La guerra en Ucrania y las tendencias a una nueva contienda mundial

Gran charla en la Facultad de Filosofía y Letras

Fotos: Juan Diez

A pocas semanas de cumplido el tercer aniversario del inicio de la guerra en Ucrania, el Partido Obrero realizó este martes 11 una charla en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA para abordar la profundización de las tendencias bélicas a nivel global. Hablaron Facundo Miño (autor de varios artículos sobre el tema publicados en Prensa Obrera), Pablo Heller (dirigente del Partido Obrero y miembro de la Comisión Internacional del PO) y Gabriel Solano (dirigente del PO y legislador porteño del Frente de Izquierda).

Miño hizo un repaso del desenvolvimiento de la guerra en estos años, con su secuela de destrucción, muerte y penurias para las masas. Asimismo, puso de relieve que el retroceso ucraniano en el frente militar empujó al gobierno de Donald Trump a explorar una negociación con Rusia. Pero sostuvo que este proceso de negociaciones no cancela las tendencias de fondo a la guerra, dado que Trump busca liberarse las manos para avanzar en un enfrentamiento con China.

Se refirió, también, a las disputas interimperialistas entre la Casa Blanca y la Unión Europea, explicando que Trump quiere forzar a Bruselas a que se abastezca con el complejo militar estadounidense.

Heller señaló que el de Ucrania no es un conflicto aislado sino una manifestación de las tendencias globales a la guerra, que se verifican también en el Pacífico y en Medio Oriente. Enfatizó que la guerra responde a una necesidad de fondo del capital por contrarrestar su crisis. Al respecto, se refirió al nuevo “lunes negro” en Wall Street y a la confesión de Trump acerca de que Estados Unidos podría ingresar en recesión.

Con respecto a la agenda del presidente estadounidense, Heller sostuvo que es una tentativa de un imperialismo en retroceso por rediseñar el tablero geopolítico mundial. Ese plan -dijo- incluye entre sus objetivos un avance contra China y un desplazamiento del régimen iraní, pero también apunta a un sometimiento de la Unión Europea.

Planteó que el hecho de que Trump negocie con Putin no significa, sin embargo, que se detengan los propósitos imperialistas de Washington sobre Rusia y el ex espacio soviético. Recordó, al respecto, que cuando el entonces presidente norteamericano Richard Nixon pactó con China, como parte de su intento por aislar a la Unión Soviética, empezó también un proceso de colonización económica sobre la nación asiática. En definitiva, sería un dislate considerar a Trump como un pacifista debido a la apertura de una negociación con el Kremlin. El magnate es el agente de un imperialismo que busca recuperar la iniciativa.

En este contexto, consideró que los Brics no son una alternativa al imperialismo y puso de relieve la heterogeneidad que caracteriza a ese bloque de naciones.

Por último, Heller planteó que, así como en la primera guerra mundial la izquierda sucumbió y se alineó con sus respectivas burguesías, hoy la izquierda es tributaria de la Otan en el conflicto en Ucrania, y en menor medida del régimen reaccionario de Putin. En ese marco, valoró el reagrupamiento internacionalista reunido en 2024 en Buenos Aires, que plantea la unidad obrera frente a la carnicería imperialista y llama al derrocamiento de los gobiernos de la guerra y el hambre.

Solano consideró las tendencias a la guerra como propias de un capitalismo en declive. Se refirió al planteo trumpista de recuperar el lugar perdido por Estados Unidos, y también al plan de rearme europeo.

La guerra, sostuvo Solano, plantea agudamente el problema de la revolución. En términos históricos, a la guerra franco-prusiana le siguió la Comuna de París; a la Primera Guerra Mundial, la revolución rusa. Por tanto, la revolución plantea también el problema de la estrategia de la izquierda.

Las tendencias a la guerra explican, al mismo tiempo, los cambios en los regímenes políticos y una derechización que apunta a quebrar a las masas para imponer los planes belicistas. Si avanzan las tendencias a la guerra –marcó Solano-, avanzan las tendencias fascistizantes. El gobierno de Milei tiene que ser entendido en este contexto.

Solano también valoró el reagrupamiento internacionalista, que acaba de editar una declaración política e impulsa una conferencia en Europa para mediados de año. Es el intento de desarrollar una intervención política independiente de la clase trabajadora frente a la barbarie capitalista.

Los alcances de la política imperialista de Trump en Ucrania y el rearme europeo
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prensaobrera.com