El mundo se conmocionó por la muerte de la directora de fotografía de la película Rust, Halyna Hutchins, tras recibir un disparo mientras rodaban una escena donde el actor Alec Baldwin manipulaba un arma. Aunque al momento no se aclaró del todo el hecho, todo indica que en el interior del arma había una bala de plomo en lugar de las de “fogueo”.

¿Qué es una bala de fogueo?

Para las filmaciones de películas, series y programas de televisión donde tienen que realizarse escenas con armas, existen distintos tipos de armamento y efectos especiales que se utilizan: réplicas que no tienen capacidad de disparar, armas que imitan todo el movimiento de una real pero solo realizan un efecto lumínico o armas reales que son cargadas con balas de fogueo. Las balas de fogueo son, aunque visualmente diferentes, muy similares a las reales en su funcionamiento. La diferencia está principalmente en la ausencia de plomo, poseen pólvora en la vaina y cartón en lugar del proyectil. Igualmente, existen protocolos de distancia de seguridad para evitar quemaduras por la pólvora. Todo indica que el arma que manipuló Baldwin estaba cargada con, por lo menos, una bala de plomo. Así lo denunció IATSE (International Alliance of Theatrical Stage Employees), el sindicato que nuclea a los trabajadores de los sets.

Reducción de costos en seguridad

Los especialistas en FX consultados por distintos medios nacionales dieron cuenta de que existen protocolos internacionales para el manejo de armas, explosiones y demás efectos especiales para proteger a los trabajadores de los sets durante las filmaciones. Y denunciaron algo que puede ser, al menos, una de las causas de la tragedia: en el afán de reducir los costos de las filmaciones, las empresas productoras optan por buscar formas de economizar en FX a costa de la seguridad de sus trabajadores. “Esto sucede en Argentina y en Hollywood” alertó uno de los especialistas consultados por el canal A24.

En el caso del set de Rust, quien estaba a cargo de la armería era Hannah Gutierrez-Reed, una joven cineasta de 24 años que estaba realizando sus primeros pasos y estaba ocupando el cargo de “jefa de armería”. La propia Gutierrez-Red declaró en una entrevista que estuvo a punto de no aceptar el trabajo por no considerarse preparada para la tarea y que lo que más le asustaba era tener que cargar balas de fogeo en un arma real (Infobae, 23/10). La elección de una joven casi sin experiencia para un cargo tan delicado probablemente tenga que ver con las intenciones de la patronal de reducir los costos.

Jornadas extenuantes, la otra cara de la tragedia

Para peor, la joven armera debía realizar la tarea en un contexto donde las patronales imponen jornadas extenuantes que superan las 12 horas de trabajo y con pocas horas de descanso entre una jornada y la siguiente. Es lo que vienen denunciando los trabajadores del cine y la tv de Hollywood que hace dos semanas se plantaron frente a los ritmos y jornadas que imponen las patronales contra su salud física y mental. En la misma semana que sucedió la tragedia debía realizarse un paro que finalmente no sucedió como consecuencia de un acuerdo entre el sindicato y las patronales. LA Times publicó una investigación que asegura que el mismo día de la tragedia una parte del equipo se retiró del set como medida de protesta contra las condiciones laborales, los recortes de presupuesto y bajos salarios. La respuesta patronal habría sido reemplazar a los trabajadores conveniados por otros no sindicalizados.

Este cóctel explosivo de recortes presupuestarios en áreas que hacen a la seguridad, con trabajadores mal dormidos y exhaustos creó las condiciones para que sucediera la tragedia. Los principales responsables de la muerte de Halyna Hutchins y las heridas de Dave Halls son la patronal que generó estas condiciones.

El espejo argentino

Debemos alertar que las condiciones que generaron la tragedia en Hollywood son las que las patronales de la televisión quieren imponer en Argentina. Lo dejó en claro Sebastián Ortega en su carácter de directivo de Telemundo, cuando pidió una reforma de las condiciones de trabajo para imponer una flexibilización del sector, jornadas extendidas, sin pago de horas extra y con menor tiempo de descanso. Como en Hollywood pero “argento”. Sin embargo, los deseos de la patronal ya se vienen llevando a cabo de hecho. Con la vuelta de los rodajes poscuarentena, los ritmos de producción se aceleraron, se imponen jornadas de más de 12 horas y con bajos salarios. Es lo que vienen denunciando los trabajadores de las OTTs (plataformas) a la burocracia del Satsaid (Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos) que mira para otro lado. Mientras tanto los trabajadores de las OTTs ni siquiera pueden afiliarse al sindicato o acceder a la obra social.

Mientras los candidatos de la oposición patronal se pasean por los canales pidiendo una reforma laboral y hasta provocando directamente a les compañeres en los estudios como hizo Tetaz en A24 cuando llamó a “no aferrarse a los puestos”, las patronales avanzan en una reforma de hecho con la complicidad de la burocracia sindical aliada al gobierno. Nos quieren llevar a las condiciones que están denunciando los trabajadores del cine y la tv de EE.UU. Desde La Naranja de televisión venimos denunciando esto y nos organizamos como oposición en el Satsaid y junto a la Coordinadora Sindical Clasista, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda para enfrentar la reforma laboral.