Testimonios del histórico acampe piquetero en todo el país

El acampe en Salta

Acampe en la 9 de Julio

Primero la discutimos en asambleas. Reunimos más de 50 asambleas en todas las barriadas de la Capital, desde Lugano pasando por Soldati y Bajo flores, hasta la Villa 31, Retiro, La Boca y toda la zona sur de la Capital, casi 7.000 compañeros reunidos de todos los barrios.

Los delegados nos organizamos y fuimos pidiendo carpas a vecinos, familiares y compañeros. Con los recursos que juntamos con actividades en los barrios (polladas, rifas, etc.) nos pudimos comprar algunas carpas para los compañeros que no tienen.

Finalmente, llego el día del acampe. Siempre acordamos puntos de encuentro por barrio para trasladarnos en colectivo y subte hasta el ministerio todos juntos. Esta vez nos chocamos con un operativo montado por la Policía de la Ciudad, que intentó incautarnos las carpas y frazadas para impedir y entorpecer la medida.

De todas maneras, concentramos y nos encolumnamos con nuestras banderas y pancartas, levantando nuestros reclamos: trabajo genuino, apertura de los programas y mejoramiento de la asistencia alimentaria, esas eran nuestras consignas.

Un grupo de compañeros en cada barrio se quedó cocinando la cena para los compañeros de toda la Capital que estábamos llevando adelante la medida. Logramos juntar para las garrafas de gas y con el alimento de donaciones pudimos preparar guiso de lentejas para todos.

La jornada fue larga y difícil. El frío de la noche lo atravesamos con fogatas y frazadas.

Fuimos 6.500 compañeros los que acampamos. Un enorme esfuerzo de organización.

Ezequiel

 

La jornada en Salta

El 30 de marzo, 1.200 salteños nos organizamos para realizar un acampe de 24 horas, esta medida de lucha que fue votada en el último Plenario Nacional Piquetero.

Nos enfrentamos a varios factores: por un lado, las fuertes tormentas que se desarrollaron desde la noche del 29 y la mañana del 30, dejando varias localidades bajo el agua; por otro lado, las fuertes amenazas de represión por parte de las fuerzas policiales que intentaron evitar los cortes en varias localidades del interior de la provincia.

A pesar de ellos, logramos instalar cortes en las rutas principales y acampes frente a la municipalidad y plazas centrales, también realizamos ollas populares, que nos ayudaron a sobrellevar el frío de la noche.

Desarrollamos estas medidas de lucha entendiendo que se debe dejar un mensaje claro al gobierno nacional y provincial, que es que no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras le descargan un ajuste brutal a los trabajadores; el desempleo, el hambre y la miseria que azotan todos los rincones del país no se aguantan más. Necesitamos trabajo genuino, exigimos la apertura y universalización de los planes sociales, la mejora en calidad y cantidad de los alimentos que llegan a los comedores populares, con lo que comen miles de familias en todo el país.

Jorgelina Ocampo

 

Tucumán: con reclamos bien claros

Más de 55 delegados de toda la provincia de Tucumán nos reunimos para organizarnos de cara al acampe votado, continuando el plan de lucha, como acordamos en el Plenario Nacional Piquetero.

Los delegados convocamos asambleas en las que participaron cientos de compañeros en toda la provincia para discutir la situación que vivimos los trabajadores en todo el país, el desempleo, el hambre, la falta de vivienda, entre otras cosas, con pueblos del este de la provincia y asambleas de la capital acordamos esta medida frente a la falta de respuesta del gobierno nacional ante esta crisis social y económica.

Acampamos durante 48 horas más de 800 compañeros y compañeras del Polo Obrero, familias enteras de distintas partes de la provincia, organizados por turnos para poder garantizar la escolaridad de sus hijos y atender cosas por el estilo. Algunos viajaron desde Aguilares, a más de 140 km; otros vinieron desde Alberdi, a 110 km de distancia de la capital. También se acercaron compañeros desde Santa Ana.

Durante la noche y la mañana logramos garantizar que cada uno de los compañeros tenga agua caliente y comida para poder pasar el frío con los recursos que pudimos juntar, con el aporte solidario, actividades, colectas y donaciones de trabajadores para el fondo de lucha.

Nuestros pedidos son claros: basta de ajuste y precarización a los trabajadores, por trabajo genuino, por la apertura de los planes sociales, por aumento en calidad y cantidad de los alimentos que llegan a los comedores.

Gabi

 

Crónica de una movida histórica en Córdoba

El acampe de la Unidad Piquetera en Córdoba tuvo características históricas y así lo reflejaron los medios de comunicación, que cronicaron desde el acampe durante todo el día. Claramente, las casi siete cuadras de acampe conmovieron a toda la ciudad.

El masivo acampe fue el momento más alto hasta ahora de un proceso de grandes movilizaciones y de una intensa organización de los 150 barrios de la capital y del Gran Córdoba.

Cientos de asambleas debatieron y organizaron el acampe: desde la situación política hasta el armado y distribución de las carpas. Las compañeras responsables de los comedores, que hacen de comer para miles de personas en los diferentes barrios, se pusieron a la cabeza del armado de las comidas para bancar las dos noches de intenso frio en la provincia.

La solidaridad entre los compañeros fue demostrada, algunos pusieron sus carpas a disposición de las asambleas para que todos los que pasaban la noche tuvieran dónde descansar.

Participaron los bailarines callejeros, que se hicieron presente las dos noches a llevar su solidaridad y su arte, arrancando los aplausos de todos los que acampamos reclamando trabajo genuino.

Emanuel Berardo