Internacionales
8/11/2024
Europa League
¿Un pogrom en Amsterdam? Papelón mundial del sionismo
Buscan victimizar a la barrabrava del Maccabi Tel Aviv que robó banderas palestinas y cantaba canciones racistas y progenocidio.
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Integrante de Judíes x Palestina
Los hooligans israelíes cantaban “no hay escuelas en Gaza, porque no quedan niños”.
Luego del partido entre el Ajax (Países Bajos) y el Maccabi Tel Aviv (Israel), hinchas locales y activistas por Palestina se enfrentaron a los barrabravas israelíes, luego de una larga serie de provocaciones. Ni lerdos ni perezosos, los representantes del sionismo en todo el mundo y sus medios afines salieron al instante a victimizarse, denunciando “un pogrom en Amsterdam”. Nada más alejado de la realidad.
En la previa y durante el partido, la hinchada del equipo israelí actuó con la misma prepotencia y cinismo con que actúan a diario las Fuerzas de “Defensa” Israelíes y los colonos sionistas. Violentaron casas, arrancando banderas palestinas de ventanas y balcones; atacaron taxis conducidos por árabes; cantaron letras racistas y progenocidio (“que las IDF ganen para cog3r a los árabes”, “no hay escuelas en Gaza, porque no quedan niños”); y hasta se burlaron y chiflaron durante el minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones por la Dana en Valencia.
Como era de esperar, luego del partido llegaron las respuestas. Cinco personas resultaron hospitalizadas por heridas y hubo más de 60 detenciones. Pero los videos en las redes sociales abundan, lo que pasó está más que claro, y no hay ningún elemento que ligue los hechos de violencia a una discriminación antijudía.
El gobierno de Netanyahu envió aviones a Amsterdam para repatriar a los ciudadanos israelíes. La Daia y exponentes sionistas como Daniel Lerer, Romina Manguel y la conductora Cristina Pérez salieron a denunciar, al igual que sus pares en todo el mundo, un pogrom antijudío. Una banalización inaceptable, que pisotea la memoria de los miles de judíos caídos por los verdaderos pogroms antisemitas en la Rusia zarista y en la Europa de comienzos del siglo XX. Al igual que con el Holocausto, Israel y sus adeptos instrumentalizan estos sucesos históricos para victimizarse en la actualidad y presentar el genuino repudio popular al sionismo racista, supremacista y colonizador como una forma de antisemitismo.
La doble vara es absoluta: el silencio internacional fue atroz en marzo, cuando la misma hinchada que hoy pretende ser exhibida como víctima apaleaba masivamente a un árabe en Atenas, Grecia.
Mientras, continúa el genocidio en la Franja de Gaza, la limpieza étnica, las anexiones ilegales en Cisjordania, los ataques en Líbano e Israel sigue teniendo en su poder a miles de palestinos rehenes bajo “detenciones administrativas”. Todo con el apoyo cerrado de todas las corrientes políticas a nivel mundial que son herederas de la complicidad con el Holocausto y los pogroms del siglo pasado, corrientes políticas que cobijan en su interior a grupos neonazis y antisemitas, blanqueados como “amigos de Israel”. En el siglo XXI, los pogroms son organizados por los colonos sionistas contra la población palestina en Cisjordania, protegidos en su accionar fascista por el Ejército israelí.
La mentira tiene patas cortas y la victimización sionista ya no resulta creíble para nadie. El sionismo, el imperialismo y sus aliados van a tener muchas dificultades para seguir presentando a Israel como una víctima que se defiende, cuando el mundo entero ve con sus propios ojos el genocidio sobre el pueblo palestino. Pero Palestina resiste, y somos miles los judíos y judías de todo el mundo que decimos “No en nuestro nombre”. Todos los pueblos del mundo debemos unirnos para apoyar a la resistencia palestina y derrotar al imperialismo en Medio Oriente y en todo el planeta.