Quilmes: Mayra Mendoza y Berni desalojan familias a fuerza de topadoras e infantería

40 familias desalojadas en el barrio Los Eucaliptos.

El pasado jueves 23, la infantería, bajo las órdenes del ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, junto a funcionarios del municipio de Quilmes, se presentaron con topadoras en el barrio Los Eucaliptos, al oeste del distrito. Sin una sola orden judicial que justifique el accionar o que ampare la situación habitacional de los allí presentes, el subsecretario comunal de Hábitat Sebastián Raspa avanzó en el desalojo y limpieza del asentamiento en el cual se encontraban alrededor de 40 familias, derrumbando dos casas y la mitad de una. Finalmente, tuvieron que frenar de momento los derrumbes producto del repudio de distintos vecinos, quienes realizaron un corte de calle junto a organizaciones sociales que se hicieron presentes.

El propósito del desalojo y el desmonte es una obra de supuesta “urbanización” del barrio Los Eucaliptos, financiada por el gobierno provincial. Sin embargo, se trata solo de una fachada, ya que no se plantea solucionar el problema primordial: que miles de familias tienen el acceso denegado a una vivienda digna. Y es que si bien la intendenta del distrito prometió la construcción de hogares sobre los terrenos desalojados, los vecinos denuncian que nadie los notificó de este procedimiento, sino que simplemente avanzaron sobre sus casas destruyendo sus bienes. El municipio no presentó una solución, tampoco, a cuál será el paradero de las 40 familias desalojadas, durante el tiempo en que se tardaría en construir estas casas.

Este accionar no es novedoso en absoluto. La crisis de vivienda en Quilmes, y el desalojo en nombre de supuestas urbanizaciones, viene de larga data. Se han desarrollado desalojos bajo el mismo procedimiento durante la intendencia del también kirchnerista “Barba” Gutiérrez; lo propio hizo la gestión del macrista Martiniano Molina y ahora es una política que continúa la íntima cristinista Mayra Mendoza. Pero al día de la fecha, ni peronistas ni radicales han dado una verdadera salida a la crisis habitacional.

El brutal desalojo, cabe mencionar, se da en el medio del pico de contagios y durante una gran profundización del derrumbe económico que deja en el abismo a familias enteras. La falta de viviendas dignas en Quilmes deja a un 25% de la población del distrito viviendo en condiciones de pobreza y hacinamiento. Además de ser, de por sí, un hecho aberrante, son dos grandes contraindicaciones para enfrentar el avance del Covid-19. Es el vivo ejemplo de Villa Itatí o Villa Azul, donde se han multiplicado exponencialmente los casos, y que son parte de un distrito que con más de 6.300 contagios y 84 muertes es el más afectado del Conurbano bonaerense después de La Matanza.

La represión y el desalojo se inscriben en una escalada represiva que es política común de todos los gobiernos, y que ha dejado un enorme saldo de víctimas de gatillo fácil en el Conurbano, en los últimos meses, como así también la desaparición forzada de Facundo Castro. En el distrito se presentan casos, solamente en los últimos días, como el de los carreros detenidos ilegalmente y torturados en una comisaría, o los manteros senegaleses brutalmente golpeados y decomisados de su mercadería por la policía bonaerense.

La crisis de vivienda no se solucionará con represión y desalojos. Urge dar una lucha tenaz para arrancarle al gobierno provincial de Kicillof y al municipal de Mayra Mendoza un plan genuino de viviendas e infraestructura, que parta de las necesidades habitacionales reales de la población y no de los negociados inmobiliarios. Fuera Berni, por un gran plenario nacional contra la represión.