Internacionales
24/9/2025
Las protestas de la "Generación Z" en Perú

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Como en Nepal, la bandera pirata también fue adoptada como un símbolo por los manifestantes
Miles de jóvenes se movilizaron este fin de semana en Perú, durante dos jornadas consecutivas, en lo que fue calificado por los medios como una irrupción de la Generación Z, vale decir, los menores de 30 años. Si bien el detonante de las protestas fue una reforma previsional aprobada por el Congreso, el reclamo se extiende a la precariedad laboral, la corrupción política y la represión estatal. De hecho, el gobierno desplegó miles de efectivos que embistieron contra manifestantes y periodistas que cubrían las jornadas.
La reforma aprobada por el parlamento obliga a los mayores de 18 años a afiliarse a una AFP (jubilación privada) o a la ONP (el sistema estatal de pensiones). Presumiblemente, para una generación golpeada por los bajos salarios, la informalidad y la inestabilidad laboral, esta resolución trae más problemas que soluciones. Más aún, si se tiene en cuenta los negociados y estafas que caracterizan al sistema de las AFP.
Pero además, en las manifestaciones están presentes los reclamos por las víctimas de la represión del gobierno de Dina Boluarte, que llegó al poder tras el golpe de Estado contra Pedro Castillo, a fines de 2022. Boluarte enfrenta cuestionamientos crecientes por el desarrollo del crimen organizado, las leyes de impunidad para los crímenes del fujimorismo y una pobreza que envuelve, cuanto menos, a un tercio de la población. Hay encuestas que le atribuyen a la mandataria una desaprobación del 97%. Sobrevive gracias al apoyo legislativo del fujimorismo.
El aumento en los homicidios desató un proceso de movilización de los gremios de transportistas. Los estados de emergencia impuestos por el gobierno en Lima y otros distritos del país solo redundaron en una supresión de libertades democráticas, sin contrarrestar el delito. Paralelamente, se reactivó la lucha en el Valle del Tambo contra el megaproyecto minero contaminante de Tía María, que el gobierno quiere imponer a toda costa, y que ya estaría ingresando en su fase de construcción. El paupérrimo estado de la salud pública, a su turno, desató una huelga por tiempo indefinido el 9 de septiembre, que se cerró por estas horas con el compromiso oficial de una asignación por cumplimiento de actividades. A pesar de los diversos focos de conflicto, está ausente cualquier tipo de plan de lucha por parte de la CGTP.
Las movilizaciones de la juventud se producen al margen de las organizaciones tradicionales, y adoptaron como uno de sus símbolos la bandera pirata del animé One Piece, como en Nepal e Indonesia. Revelan una creciente insatisfacción ante la absoluta falta de perspectivas que le ofrece el sistema capitalista. El desafío es traducir ese malestar en una lucha política contra los gobiernos capitalistas y por una salida socialista.
