El Nuevo MAS, ausente de la lucha por la libertad de los presos por luchar

Un partido condenado a ser una secta ajena a la clase obrera.

Foto: Juan Diez @ojoobrerofotografía

La lucha de clases pone, siempre, a prueba a los partidos y organizaciones. La lucha reciente por la libertad a los presos por luchar, en Jujuy y todo el país, mostró de cuerpo entero al Nuevo MAS como organización.

El miércoles 6, los compañeros Sebastián Copello y Juan Chorolque fueron detenidos por la policía de Morales por su rol como organizadores de las movilizaciones piqueteras. El jueves 7, se realizó en el Obelisco una conferencia de prensa del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, por la libertad de los compañeros. El viernes 8, se realizó una movilización masiva a la Casa de Jujuy. El martes 12, se llevó adelante una audiencia en el Congreso por la absolución de Daniel Ruiz y Cesar Arakaki, en donde se reclamó por la libertad de todos los presos por luchar.  Antes, el propio miércoles 6, se llevó adelante una masiva movilización a los tribunales de la Ciudad para reclamar la libertad de Oscar Santillán, Jaru Rodriguez y Julián Lazarte.

El Nuevo MAS estuvo ausente en todas estas acciones, a pesar de haber sido invitado y de formar parte del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que impulsó varias de ellas. A su locuaz vocera pública no le conocemos un tuit por la libertad de los compañeros, ni tampoco hemos podido localizar una nota en su portal de actualización diaria, al respecto.

El miércoles 12, el Nuevo MAS provocó un enfrentamiento en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, que comenzó, justamente, cuando una militante de Ya Basta, su agrupación juvenil, arrancó un cartel de la Secretaría General del Cefyl, por la libertad de Jaru Rodriguez, quien está preso luego de los incidentes frente al Congreso en ocasión de la votación del pacto con el Fondo Monetario, y es estudiante de Ciencias Sociales de la UBA.

Que la militancia del Nuevo MAS aspire a copar el conjunto del espacio universitario con carteles de Manuela Castañeira, incluidos los baños, es de una falta de sentido común que podría resultar hilarante si no fuera que se transforman en un grupo de choque en defensa de “sus” espacios, cuando otras agrupaciones e incluso los centros de estudiantes quieren utilizarlos para agitar causas por las cuales luchan los estudiantes, como la libertad de los compañeros. Para el Nuevo MAS, la presencia de la sonrisa de Manuela Castañeira en los carteles es un valor absoluto que está por encima de cualquier necesidad de la lucha contra el Estado por las libertades democráticas y del derecho a movilizarse. Cuesta encontrar una expresión mas reaccionaria del electoralismo en la izquierda argentina e incluso internacional.

Los hechos hablan por si mismos. Un partido que carece de la solidaridad elemental para luchar por la libertad de los presos por luchar está condenado a ser una secta ajena a la clase obrera.