los postítulos para avanzar en su desvalorización. Todas políticas que claramente buscan avanzar en un vaciamiento de los profesorados, justo en el momento de apertura de la Unicaba y la promoción por parte del gobierno de sus carreras entre ellas la de profesorado de educación primaria.

¿Por qué esta insistencia en avanzar en el vaciamiento y cierre de los profesorados y su remplazo por la Unicaba? ¿Qué objetivos persigue la Unicaba?

Lo primero que hay que señalar es que el avance contra los institutos de formación docente, se viene dando no solo en CABA sino que en distintas provincias se colocaron limitaciones en las inscripciones o cierre de carreras -como Jujuy, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Buenos Aires, entre otras-, y recientemente salió a la luz que el gobierno nacional pretende avanzar en una nueva ley para reformar los institutos terciarios.

Y en este artículo trataremos de hacer un análisis de algunos de los objetivos de la Unicaba y por qué el ataque a los profesorados y la formación docente.

Una degradación de la educación y la formación docente

El plan de estudios de “profesorado universitario de educación primaria” que promociona la página de la “Universidad de la Ciudad” –el “nuevo” nombre de la Unicaba- deja en claro que la supuesta jerarquización que según el gobierno representaría el hecho que sea universitaria; termina siendo en realidad una carrera devaluada, en la que se recorta la casi totalidad de las materias del campo de la formación general, y se suprime todo contenido de Educación Artística y de formación en Educación Sexual Integral.

Este empobrecimiento de la formación de lxs futuros docentes tiene un doble objetivo. Por un lado eliminar toda materia y contenido que lleve a debatir y pensar las problemáticas que atraviesan al sistema educativo, y que logran que lxs docentes no sean simples “facilitadorxs”, sino que puedan desarrollar un pensamiento crítico de su propia realidad y práctica. Por eso barrieron del plan de estudios materias como Historia Social y Política de la Educación Argentina, Sujetos del Nivel Primario, Problemáticas del Nivel Primario o Filosofía, entre tantas otras.

La propia página de la Unicaba sostiene que la carrera privilegia un “enfoque de formación basado en competencias, centrado en el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes para el trabajo profesional”. Lo que importa no es la formación integral de lxs jóvenes y futurxs docentes, sino cómo estxs desarrollan  “competencias” para insertarse en un sistema laboral de flexibilización y precariedad.

La degradación en los contenidos llega al punto que en la página no se mencionan cuáles son las temáticas y programa de las 32 asignaturas que componen la carrera. Solo se repite constantemente “la competencia” en “el uso de las tecnologías en educación para la obtención de los mejores resultados”, pese a que una de las cuestiones que dejó en evidencia la pandemia es que no se ha invertido siquiera lo más mínimo para garantizar conectividad de lxs estudiantes y docentes.

¿Y la ESI?

Dentro de esta degradación sobresale que en 32 materias del “profesorado universitario de educación primaria” en ninguna se menciona la ESI. Esta ausencia no es un simple olvido. Este año la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente, a cargo de Emmanuel Lista, y el gobierno de la Ciudad, limitaron las vacantes del postítulo de ESI del Joaquín V González de 200 a 100 dejando a más de 1.500 inscriptxs sin poder cursarlo. La falta de carreras gratuitas y de capacitación en servicio de ESI es una de las grandes demandas de lxs docentes y estudiantes, a la cual el gobierno responde suprimiendo todo contenido de la carrera que promociona la Unicaba.[1]

Privatización de la educación

El segundo objetivo de este recorte de contenidos lo declaran sin eufemismos al describir “el perfil del egresado/a”: “la formación de grado les posibilitará proseguir estudios de posgrado, para darle continuidad y consolidación a su formación profesional en el marco de una educación a lo largo de toda la vida”.

Es decir que en lugar de una carrera integral que prepare y forme a lxs futurxs docentes en los distintos aspectos pedagógicos y disciplinares, se constituye una carrera degrada en sus contenidos y con una formación deficiente, para obligar a lxs estudiantes y graduadxs a tener que continuar la formación en posgrados.

Aquí es importante aclarar que en el “Estatuto Provisorio de la Universidad de la Ciudad” establece que “la educación de pregrado y grado será gratuita”; pero no dice nada sobre los posgrados, los cuales por lo tanto ingresan en “los aranceles o tasas que (la universidad) perciba como retribución de los servicios que sean prestados en su seno” (Artículo 124 del Estatuto Provisorio Universidad de la Ciudad). Por eso el constante ataque del gobierno de CABA a los postítulos gratuitos que ofrecen los profesorados, buscando eliminar la oferta gratuita de especialización que se desarrolla en  los institutos de formación docente.

A la vez la Unicaba contará entre sus recursos con “Las rentas de los emprendimientos productivos en los que participe, así como también de las inversiones y excedentes de fondos que realice” (artículo 124 Estatuto Provisorio). Lejos de toda preocupación pedagógica o educativa, se coloca este objetivo empresarial a la supuesta universidad.

Incluso en el Estatuto establece que se formará un “Consejo Social” en el que participarán “entidades de gobierno” e “instituciones políticas y económicas” entre otras. La Unicaba nace como una oportunidad de negocios para colocar la educación al servicio de las grandes empresas y el capital. Por eso desde su creación la Unicaba  tiene sus “socios institucionales” entre los que podemos contar a UBER, Microsoft, Linkedin o incluso la propia Embajada de Estados Unidos y la de Inglaterra (ver en https://www.buenosaires.gob.ar/universidad/noticias/reunion-con-socios-institucionales).

Ataque al estatuto y la carrera docente

Entre las carreras que abrió la Unicaba se destaca la “Licenciatura en Gestión de las Instituciones Educativas”, la cual describe que su objetivo es lograr egresadxs que “lideren” y “gestionen” los “equipos de trabajo y las instituciones”. Por lo que la formación para los cargos directivos no pasa por la experiencia docente en el aula, desarrollando una carrera como lo establece el Estatuto Docente, sino que se busca la preparación de los directivos como administradores de recursos y líderes de personal, al estilo de los jefes de recursos humanos o los CEOS empresariales.

Liquidación de la autonomía y de la participación de las comunidades educativas

El rector de la Universidad de la Ciudad –Mariano Palamidessi- fue nombrado por el gobierno de la Ciudad, quien como establece el Estatuto Provisorio en su artículo 142 “ejercerá las funciones del Consejo Superior y de más órganos de gobierno y gestión”,  y además en el Artículo 143 se establece que “el Rector Organizador tendrá la facultad de designar a quienes asumirán los cargos previstos en el Estatuto en los órganos unipersonales, cuando así lo considere necesario.”

Nos encontramos con una Universidad que funciona con un poder prácticamente unipersonal de un funcionario digitado directamente por el gobierno de la Ciudad, para intervenir y reformular directamente como deben ser las carreras de formación docente, y el personal y cargos que la componen.

Defendamos los profesorados y la formación docente

Tras la baja inscripción que tuvo en el primer cuatrimestre las carreras de la Unicaba, el gobierno decidió avanzar más decididamente contra los profesorados y la formación docente.  Para avanzar con la Unicaba y la reforma que esta representa, buscan avanzar en el vaciamiento y cierre de los profesorados.

Como ya lo hemos hecho, salgamos a defender las carreras y los profesorados, y rechazar la reforma educativa que buscan imponer con la Unicaba.  A todos los institutos se nos presenta un enorme desafío: mantener un estado de alerta y movilización frente a este nuevo ataque del gobierno. Los 29 estamos atravesando procesos de asambleas, plenarios, semaforazos y cortes. Profundicemos el plan de lucha entre estudiantes, docentes y rectorxs.

Ninguna restricción en las inscripciones a las carreras de formación docente, ni la imposición de un curso de ingreso.  Defendamos los 29 y la formación docente. No a la Unicaba.

[1] A esto se suma que fue nombrado como Secretario General de la Unicaba a un vocero de la educación católica, como es Matías Mansilla Zuviría, Directivo y Profesor de “antropología teológica” en la UFatsa.