“Con la victoria de Trump los banqueros de Wall Street bailan en la calle”

Según J. Dimon del J. P. Morgan.

Lo que vendrá bajo Trump.

La “desregulación” prometida por Donald Trump producirá amplias facilidades de negocios para una mayor concentración de grandes empresas al facilitar fusiones, desregular reglas de contaminación ambiental y promover negocios para los bancos reduciendo los requisitos de capital cuyo efecto será mayor riesgo e insolvencia financiera. Los cambios anunciados de suba de aranceles sobre las importaciones de los vecinos Canadá y México, y de China, predisponen grandes choques dentro del gobierno por sus consecuencias.

Una de las primeras consecuencias de la victoria de Trump: evadir las condenas judiciales

La nueva elección de Trump facilitó su impunidad al suspenderse las demandas y condenas con sentencia firme, algo solicitado por el fiscal Jack Smith. Un juez dictaminó que es anticonstitucional la acusación federal a un presidente en ejercicio.

Antes de la elección, la Corte Suprema, que tiene una mayoría que es afín a Trump, le permitió evadir las condenas con sentencias firmes por varios delitos y el enjuiciamiento por el levantamiento del 6 de enero de 2020 provocado para anular el resultado electoral y la proclamación de Joe Biden como presidente electo.

El amplio triunfo electoral, que le permitirá manejar ambas cámaras legislativas, da al futuro gobierno gran poder ejecutivo, legislativo y judicial y un status cercano a la impunidad.

La “desregulación” para los bancos que prometió Trump durante la campaña hace que los banqueros estén “bailando en la calle”

Wall Street está celebrando las promesas de Trump de retirar regulaciones que “obstaculizaron el crédito”. Las políticas del magnate de desregulación para facilitar negocios de Wall Street con menores requisitos de capital y menos controles a las apuestas de alto riesgo, según ha dicho J. Dimon del J. P. Morgan, hacen “bailar en la calle a los banqueros”.

El banco estadounidense promedio solía tener 100 dólares en depósitos por cada 100 dólares en préstamos que otorgaba, pero ahora presta solo 65 dólares por cada 100 dólares en depósitos. Dimon dijo que “los aumentos de capital luego de la crisis financiera del 2008 no son necesarios”, negando lo sucedido en marzo de 2023, cuando la desvalorización de sus activos (bonos del Tesoro y propiedades comerciales) crearon la insolvencia y llevaron a la quiebra tres bancos (Silicon Valley Bank, Signature Bank y First National) por falta de capital.

La gran cantidad de depositantes que quedaron sin cobertura de seguro de depósitos (que cubren hasta 250 mil dólares) amenazaba con producir una corrida bancaria más amplia. Esto obligó a la Reserva Federal (banco central) a llevar adelante una medida excepcional: extender la devolución de los depósitos a todos los clientes sin colocar límite de monto.

Los banqueros impulsan reducir todas las regulaciones para tener “libertad” de negocios, esa libertad  que facilitó en Londres una pérdida de 6,2 mil millones de dólares al JPMorgan en 2012 al operar con derivados financieros. Y más aún con los derivados de hipotecas, lo que produjo la gran crisis financiera de 2008. Pérdidas que pagaron todos los trabajadores con el monumental rescate que impidió la propagación de la crisis.

Scott Bessent, el nuevo secretario del Tesoro, hizo experiencia financiera administrando un “pequeño” fondo buitre

Scott Bessent ha sido nombrado como el próximo secretario del Tesoro, un millonario administrador de fondos con apuestas de alto riesgo. Una reciente revisión del historial de su fondo Key Square revela las arriesgadas y cambiantes apuestas con derivados financieros.

Entre sus méritos se encuentra ser aceptado en el ámbito de las criptomonedas, donde su elección ha sido vista con gran entusiasmo ya que promete desregular las limitaciones para las operaciones con criptoactivos, entre ellos el Bitcoin. Dijo a Fox Business, a mediados de este año: “cripto es libertad, y la criptoeconomía está aquí para quedarse”.

El cargo le dará a Bessent una enorme influencia sobre la mayor economía del mundo, y, con ella, sobre los mercados globales, aunque no ha tenido ninguna experiencia en funciones de gobierno en todo su historial. Su fondo Key Square tiene 25 empleados. Y ahora pasará a dirigir el Tesoro de Estados Unidos, que tiene más de 100.000 trabajadores.

Desde ese puesto deberá cumplir la promesa de Trump de recortar varios impuestos y el año próximo renovar las reducciones impositivas a las ganancias.

También tendrá que contener las consecuencias económicas de deportar a millones de inmigrantes y al mismo tiempo aumentar los aranceles de importación desde Canadá, México y China, lo que de llevarse adelante tendrá un gran impacto inflacionario en la economía según adelantan varios especialistas.

Los derivados financieros usados con las deudas hipotecarias en 2008 causaron la mayor crisis financiera desde 1930

El jefe del J. P. Morgan, que festeja los anuncios de reducción de controles financieros y menores requisitos de capital, tiene una importante experiencia con derivados financieros. Experiencia que adquirió cuándo el banco que dirige perdió, en apuestas con derivados de deuda, 6.200 millones de dólares en 2012, en el episodio conocido como la “Ballena de Londres” (por el tamaño de las apuestas financieras).

Las apuestas con derivados se realizaron en Londres como consecuencia de las restricciones regulatorias en Estados Unidos, que fueron impuestas luego de la crisis financiera de 2008 debido a que la extensión y profundidad de la crisis se debió al alto apalancamiento de las apuestas con derivados de hipotecas.

Cuando los endeudados en hipotecas dejaron de pagar y entraron en mora con los acreedores también dejaron de cobrar los que compraron valores respaldados por las mismas hipotecas. Los bancos usaron las hipotecas para organizar valores que vendieron (MBS Mortgasge Backed Security) a otros bancos para recuperar el dinero a corto plazo. Así se produjo una cadena de quiebras que atrapó a varios bancos europeos, extendiendo la crisis a nivel global.

La Reserva Federal organizó un salvataje con reducción de la tasa de interés, préstamos masivos y compra de los valores hipotecarios para rescatar a los bancos. El tamaño del rescate fue de 16 billones de dólares.

J. Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase, formó parte del consejo de administración del Banco de la Reserva Federal de Nueva York al mismo tiempo que su banco recibía préstamos de emergencia de la Reserva Federal y era utilizado por esta como banco de compensación para los programas de préstamos de emergencia de la Reserva Federal. De esto da cuenta un informe realizado para el Senado de Estados Unidos.

Los banqueros “bailan en la calle” esperando desregulaciones porque, según su experiencia, cuando sus apuestas financieras generan una crisis financiera como en 2008, están tranquilos esperando que el Estado salga al rescate como hizo en esa oportunidad.

La diferencia con el 2008 es que la deuda equivale al 100 por ciento de la producción anual, cuando en aquel año era inferior al 70 por ciento. Y las tasas de interés, actualmente, son del doble; las previsiones de los especialistas mencionan que seguirá aumentando.

La deuda nacional en el centro de la escena

Durante el anterior gobierno, Donald Trump impulsó la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, que entre las varias reducciones que dispuso se encontraba una rebaja del impuesto a las corporaciones del 35 al 21%.

Eso elevó el endeudamiento nacional; cuando asumió en 2017 era de 20 billones de dólares, y al finalizar su mandato de 28 billones.

Cuando Trump asuma nuevamente el cargo en enero, la deuda nacional será de casi el 100 por ciento del Producto Bruto, mientras que el déficit del presupuesto federal será de aproximadamente el 6,6 por ciento. Mientras tanto, las tasas de interés reales sobre la deuda del Tesoro son de aproximadamente el doble de las que eran al comienzo de su última administración. Los costos netos de los intereses consumen ahora alrededor del 3 por ciento del Producto Bruto y casi el 13 por ciento de todo el gasto federal.

Trump ha pedido que se prorroguen los recortes de impuestos de 2017, lo que añadiría más de 5 billones de dólares en 10 años a la deuda nacional de 35,7 billones de dólares de Estados Unidos.

La desregulación buscada por los banqueros y fondos de inversión generarán mayor inestabilidad financiera; el nivel alcanzado por la deuda incrementa el riesgo de insolvencia bancaria y posibilidades de una crisis de endeudamiento.

Wall Street es el centro financiero del capitalismo global y fue origen de la mayor crisis financiera desde 1930, cuando en 2008 llevó a un derrumbe de la bolsa y a la insolvencia de los bancos por la crisis hipotecaria.

“La historia no se repite, pero a menudo rima”, escribió Mark Twain.

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