BUENOS AIRES

Mar del Plata: Montenegro arma su protocolo antipiquetes con la policía de Kicillof

Movilización.

En el marco de una jornada nacional de lucha convocada por sindicatos y agrupaciones combativas contra la política de ajuste y represión de Milei, por segunda vez en menos de una semana un operativo policial desmesurado trato de impedir, sin éxito, una manifestación por parte del Frente de Lucha Piquetero en las puertas y calles del municipio.

El viernes 2 de agosto pasado, cuando una delegación de las organizaciones que integran el Frente Piquetero de Lucha de la ciudad de Mar del Plata se acercó hasta las puertas del municipio fue recibida con un operativo similar. El propósito era llevar una carta con una cantidad de necesidades que hay en relación a los comedores y merenderos, y la organización del día del niñe.

Hace dos meses que nuestros comedores y merenderos no reciben absolutamente nada por parte de la secretaria de Desarrollo Social del municipio, a cargo de Vilma Baragiol,a y desde que comenzó el año nada de Nación.

Un protocolo antipiquetes local

Al preguntar sobre quién había dado la orden de impedir nuestra manifestación, el jefe del operativo señaló que eran definiciones de “arriba”. Es decir que la Secretaría de Seguridad del municipio, a cargo de Rodrigo Goncalvez, le pide a la policía bonaerense de Kicillof, a través del nuevo jefe departamental  (Segovia, el ex jefedepartamental, está preso por liderar un asociación ilícita vinculada a robos, extorsiones y desvío de investigaciones) que organice este operativo. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, habla el mismo idioma que Patricia Bullrich: no se puede cortar la calle. El Ministerio de Seguridad bonaerense sigue el legado del represor Berni, ahora simpatizante de Villarruel, la vicepresidenta.

Hay un intento por imponer un protocolo antipiquetes en la ciudad, se supone que la provincia no adhirió al protocolo de Bullrich; en los hechos cuando la situación de conflicto social se agrava los progres como Kicillof acuden a la represión como ocurrió en Guernica, o incluso acá mismo a fines del año pasado con la lucha contra la eliminación de las canastas navideñas. Esta conclusión deberían tenerla en cuenta todas las organizaciones sociales barriales, sindicales y estudiantiles que “bancan” al “progre” de Kicillof.

Una ciudad que es un polvorín

Este conflicto se da en el marco de un aumento del conflicto en la ciudad de Mar del Plata. Sigue la ocupación del hall municipal por parte del sindicato de municipales en una lucha por mejoras salariales y contra la esencialidad municipal; los feriantes vienen de realizar jornadas de lucha frente al desmantelamiento de sus módulos en los sectores donde históricamente trabajaban; y hay un enorme repudio al intento de Montenegro (con la votación favorable en el HCD del PRO, la UCR y Coalición Cívica) de armar un negocio de gin en el faro donde funcionó un centro de detención, tortura y desaparición en la ultima dictadura. Por otro lado, nuevamente una piba apareció muerta luego de estar días desaparecida; contrasta mucho el operativo policial hecho para impedir una manifestación con la disposición a buscar una chica desaparecida o combatir a los narcos en los barrios.

La CGT y la CTA están completamente ausentes de estas luchas. No impulsan un plan de lucha ni el paro, sus acciones se limitan a acompañar alguna movilización. Directamente no aparecen y esto vale también para la Utep, frente a las movilizaciones por la libertad de los presos políticos que Milei tiene de rehenes o los procesados frente a la persecución a las organizaciones sociales.

No al protocolo antipiquetes en Mar del Plata, defendamos el derecho a protestar. Organicemos un plan de lucha para enfrentar el ajuste nacional, provincial y municipal y en defensa de los salarios, los puestos de trabajo y de la asistencia a los barrios.

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