Los campesinos de la India reemprendieron este mes las movilizaciones que llamaron la atención del mundo entero en 2020 y 2021. En aquel entonces, se sublevaron contra una serie de leyes –finalmente retiradas- del gobierno de Narendra Modi (del Bharatiya Janata Party, BJP) que desregulaban el sector y amenazaban con llevar a la ruina a los pequeños agricultores, al eliminar la intermediación estatal y los precios sostenes y obligarlos a vender en forma directa a los mayoristas.

Ahora, los sindicatos agrícolas denuncian el incumplimiento de una serie de compromisos oficiales y demandan un precio sostén para una veintena de productos (entre ellos arroz y trigo), la condonación de deudas, el retiro de causas judiciales contra manifestantes y la garantía de una pensión de 10 mil rupias (equivalente a 120 dólares) para los mayores de 60 años.

Las negociaciones entre las partes fracasaron. Así, desde los estados vecinos de Punjab y Uttar Pradesh, cientos de tractores empezaron la semana pasada una caravana hacia Nueva Delhi. Durante el conflicto de 2020-2021, los campesinos ya habían acampado durante meses en las afueras de la capital india.

El gobierno montó barricadas en las rutas con alambres de púa y bloques de cemento, pero los agricultores desafían los obstáculos, apelando a excavadoras y aplanadoras, según la agencia AP (reproducido por La Nación, 21/2). A su vez, las fuerzas policiales lanzaron gases lacrimógenos y atacaron a los manifestantes el miércoles 21 en una localidad ubicada en la frontera de los estados de Punjab y Haryana, dejando como saldo un muerto y varios heridos.

Mientras los campesinos reclaman que el gobierno los deje realizar libremente su caravana, éste vuelve a acusarlos, como en el pasado, de tener una motivación electoral, ya que para abril de este año están convocados los comicios en que Modi se juega su reelección.

Como en noviembre de 2020, la nueva oleada de movilizaciones campesinas plantea la oportunidad de un gran movimiento conjunto con la clase obrera contra el gobierno reaccionario y proimperialista. En ese momento, 250 millones de trabajadores participaron de un paro general contra los intentos oficiales de cercenar el derecho a huelga y avanzar en una mayor precarización laboral.

En la nación más poblada del mundo, esta unión obrero-campesina tendría enormes potencialidades.

https://prensaobrera.com/internacionales/dos-anos-de-guerra-en-ucrania