Reino Unido: crisis política en la conferencia fundacional de Your Party

Jeremy Corbyn intentó un putsch contra el ala izquierda y fue derrotado en votaciones clave

En la conferencia fundacional participaron 2.500 delegados

El pasado fin de semana se llevó a cabo en Liverpool la Conferencia de Your Party, a la que asistieron 2.500 delegados, elegidos por sorteo, de distintas regiones de Reino Unido. El sorteo de participantes, en vez de la votación democrática fue una de muchas restricciones colocadas por un núcleo de diputados y burócratas sindicales que nucleados alrededor del ex-líder del Partido Laborista quieren dirigir como un aparato electoral personal al nuevo partido que se está organizando. Todo el proceso de constitución del nuevo partido estuvo signado por límites burocráticos, donde las asambleas locales solo podían discutir fragmentos de las propuestas de esta camarilla elegida por nadie y no podían votar, sino “hacer propuestas” hacia la conferencia.

Desde el anuncio de su conformación se han puesto a la luz profundas diferencias entre sus máximos exponentes, Jeremy Corbyn y Zarah Sultana. Recordemos que el anuncio de Sultana sobre la conformación de un nuevo Partido, en ruptura con el histórico Labour Party, ha acelerado tiempos que los diputados de Independent Alliance, y su máximo exponente, Jeremy Corbyn, no parecían estar dispuestos a dar. Sin embargo, la favorable y masiva respuesta popular a la iniciativa no dio lugar a las vacilaciones. El enorme salto de romper con uno de los partidos más importantes del régimen político inglés, que encarna desde hace más de un siglo la política de un sector de la burguesía británica arrastrando a la clase obrera tras de sí, a través de la burocracia sindical, era evidentemente una tarea que reclamaban las masas y que Sultana fue capaz de canalizar, arrastrando a Corbyn con ella.

La camarilla alrededor de Corbyn anunció que serían excluidos quienes pertenezcan a otras organizaciones políticas, un latiguillo macartista histórico de los laboristas para excluir a organizaciones de izquierda que han integrado el laborismo.  Varios de los diputados y burócratas sindicales ligados a él han llamado a moderar el discurso del nuevo partido, limitándose a reclamos económicos, y evadiendo la defensa de sectores que son colocados como objetivo de la ultraderecha en ascenso, como los migrantes y los trans. Han promovido que Corbyn debe ser el líder personal del nuevo partido, oponiéndose a la votación de una elección colectiva. El esquema propuesto por este sector quiere armar un aparato electoral sin base militante. Sultana, proviniendo del mismo laborismo se ha opuesto en cada uno de esos puntos, incluyendo la incorporación de todas las organizaciones socialistas para lograr “la unidad de la izquierda”, que el partido debe estar “vinculado a las luchas” y defender a todos los sectores oprimidos y que debe tener una dirección electa. Sultana realizó una gira propia de actos previos a la conferencia alrededor de esta plataforma. El debilitamiento del ala Corbyn previo a la conferencia se marcó en que se retiraron del proyecto de nuevo partido dos de los diputados que expresaron posiciones más conservadoras, Adnan Hussain e Iqbal Mohamed.

La conferencia se desarrolló en un marco de fuertes tensiones internas. Fue precedida por la expulsión por correo electrónico la noche anterior de la conferencia de miembros del ala izquierda, entre ellos colaboradores de Sultana y sobre todo una cantidad de militantes y dirigentes del Socialist Workers Party (SWP). Este golpe de mano del grupo de Corbyn fue denunciado públicamente por Sultana como una caza de brujas. Ella rechazó las expulsiones, realizó mociones por una dirección electa y la habilitación de doble pertenencia (limitada a las organizaciones que reconozca la futura dirección) y boicoteó la primera jornada de la conferencia en protesta a las medidas tomadas.

La conferencia resolvió que el nombre del nuevo partido será finalmente Your Party (una decisión que marca el carácter políticamente difuso del nuevo agrupamiento, ya que eligió una denominación anodina que evita conscientemente denominaciones propuestas que referían al socialismo o la clase obrera) y que buscará presentarse como una alternativa de “izquierda más radical” al tradicional Labour Party. Este carácter políticamente confuso estará colocado a prueba rápidamente. Mientras los choques internos han bajado mucho el precio en términos electorales, ha levantado mucho en las encuestas electorales el Partido Verde, de larga trayectoria institucional, y hay una gran presión a una colaboración electoral con este sector que se presenta ahora en una versión “izquierdista”, cosa que no fue discutida en la controvertida conferencia.

También se votó por un estrecho margen de 51.6% vs. 48.4% la conformación de un liderazgo colectivo contra el tradicional liderazgo individual. Para esto se conformará un Comité Central Ejecutivo compuesto por miembros ordinarios del nuevo Partido, con funciones públicas como presidente, vicepresidente y vocero. Es decir, que los parlamentarios quedan excluidos de cargos ejecutivos. De conjunto, el ala izquierda de los diputados escindidos del laborismo, Sultana, emergió como vencedora del choque interno, apoyada en la base que se agrupó alrededor del partido.

En Reino Unido las tendencias a la descomposición del régimen político, producto de la crisis de la economía capitalista y su retroceso como potencia imperialista se expresan directamente en la crisis de los partidos que gobernaron durante todo el siglo XX y el primer cuarto del siglo XXI. A diferencia de la experiencia yanqui donde Mamdani se presenta como una alternativa izquierdista dentro del histórico Partido Demócrata que forma parte del régimen político de EEUU desde hace dos siglos, por un lado, y por el otro, la ultraderecha ha copado con Trump Partido Republicano.

En Reino Unido, la fundación de Reform UK en 2018 ha arrastrado a diferentes referentes del Partido Conservador (tories) sobre todo en el último año. The Guardian reporta que hay al menos 60 candidatos locales de Reform UK que antes formaban parte de los tories y al menos 11 ex diputados. Farage ya ha dicho que considera inevitable que el Partido Conservador se avenga a darle apoyo a Reform en las próximas elecciones y la mayoría de las encuestas lo dan por ganador de las próximas elecciones.

Sultana ha recogido el guante de esta tendencia que reposa sobre una profunda agudización de la lucha de clases en Reino Unido. Por un lado, el proceso inflacionario que sufrieron los trabajadores ingleses, producto de la pandemia que llevó a una importante oleada de huelgas en 2022-3, y el movimiento pro-Palestina que tiene el valor de plantarse contra el genocidio y denunciar la complicidad total del gobierno británico con éste. Por el otro, la derecha, encarnada en Reform UK que viene llevando adelante pogromos, promovidos por fake news, contra los inmigrantes (en agosto de 2024) y viene de desarrollar una masiva marcha anti-inmigrantes.

Problemas de forma que encierran fuertes diferencias de contenido

Tanto Sultana como Corbyn, colocan en el centro del debate la forma en la que debe organizarse el Partido, un “Partido ampliamente democrático” es el supuesto objetivo común que contrasta con esta corta y desafortunada experiencia de los últimos 6 meses y con la reciente Conferencia que expresó las fuertes diferencias políticas que, en realidad, encierran problemas políticos de fondo.

La Conferencia votó los lineamientos de un manifiesto político, que se terminará de redactar en los próximos meses, la constitución, las reglas y la estrategia organizativa. Luego la votación se ratificó online, por cada miembro del partido bajo la disposición “un miembro = un voto”.

La declaración política propuesta centra su planteo en la redistribución de la riqueza, las libertades democráticas, los derechos laborales, la justicia social y el cuestionamiento a las políticas imperialistas. Corbyn ha hablado de la necesidad de un “socialismo real” pero su discurso es moderado en relación al de Sultana. No olvidemos que Corbyn es un hombre de Estado con una enorme trayectoria en el Partido Laborista, y en esta conferencia se ha presentado con sectores que claramente actuaron contra las luchas de la clase obrera, como es el caso del ex Secretario General del sindicato Unite the Union Len McCluskey, acusado de graves casos de corrupción.

Sin embargo, las votaciones de conjunto muestran una primacía del ala más radicalizada de Your Party, encabezada por Sultana que ha logrado que se ratifiquen los derechos trans como parte central de la plataforma del partido y que ha llevado mucho más allá su posicionamiento respecto de Palestina con el planteo de un Estado único, secular, con igualdad de derechos para todos y ruptura de relaciones diplomáticas con Israel. Respecto de la guerra en Ucrania critica rotundamente a la Otan, a diferencia de Corbyn que defiende los acuerdos de Minsk, cuestiona el comercio de armas y la describe como una guerra imperialista que en favor de Occidente. Sultana, en algunos de sus discursos, ha llegado a hablar de la necesidad de la nacionalización con control obrero de la industria y de la economía en general. Se presenta como la “Mamdani” del Reino Unido y no pierde oportunidad de mostrar la relación cercana que mantiene con el flamante alcalde de Nueva York.

Una unidad atada con alambres

El denominador común que aglutina a todos estos sectores es la necesidad de presentar una alternativa al enorme crecimiento de Reform UK en los últimos años y a la catástrofe del gobierno laborista de Starmer, profundamente ajustador y represivo, que va a un desastre electoral y pavimenta el ascenso de la ultraderecha.  Pero este crecimiento no puede entenderse por fuera del marco general de la crisis capitalista que empieza a hablar el idioma de la guerra.  Lo que ha estado fracasando para enfrentar a la derecha, son los planteos reformistas que presentan un programa edulcorado, que haga más amigable al capitalismo; que los ricos repartan su riqueza, que el Estado juegue un rol social, una verdadera utopía en las condiciones del capitalismo actual.

Uno de los aspectos fundamentales en este sentido es que Your Party se pronuncie en forma abierta contra la guerra imperialista y la intervención del Reino Unido en Ucrania. Que plantee que el Reino Unido deje de enviar hombres, armas y dinero al corrupto gobierno de Zelensky, títere de los gobiernos militaristas de Europa y Estados Unidos, que usan a los trabajadores ucranianos como carne de cañón para dirimir diferencias interimperialistas con Rusia. Gastos que pagan los trabajadores británicos con ajustes en salud, educación, jubilaciones y bajos salarios. Ese va a ser un golpe contra la derecha británica.

Porque lo que realmente está adelante cuando se enfrenta a Reform UK es la barbarie guerrerista de la etapa actual del capitalismo. Reform UK, en todas sus manifestaciones, invoca la violencia y el odio racial como parte de esta escalada guerrerista buscando incorporar a las masas a la lógica de la guerra, promoviendo un enfrentamiento con otro negativizado, trabajador e inmigrante, que debe ser aniquilado. Enfrentarlos realmente tiene que ir de la mano de construir una alternativa de los trabajadores con un programa de independencia que imponga la nacionalización de la industria, del comercio exterior, con control obrero. La lucha por un programa revolucionario y la construcción de un partido que esté a la altura de esta tarea es la principal tarea de los revolucionarios.

La tensión entre un proyecto electoralista y la necesidad de una fuerza política que expresa las luchas de la clase obrera no ha sido resuelta para nada por esta conferencia, ni lo puede estar entre las variantes que expresan Corbyn y Sultana. Por más progresivos que sean muchos de los planteos de Sultana, cuyo avance es una muestra de la radicalización de miles de trabajadores y jóvenes, un partido de la clase obrera no puede limitarse a la unificación superestructural de la izquierda en un “partido amplio” que reúna para las elecciones a elementos completamente disímiles. Un movimientismo electoral amplio y de izquierda no va a ser una base sólida para superar estas trabas, sino que las va a recrear a futuro.

Los choques que se expresan no son en sí mismo negativos, como escuchamos lamentar a muchos buenos compañeros, preocupados porque se pierda una oportunidad de un avance electoral de la izquierda. La superación del laborismo y de los vicios de aparato burocrático integrado al Estado que Corbyn quiere replicar fuera del laborismo solo pueden ser superados por un avance de un sector amplio de la vanguardia hacia posiciones de independencia de clase y de construcción de un partido orgánico dedicado a la intervención en la lucha de clases, construido en cada barrio, lugar de trabajo y de estudio. Un partido de combate de la clase obrera, que resuelva la tensión entre centralización para la acción y democracia participativa en función de la máxima movilización en la lucha política y de clases y la formación de cuadros revolucionarios.

Dejar de lado la lucha por una clarificación política programática en pos de la “unidad”, la idea de un partido que “nos cobije a todos”, sobre algunos conceptos generales no solo va a llevar a la clase obrera y a la izquierda que se reclama revolucionaria, a una nueva frustración, sino que además nos condena a repetir experiencias como las de Syriza.

Es muy importante que los revolucionarios podamos sacar conclusiones de estas experiencias y avanzar en una lucha por un programa revolucionario. Esta es la tarea del momento. Reforzar a esos sectores dispuestos a la lucha, y dotarlos de una herramienta que organice el combate a la derecha y proponga una alternativa de poder real de la clase obrera. Este, más que nunca, es el momento para discutir el programa que debe tener ese Partido, porque de esa lucha política y de la intervención en la lucha en las calles y los sindicatos, van a decantar los cuadros que forjen una dirección verdaderamente revolucionaria que puedan encarar la próxima etapa donde los conflictos se van a profundizar de manera acelerada.

Movilizaciones antifascistas en Croacia
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prensaobrera.com