Juventud

9/11/2020

Carta abierta a la juventud argentina

Guernica: una imagen de la Argentina hoy.

La semana pasada, con Berni a la cabeza y el aval explícito de Kicillof, el gobierno desalojó la recuperación de tierras de Guernica quemando casillas y cazando a diez cuadras del predio a las familias y a quienes nos solidarizamos con la causa. Como si esto fuera poco, impulsaron una campaña en la que culpabilizan al Partido Obrero del desalojo impulsado por ellos mismos, mientras paralelamente se jactan en las redes del gobierno de la Provincia de Buenos Aires de haber impulsado más de 868 desalojos y haber apresado a 524 personas. El nivel de surrealismo para denunciar a la izquierda llegó al punto de acusarnos de tirar los gases lacrimógenos y de quemar a las familias sus propias pertenencias, lo cual muestra un grado de inmoralidad para denunciar a quienes luchamos bastante grosero y que debería llamar la atención de cualquier persona con un mínimo de honestidad intelectual.

Falta de acceso a la vivienda y un sector importante de la población expulsado a la calle, represión estatal para callar ese reclamo en nombre de una propiedad privada cuya mayoría de la población está excluida en acceder, pero también organización colectiva de lxs trabajadores. Todo eso es Guernica y es una imagen bastante representativa de lo que es hoy la Argentina.

De acuerdos nacionales y desalojos

Un día antes del desalojo, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner sacó una carta en donde plantea un gran acuerdo nacional “con todos los sectores”. Días después, Martín Guzmán se reunía con Coto, Magnetto y Paolo Rocca (el miserable que despidió 1.400 personas en el medio de la pandemia) en representación de la Asociación de Empresarios Argentinos para garantizarles que la reducción del déficit fiscal iba a ser más grande que la planteada por el presupuesto 2021.

El acuerdo nacional que plantea el gobierno es antes que nada un pacto con los capitalistas para garantizar sus ganancias y regimentar a lxs trabajadores. En ese sentido, la baja de las retenciones a las aceiteras, las paritarias a la baja en casi todos los gremios exceptuando el SUTNA, el acuerdo con la policía (tan necesaria para reprimir en este momento), la media sanción de un presupuesto 2021 que reduce el déficit fiscal del 8% al 4,5%, los recortes salariales acordados con la CGT y la UIA, la ofrenda de bonos en dólares a tasas siderales para que el capital financiero haga negocios enormes, entre otras cosas, son la garantía que da el gobierno a los capitalistas hacia ese nuevo acuerdo nacional.

En este punto, el desalojo en Guernica es un mensaje político doble: por un lado a los capitalistas de que este es un gobierno que va a fondo por sus intereses y por el otro lado a lxs trabajadores de que si quieren enfrentarlos habrá represión. Fue también uno de los puntos en los que se apoyó Guzmán en la reunión con dichos empresarios para afirmar que no está en discusión la propiedad privada.

La juventud militante es la que está con lxs trabajadores

Guernica y las propias políticas del gobierno tiran abajo el argumento de que mediante la incorporación en ministerios y legislaturas de “jóvenes” y “feministas” se daría una “lucha desde adentro” y de esta forma los intereses de lxs trabajadores y la juventud ingresarán al Estado. ¿Pero acaso la existencia de un Ministerio de la Mujer les sirvió a aquellas mujeres de Guernica que escapaban de situaciones de violencia de género y fueron apaleadas por el Estado? ¿Cuánto le aportan a las mujeres los presupuestos “con perspectiva de género”, cuando son esas mismas mujeres las que van a sufrir las consecuencias del ajuste sobre lxs trabajadores en éste? ¿Y el aborto legal, seguirá cajoneado por los vínculos del gobierno con la Iglesia?

Aquellas organizaciones que se integraron al gobierno con esa premisa, lejos de dar alguna “disputa”, votan los presupuestos de hambre del FMI y las políticas de hambre del gobierno. Algunas, como para hacer que luchan, montan con Grabois circos como el de Entre Ríos “en defensa de la propiedad privada de Dolores Etchevehere y su derecho natural de herencia”, mientras en la vida real las familias de Guernica son desalojadas y en donde las mujeres no reciben de parte de las funcionarias la sororidad que sí tienen con una hija de la oligarquía. Para hacer más burdo todo, estas organizaciones denunciaban a la izquierda por movilizarse por Facundo Astudillo Castro de expandir el virus, pero no tuvieron problema en ir a la Sociedad Rural a pedir por una pelea entre ricos. ¿Acaso el covid-19 respeta el derecho a herencia y no así las luchas contra la impunidad?

No creemos que la mayoría de quienes votaron al gobierno o incluso quienes militan en organizaciones afines tengan como perspectiva tener un puestito en el Estado mientras en todo el país impulsan desalojos a quienes no tienen donde vivir y aplican los planes del FMI. Les proponemos a esas personas que rompan en su apoyo al gobierno y se sumen a la verdadera militancia: la que está con lxs trabajadores, ya sea en Guernica o en los barrios del país organizadxs con el Polo Obrero contra el hambre, la que pelea en los sindicatos contra burócratas que firman paritarias a la baja, la que como Mariano Ferreyra le pone el cuerpo a las luchas populares de nuestro país.

Por una salida de lxs trabajadores

Ya sea con una nueva devaluación, con la emisión de deuda dolarizada o cualquiera de las medidas en debate, somos lxs trabajadores y la juventud quienes pagamos los platos rotos. Esto implica poner arriba de la mesa una cuestión de fondo: este régimen capitalista no tiene nada para ofrecernos. Las medidas que se presentan como “imposibles o irreales” hoy son necesarias para poder salir de la crisis en las que nos llevaron los sucesivos gobiernos.

Para llevar adelante un plan de viviendas y solucionar el problema habitacional es necesario que se deje de pagar la deuda usuraria a costa de lxs trabajadores; para que la renta diferencial argentina pueda ser aprovechada es necesaria la nacionalización del comercio exterior y de los pooles de siembra; para que sean los capitalistas quienes paguen la crisis tenemos que pelear por un verdadero gobierno que represente los intereses de lxs trabajadores. Es ese programa el que impulsamos desde el Partido Obrero y el que vamos a agitar en nuestro acto el 14 de noviembre. Sumate!