“Operativo amanecer”, otra masacre sionista contra la Franja de Gaza

La situación tras el cese al fuego

44 palestinos murieron por los ataques aéreos

Después de tres días de bombardeos sionistas contra la Franja de Gaza que dejaron 44 palestinos muertos (entre ellos varios niños), Israel y la Jihad Islámica arribaron -con la mediación de Egipto- a un acuerdo de cese al fuego.

El “operativo Amanecer” del ejército israelí había comenzado el viernes con la liquidación en un ataque aéreo de un dirigente de la organización mencionada, que está presente en el enclave y tiene lazos con Irán.

Israel tenía preparada la agresión al menos desde el martes, cuando cerró totalmente los dos cruces fronterizos con la Franja que están bajo su control (el tercero, de Rafah, está al mando de Egipto, configurando un bloqueo conjunto que lleva más de quince años). Un día antes, había detenido en Cisjordania a uno de los dirigentes del grupo islámico.

A raíz de la intensificación del bloqueo, durante el fin de semana, en medio de los ataques, debió cerrar la única central eléctrica del enclave y faltaban suministros médicos para atender a los heridos.

La Franja de Gaza, un pequeño territorio de 362km2, concentra más de 2 millones de personas que viven hacinadas. Ha sido definida como un campo de concentración a cielo abierto.

La Jihad Islámica respondió al operativo del viernes con el lanzamiento de más de 300 cohetes, pero casi todos ellos fueron interceptados por el sistema Domo de Hierro israelí, lo que muestra una vez más la total desproporción de fuerzas militares entre los bandos.

Como los ataques no se dirigieron a su organización, Hamas -la fuerza que gobierna la Franja- se mantuvo al margen de las hostilidades.

Israel atraviesa una gran inestabilidad política. La coalición gobernante, un heterogéneo bloque que contaba con una mayoría estrecha, se deshizo en junio, abriendo el camino a la quinta elección parlamentaria en apenas tres años. Ante el acercamiento de esos comicios, que se llevarán a cabo en noviembre, el primer ministro interino Yair Lapid busca explotar los bombardeos contra la Franja para posicionarse políticamente y lograr su continuidad en el cargo. En Israel, las fuerzas y figuras políticas compiten en mostrar severidad y capacidad de daño sobre el pueblo palestino.

El presidente norteamericano, Joe Biden, respaldó los ataques israelíes con el viejo argumento del derecho de Israel a defenderse, esto pese a que incluso una enviada de Naciones Unidas, Francisca Albanese, calificó los hechos como una “agresión flagrante”. La actitud de Biden vuelve a mostrar la hipocresía del imperialismo, que finge preocupación por los derechos humanos en Ucrania mientras hace alianzas con toda clase de gobiernos criminales -hace poco el mandatario estadounidense posó con el príncipe saudita Mohammed ben Salman.

Las últimas agresiones contra la Franja vienen precedidas por el crimen de Shireen Abu Akleh, la corresponsal de la cadena Al Jazeera. En mayo de 2021, en tanto, los bombardeos sobre el pequeño territorio costero dejaron más de 250 muertos. En aquel entonces, las manifestaciones y una huelga general conjunta en Cisjordania y Jerusalén Este mostraron la resistencia del pueblo palestino.

Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista. Por una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.