Lxs migrantes, el “chivo expiatorio” de Milei para encubrir el ahogo presupuestario a la salud y la educación

Enfrentemos la reforma migratoria contra lxs trabajadores.

Estudiantes migrantes en lucha.

El pasado 3 de diciembre Manuel Adorni, el portavoz del gobierno de Javier Miliei, planteó una serie de modificaciones en el régimen migratorio que el gobierno libertario quiere llevar a cabo, con la justificación vacía y ya repetida de avanzar hacia un país “ordenado”. Una serie de reformas donde el gobierno quiere desviar las discusiones respecto al desfinanciamiento estatal de la salud y educación, como ya viene desarrollando con recortes salariales, de personal, cierre de hospitales y demás medidas que atacan a los trabajadores. Buscando en lxs migrantes un chivo expiatorio y desviar las discusiones políticas del momento.

El gobierno planteó tres ejes en esta reforma migratoria, en salud, educación y penal. En el ámbito educativo se habilitó que las universidades nacionales pueden cobrar aranceles a los estudiantes migrantes no residentes, condición que como tal no existe y no está especificada en la ley de migraciones. Muchos de los que vienen a cursar y a realizar su sueño de estudiar en las facultades necesitan el DNI argentino tramitado en migraciones para poder tramitar la inscripción. Recordemos que en las universidades públicas los estudiantes migrantes son el 4%, número del cual casi todo los que cursan cuentan con su radicación respectiva en el país otorgándoles la residencia.

El gobierno plantea que aranceles como estos pueden solucionar el problema del desfinanciamiento, desviando el verdadero foco de esa discusión que es el agotamiento presupuestario de hundir las instituciones públicas. La presunta reforma no es nada nuevo en la educación, porque como mencionamos anteriormente es necesaria la residencia para inscribirse en las universidades nacionales. Sin embargo, queremos alertar que aunque por el momento no sea una avanzada real es necesario fortalecer el estado de alerta.

Así mismo reforzar la voluntad desde distintos espacios universitarios que han manifestado el compromiso universitario de garantizar la gratuidad de la educación a cada una de las personas que lo desee sin importar su origen y procedencia; recordando siempre que las universidades tienen autonomía. Aún así exhortamos a los consejos directivos de las universidades nacionales, a los centros de estudiantes y consejos directivos de las distintas facultades a rechazar estos comunicados y reafirmar el compromiso de la gratuidad y la calidad de la educación universitaria.

A esto se le suma el ataque a la organización y movilización de los compañerxs migrantes que salen a las calles, donde la alerta de deportación en caso de ser detenido en manifestaciones o marchas es alta. Según el gobierno: “si se lo detiene por violentar el sistema democrático atacando las instituciones será expulsado y se le prohibirá su reingreso al país”. Iegítimamente prohíbe el derecho a la manifestación a los migrantes y genera una preocupación de los compañeros que salen a luchar. Quieren impedir que nos organicemos y alcemos también las banderas de lucha del movimiento estudiantil por una educación gratuita, pero amenazas inconstitucionales como esta son solo manotazo de mano ahogada para la libertad avanza.

Desde la UJS ante los primeros comentarios y declaraciones de arancelar las facultades empezando por los migrantes, nos organizamos y se puso en pie la comisión de “migrantes en lucha”, la cual tuvo como propósito sumarse a la lucha del movimiento estudiantil en la primera gran marcha universitaria en abril entendiendo que como migrantes somos parte de la sociedad política y no jugamos ningún papel por separado. Es más, debemos unirnos a luchar y construir en conjunto la universidad de los trabajadores, que piense de manera constructiva el desarrollo de participación de los migrantes como sujeto transformador.

Migraciones de primera y segunda, categorías que aluden a la xenofobia del gobierno

El gobierno expresó declaraciones donde refería a que las migraciones que ellos quieren o desean son las de un país ordenado, como las que hubo a finales del siglo XIX e inicios del XX cuando habría llegado gente honrada y trabajadora a construir el país, y después se refirió que las últimas migraciones como de “malandras, ocupas y oportunistas deben quedarse en sus casas lejos de las frontera y no venir a la Argentina a hacer daño a los ciudadanos que residen en territorio nacional”.

Aquí claramente vemos de entrada ya un sesgo racista y de xenofobia del gobierno. Las migraciones europeas de inicios del siglo XX en su momento recibieron discriminación y xenofobia, como evidencian las crónicas y literatura de la época. El migrante era el pilar fundamental del trabajo, pero así mismo era el dolor de cabeza de las élites del momento por que se organizaba en sindicatos, construía huelgas y manifestaba su descontento a las calles de manera organizada. Tal vez esto se le olvidó a Adorni.

Por otro lado, las migraciones de “malandras” a las que hace referencia son las migraciones provenientes de América del Sur, de Haití y África de las últimas décadas. Estas personas son las que el gobierno no quiere en las calles trabajando y buscando nuevas oportunidades de vida que no consiguieron en sus lugares de origen. Argumentan en sus discursos que el problema del desorden e inseguridad es externo de la Argentina, que es por culpa de los migrantes que cruzan las fronteras y vienen a delinquir: el objetivo es construir un chivo expiatorio y desviar las discusiones reales a focos de odios y de desinformación.

La Argentina es un país que se construye en la organización y en la lucha de los trabajadores, muchos de ellos a lo largo de su historia migrante. Al gobierno no le bastarán con narrativas que apelen a la discrimación y a la xenofobia, porque no serán toleradas por los trabajadores y se combatirán en las calles.

Salud y el avance arancelario a los migrantes, nada nuevo

Otro sector que ataca está reformas es la salud, con la autorización del gobierno nacional a cobrar aranceles en los servicios sanitarios. Al igual que la educación la salud ha sufrido recortes y ahogo presupuestario constante, el intento de cerrar el hospital Laura Bonaparte o los ataques al Hospital Garrahan son muestra de que para este gobierno la salud pública no está sus planes.

La habilitación de cobrar aranceles ya había empezado en provincias como Salta, Jujuy, Mendoza y Santa Cruz. Más que poder recaudar y suplir un desfinanciamiento, estas medidas han causado una restricción en el acceso a la salud como derecho universal, su gratuidad y calidad, sumándole que muchas de las personas que transitan de frontera en frontera en las provincias del norte cuentan con su residencia. Adorni dijo que esto va a mejorar la atención de los argentinos de “bien”, cuando hoy la salud pública tiene problemas en sus atención al público debido al desfinanciamiento del gobierno nacional.

Esto perjudica la atención médica gratuita de muchas personas migrantes que están en proceso de obtención sus residencias y documentación, atentando con sus vidas en caso de si alguna emergencia llegará a ocurrir.

Seamos más, ¡sumate a luchar!

La lucha por la educación pública y de calidad nos compete a todxs, incluso a lxs migrantes que residimos, trabajamos y estudiamos en las distintas facultades del país, y somos parte de la sociedad. ¡No nos achiquemos y alcemos nuestra voz!

Si eres migrante y tienes ganas de accionar en defensa de la educación y en contra de los discursos de odio, sumate a construir la unidad de la lucha migrante. ¡Haremos actividades culturales, conversatorios, y más!

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