Con el 40% de los votos, La Izquierda al Frente, encabezada por la UJS-Partido Obrero, obtuvo una holgada victoria sobre El Colectivo, la alianza entre el FUP (La Cámpora-Nuevo Encuentro) y La Juntada (La Mella-Patria Grande), respectivamente segunda y tercera fuerza en las elecciones de 2015 del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

 

Un año de luchas

 

La elección condensó el balance de un año marcado por una fuerte intervención del movimiento estudiantil, con un protagonismo destacado del Cefyl. Ya en oportunidad de la histórica movilización del 12 de mayo, se produjo una diferenciación de envergadura: los K intentaron restringirla al Ministerio de Educación, en un operativo montado junto a los rectores y decanos, pero el grueso de la gigantesca columna siguió su camino a la Casa Rosada, en una confrontación política directa con el gobierno ajustador.

 

Días antes, La Juntada y el FUP se habían opuesto a la toma en la facultad de Filosofía y Letras, que tuvo una masividad inédita y estimuló el proceso en otras facultades. Muy rápidamente se habían demostrado como un factor de contención (y división) del movimiento encabezado por los docentes combativos de AGD-UBA y de la Conadu Histórica.

 

La facultad también atravesó otra experiencia política, inscripta en la rebelión de las mujeres que conmueve al país y tuvo sus expresiones más destacadas en los Ni Una Menos y el Paro Nacional de Mujeres. La lucha por la separación de Dante Palma, ex panelista de “6-7-8” y docente abusador, chocó con la empecinada protección de las autoridades kirchneristas. Fueron derrotadas con la movilización.

 

Maniobras

 

El Colectivo buscó en su campaña “nacionalizar” el debate, en un intento de hacer chocar el antimacrismo del estudiantado con la supuesta “izquierda sectaria”. Pero el tiro les salió por la culata: los estudiantes rechazaron mayoritariamente la participación del FpV en el ajuste, desde el apoyo brindado a las principales leyes en el Congreso, hasta la precarización laboral ejercida por las propias autoridades de la facultad sobre los docentes y no docentes.

 

La táctica de los K consistió en camuflarse detrás de La Mella, que llevó la batuta de una campaña electoral pseudo-izquierdista. Pero esta maniobra de encubrimiento chocó con sus propios límites, ya que en el mismo proceso electoral afloraron las prebendas que los unen a la decana Graciela Morgade. Para colmo, los propios funcionarios exhibieron su torpeza haciendo campaña abierta por El Colectivo. Quedó claro que El Colectivo era la pata estudiantil de la gestión privatista.

 

El fracaso del  Frente Ciudadano

 

En las elecciones simultáneas de Juntas Departamentales, el resultado también fue abrumador. La izquierda obtuvo un plebiscitario 49% en la carrera de Historia y alcanzó la minoría estudiantil en las juntas de Filosofía y de Letras, de las cuales el Colectivo quedó desplazado. En Antropología, la mayoría fue conquistada por un reagrupamiento independiente y la izquierda también realizó una gran elección alcanzando el tercer puesto; La Mella pasó del primero al cuarto lugar. Otras listas apoyadas por la izquierda se vieron ratificadas con enormes guarismos, como en Geografía y Artes (62% en ambos casos).

 

Se trata de una demostración palpable de la descomposición política sufrida por La Mella, que no sólo fracasó en retener sus votos para sumarlos al frente kirchnerista, sino que se derrumbó allí donde era aparentemente más fuerte. En contraposición, el Partido Obrero y la izquierda se revelaron como una fuerza en ascenso, que sumó nuevos apoyos con la incorporación de Juventud Insurgente a la conducción.

 

El objetivo del “Frente Ciudadano” de El Colectivo, que ya se había estrenado en otras facultades, es colocar a la Fuba en el eje de los “movimientos sociales” y la CGT, aglutinados en torno al Vaticano y encausados en la preservación de la gobernabilidad. La elección de Filosofía y Letras es un golpe a este propósito reaccionario.

 

Perspectivas

 

El Cefyl sigue de pie para encarar la lucha independiente contra la degradación educativa que llevan adelante el gobierno y las autoridades y por todas las reivindicaciones populares ante el ajuste en curso.

Por sobre todo, se trata de un gran punto de apoyo para el desarrollo de una juventud socialista y revolucionaria. En esta perspectiva, la UJS ya está embarcada en una enorme convocatoria al acto del Frente de Izquierda en Atlanta para la construcción de una alternativa política de los trabajadores.