Docentes de Salta

Durante el receso invernal, la docencia salteña debatió retomar las medidas de fuerza a la vuelta de las clases, por la reapertura inmediata de las paritarias y una compensación de emergencia para el segundo semestre. Pero, en la segunda semana, la medida perdió masividad y la asamblea decidió suspenderla. La respuesta del gobernador Juan Manuel Urtubey fue contragolpear con descuentos brutales, que en algunos casos significaron el 50% del sueldo de agosto, y continúa ahora con el cobro de septiembre. Las represalias continuaron con una selectiva persecución, a través de supervisores, a los compañeros que dirigieron la huelga; y ahora, retiro de titularizaciones a docentes que las habían conquistado en 2012.

Para enfrentar estos ataques, los cuerpos de delegados de capital e interior comenzamos a organizar una recolección de fondos para socorrer con alimentos a los compañeros en situación crítica. Mientras tanto, debatíamos también nuestro convenio, el Estatuto del Educador, para recuperar las conquistas que nos arrancó el gobierno desde el romerismo. Comenzamos, asimismo, a juntar firmas para exigir a la ADP una asamblea extraordinaria por la revocatoria de mandato de la directiva por inconducta gremial. Además, presentamos recursos de amparo exigiendo la devolución de los días descontados.

Clarificación

En el debate, los delegados se delimitaron del sector que durante el paro, no respetando los mandatos de sus bases, plantearon paros indeterminados en forma irresponsable, a pesar que en sus escuelas nadie paraba, lo que fue la causa de la falta de masividad y la derrota de la medida. Luego, esta camarilla trató de impedir que los delegados de base se autoconvocaran en plenarios departamentales.

El sábado 30, los delegados de escuela, durante tres horas, expusimos nuestro malestar y, lejos de responder a las críticas, el sector cuestionado, una fracción romerista y un puñado de docentes del PJ se retiró. Fue una declaración de boicot a la asamblea.

Los medios, tanto oficialistas como de la oposición romerista, presentaron esta nueva crisis como una quiebra de la asamblea, y adjudicaron a Tribuna Docente un carácter divisionista.

La camarilla denunció que Tribuna reparte volantes en las escuelas, cuando eso está prohibido por el Reglamento General de Escuelas, en una actitud perfectamente macartista. También descalificó a los plenarios de delegados de base no autorizados por ellos. El MST mocionó que la asamblea se dote de un Reglamento para la asamblea, lo cual vulnera la soberanía de sus convocatorias.

Quién es quién

Estamos en presencia de un operativo para destruir la asamblea antes de octubre, fecha en que se debe convocar a paritarias. Es el objetivo de Urtubey, a quien simplemente aterroriza enfrentarse de nuevo con los docentes. Este es el rol de los descuentos, las persecuciones y las destitularizaciones.

A este operativo ahora se suma el intento de quebrarnos por parte del romerismo, ante el fracaso de su maniobra de colocarse como una burocracia por fuera del control de la asamblea y de los cuerpos de delegados.

Urtubey no quiere tener que discutir con los representantes de la asamblea el aumento salarial. Su intención es sentar nuevamente a la Intergremial y a Gamboa de Sitepsa. Pretenden que otra vez aceptemos, por todo 2015, aumentos por debajo de la inflación, cuando se viene una nueva devaluación.

Cuando gobernó Romero nos congeló los sueldos y nos reprimió. Si los docentes seguimos organizados en forma autónoma no podrán aplicarnos el ajuste.

Los delegados de base defendemos nuestra asamblea, porque la consideramos la única herramienta que ha obligado a que el gobierno nos reciba, luego de un parazo de 33 días con alto acatamiento en el primer semestre. Le impusimos además un aumento, aunque insuficiente; le arrancamos el pago del aguinaldo con la inclusión de los adicionales en negro y la discusión del Estatuto del Educador, creado por decreto por el romerismo. Urtubey nos aplica los descuentos con el decreto antihuelgas del romerismo.

Tribuna Docente es parte indisoluble de los cuerpos de delegados que sostienen y defienden la asamblea en la capital y el interior.

Se abre una nueva etapa, lo que no nos mata nos fortalece. El 4 de octubre volveremos a reunirnos en una asamblea provincial. Hasta ese día, prepararemos las condiciones para imponerle a Urtubey que nos reciba en la mesa paritaria para discutir el aumento salarial para lo que resta de 2014 y para 2015.

Cristina Foffani