El movimiento de mujeres asiste a un nuevo 28 de septiembre, jornada de lucha por el aborto en América Latina y el Caribe atravesando un fuerte proceso de ajuste, consecuencia del pacto del gobierno con el FMI. Este pacto trae consecuencias enormes para el conjunto de la clase trabajadora en general y las mujeres en particular, la caída del poder adquisitivo de los salarios y las míseras asistencias sociales a los sectores más empobrecidos se combinan con el recorte en las partidas para salud y educación.

El acceso a la salud se vuelve una odisea para las mujeres de las barriadas, escasez de turnos, falta de profesionales, sin embargo como respuesta se organizan para defender ese derecho, así lo demuestra la experiencia de las mujeres piqueteras y así quedó plasmado en el taller de salud del último Preencuentro plurinacional de mujeres y disidencias, desarrollado en CABA donde se debatió la necesidad de una lucha conjunta entre usuaries y trabajadores de los centros de salud.

La conquista de la ILE también exige una defensa por su aplicación efectiva, aun hoy son numerosas las dificultades a nivel nacional para poder acceder, esto es así por la fuerte injerencia del clero en puestos claves del estado, que cobra aun más fuerza en el contexto de ajuste y el rol de contención que juega el oscurantismo clerical. No es un dato menor que la médica Miranda Ruiz fue sobreseída gracias a la inmensa campaña que llevó a cabo la marea verde desde el día cero.

A casi dos años de la conquista del aborto legal seguro y gratuito, la realidad demuestra que el movimiento de mujeres no puede dormirse sobre los laureles, sino todo lo contrario, ante un arco político patronal que avanza sobre nuestras condiciones de vida tenemos que poner en pie un movimiento de mujeres que luche a la par del movimiento de trabajadores ocupades y desocupades.

En estos momentos residentes y concurrentes son protagonistas de una lucha por mejoras laborales y salariales, el SUTNA es blanco de ataque de toda la burguesía por defender el salario de los trabajadores, el movimiento piquetero acampa en la 9 de julio contra el deterioro de las condiciones de vida y por trabajo genuino.

Esta es la tarea que tenemos que darnos de cara al Encuentro plurinacional de mujeres y disidencias de San Luis, poner en pie un movimiento de mujeres que luche contra el ajuste fondomonetarista. Desde el plenario de trabajadores llevaremos este mandato, es la única manera de defender los derechos conquistados y avanzar en nuestras reivindicaciones.