Libertades democráticas
29/11/2025
Policías presos por torturas en la Comisaría Primera de Moreno
Tres efectivos de la Bonaerense bajo arresto por brutales golpizas y maltratos a detenidos.

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Un prontuario de abusos y "suicidios" de detenidos.
La Comisaría Primera de Moreno se ha envuelto en un gravísimo escándalo de apremios ilegales ejercidos hacia quienes están privados de su libertad. Incluso, llegando a un extremo tal de aplicar la picana eléctrica. Los policías Diego Arias, Cristian Abregú y Mauro Gorosito fueron arrestados y están acusados por la fiscalía local por considerarlos "coautores materiales de los delitos de torturas, abuso de autoridad y vejaciones" (Desalambrar, 28/11).
La investigación, iniciada por la Comisión Provincial de la Memoria, subraya que los nefastos hechos ocurrieron entre el 5 de junio y el 1° de agosto. El organismo de derechos humanos de la provincia, tomó conocimiento a partir de una denuncia telefónica que derivó en la realización de un monitoreo sorpresivo el 1° de agosto en la dependencia policial. Los relatos obtenidos en la inspección dieron cuenta de la práctica por parte de los agentes: consistía en trasladarlos hasta el primer piso del establecimiento, colocarles los pies en un recipiente de plástico y aplicarles la picana electrificada, conectada mediante un cable a una batería. También en el ingreso de varios agentes policiales a las celdas y la aplicación de violencia física, amenazas y humillaciones (ídem).
Además, unas semanas después de la inspección de la CPM sucede la "dudosa" muerte de Gonzalo Federico Ruiz, de 21 años, quien estaba detenido hacía una semana y repentinamente apareció ahorcado en el calabozo de la Comisaría Primera de Moreno, lo que motivó una movilización de sus familiares exigiendo justicia, ya que no creían en absoluto la versión de la policía. La seccional cuenta con décadas de un prontuario de delitos de abusos y "suicidios" de internos. Para colmo, ha sido un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar argentina.
Estas torturas no son ejercidas por unos policías descontrolados sino con el aval de las cúpulas de comisarios y el poder político provincial y municipal. Es parte de un sistema corrupto, mafioso e impune. Por otro lado, pone en evidencia la calamidad del sistema carcelario bonaerense y nacional, con los detenidos están en condiciones inhumanas.
Es imperiosa la organización en los barrios y en los familiares de los detenidos y víctimas de torturas y asesinatos para luchar y movilizarse por sus más elementales derechos y por justicia.




