Juventud
11/9/2025
La debacle de Milei y los desafíos de la juventud trabajadora
A organizar la movilización popular para derrotar el veto y por el Fuera Milei. La importancia del Congreso Nacional de la UJS.

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Foto: archivo.
La situación política cambió diametralmente. La paliza del 7S que sufrió Milei en las urnas bonaerenses, que representa casi el 40% del padrón electoral nacional, es inapelable. Si antes de la votación el gobierno libertario caminaba por un palo enjabonado, ahora el riesgo de Milei y su pandilla de corruptos y estafadores es caer lisa y llanamente al precipicio. Sin embargo, preso de sus propias contradicciones, Milei aceleró y vetó la ley de financiamiento universitario pese a estar golpeado y sin capital político para imponerlo. La tarea del momento de estudiantes y trabajadores es derrotar esta nueva provocación presidencial con una potente movilización de masas al Congreso para tirar abajo el veto y propiciar una nueva derrota al libertario, esta vez con epicentro en las calles mediante la movilización popular.
7S: paliza al gobierno, oportunidad popular
La contundente derrota de Milei, que algunos periodistas catalogaron como “masacre” y otros hasta pronostican que significa el fin del gobierno, tiene causas muy profundas y pone de manifiesto la bronca y el hartazgo que recorre a un sector, en ascenso, de los trabajadores y la juventud argentina. No se debe a “mala praxis política”, a una mala selección de candidatos o a un mal funcionamiento de la mesa de campaña. Durante los dos años de gobierno libertario se han agravado considerablemente todos los problemas que previamente azotaban el país y, de paso, han generado nuevos y delicados.
Argentina atraviesa una nueva crisis de deuda insoportable, se seca de dólares, la inflación contenida se da sobre la base de mantener un dólar barato ficticio que como contrapunto agudiza las contradicciones de todo el esquema económico. Aumenta la recesión y arrecian los despidos y las suspensiones contra los trabajadores, los salarios pierden por paliza contra la inflación. Destruyen los presupuestos en educación y salud pública. Matan de hambre (y a palos) a los jubilados, ajustan a las personas con discapacidad y a los niños que se atienden en el Garrahan.
El contraste del ajuste, los agravios y la represión que todos los días sufre el pueblo trabajador argentino son los curros, las estafas y las coimas con las cuales se enriquece la camarilla presidencial de la mano de Karina Milei, pero que involucra a todo el primer anillo del dispositivo de poder libertario.
Este cuadro es el que explica la paliza que se comió Milei el 7S y que capitalizó casi involuntariamente un peronismo bonaerense envuelto en crisis internas y que, en estos dos años, actuó verborrágicamente como un opositor acérrimo, pero en los hechos se dedicó a pactar y dar gobernabilidad a Milei.
Cambio de subjetividad
Para los trabajadores y la juventud importa que destaquemos, por un lado, el cambio de humor popular claramente desfavorable al Gobierno, y por el otro que Milei se encuentra en un callejón sin salida. La posibilidad de permanecer en el poder por parte de la pandilla libertaria se basa fundamentalmente en la capacidad de atacar y golpear a los trabajadores sin, hasta el momento, comerse una rebelión popular. Milei ha perdido completamente la autoridad política para avanzar motosierra en mano. Hay que organizar la lucha popular para derrotar los vetos y que sea la calle quien ponga punto final al experimento libertario.
Crece el antimileísmo en los lugares de estudio
La debacle de Milei en la juventud es significativa en su caída más general en la consideración popular. Cientos de miles de pibes y pibas, asqueados del gobierno libertario, rompen con Milei. Algunos caen en la apatía, otros buscan organizarse y pelear, otros abren los oídos para escuchar nuevas alternativas. En el caso de los lugares de estudio todos los días se consolida un perfil mayoritario antimileísta.
El gobierno libertario, desde que asumió, se dedicó a atacar violentamente a las universidades públicas y a la educación en su conjunto. El ataque fue tal que suscitó una respuesta histórica que movilizó, en abril del año pasado, a más de un millón de personas en todo el país en defensa de la educación. Aquella movilización significó el ingreso en la lucha política de nuevos sectores estudiantiles que rápidamente se convirtieron en activistas y organizadores estudiantiles. Con altibajos, reflujos y pese a una brutal contención por parte de las autoridades universitarias y las burocracias sindicales y estudiantiles, en las universidades nunca dejó de latir la lucha contra el gobierno en defensa de la educación pública. El reciente veto de Milei a la ley de financiamiento universitario disparó la organización, por fin, de la tercera marcha universitaria nacional con epicentro en el Congreso para el próximo miércoles 17 de septiembre cuando se traten los vetos presidencial. La AGD UBA picó en punta y convocó para el pasado miércoles 10/9 una jornada de clases públicas en Plaza de Mayo que fue un éxito rotundo y constituye un peldaño importante en el plan de lucha.
Con la UJS vamos a impulsar con todas nuestras fuerzas el éxito de la tercera marcha universitaria, pero, además, planteamos asambleas en todas las universidades y facultades del país para ocupar todas las casas de estudio, promover asambleas, cacerolazos educativos, ruidazos, cortes de calles y todo lo necesario para derrotar a Milei.
La experiencia del año pasado nos dejó importantes conclusiones, una de ellas es que el movimiento estudiantil organizado y en las calles es imparable; la otra es que las direcciones estudiantiles, a manos del peronismo y los radicales, harán todo lo posible para domesticar y sacarle fuerza a las acciones de lucha. Por eso, los estudiantes debemos intervenir tomando la pelea en nuestras propias manos.
En los secundarios, donde Milei hace dos años arrasaba, también se observa el desarrollo de una tendencia antimileÍsta. Los centros de estudiantes en su inmensa mayoría son opositores a Milei, los que se van creando lo hacen con grupos de estudiantes que quieren activar para defender su escuela. La campaña electoral del FIT-U captó la atención de muchos estudiantes secundarios, muchos de ellos incluso fiscalizaron las boletas de la izquierda.
De conjunto, la juventud argentina atraviesa un momento de reflexión y de debate. La defensa de la causa del pueblo palestino y el repudio al Estado genocida de Israel se abre paso cada vez más entre los jóvenes. Es otro elemento de choque con Milei que defiende a muerte al carnicero Netanyahu.
Vamos al Congreso de la UJS
La juventud trabajadora está llamada a hacer historia, a colaborar mediante su fuerza, potencia y rebeldía con la derrota y caída de Milei. Para ello necesitamos desplegar al máximo las tendencias combativas que anidan en los jóvenes y ganarlos a una perspectiva programática de transformación social de raíz junto a los trabajadores. En este punto la campaña por el voto al Frente de Izquierda-Unidad en octubre tiene un sentido estratégico de lucha política y programática contra Milei y también contra los partidos capitalistas que representan los intereses de la burguesía, que se postulan como defensores de que Milei termine su mandato e incluso le piden reuniones, como hizo Kicillof, para discutir y ponerse de acuerdo en el rumbo a seguir.
Se impone un debate de fondo que es qué tipo de organización juvenil necesitamos para derrotar a la ultraderecha en Argentina. El Congreso nacional de la UJS, convocado para el próximo 4 de octubre bajo el título “Por una juventud socialista para terminar con el gobierno libertario y la barbarie capitalista” puede (y debe) transformarse en un evento clave para toda la juventud que quiere luchar contra Milei y debate cómo hacerlo. Impulsemos la más amplia difusión del Congreso y conquistemos en este mes que nos queda por delante la adhesión de centenares de jóvenes luchadores.
Nunca fue tan oportuno convocar a un congreso de la juventud socialista.
