El 12 de diciembre se llevó adelante la séptima audiencia del juicio a “la China”, quien fue detenida en 2020 luego de haber sufrido un aborto espontáneo. En la audiencia se realizó la lectura de los alegatos y, posteriormente, la sentencia, dejándola en libertad. La movilización de las organizaciones de mujeres lograron la absolución y libertad de la China.

“La China” es una trabajadora venezolana que se mudó en 2017 a la ciudad de Buenos Aires junto a su marido y sus dos hijos. En diciembre del 2020 fue detenida luego de haber sufrido un evento obstétrico en el que perdió un embarazo que desconocía tener. Su causa fue caratulada como homicidio agravado por el vínculo. Sin embargo, como en el caso de Belén -la joven tucumana que estuvo presa 3 años- “la China” no sabía que estaba embarazada cuando sucedieron los hechos por los que se la acusa.

El día 16 de diciembre del 2020, luego de una noche con fuertes dolores ováricos, descartó en un contenedor de basura sus sábanas porque estaban manchadas con lo que para ella eran coágulos. Una semana después fue detenida, luego de la denuncia de un cartonero que dijo haber encontrado un feto entre las sábanas descartadas. La china transitó aquella noche un aborto espontáneo. No pudo saberlo porque padece Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). Esta afección genera irregularidades en el ciclo menstrual, lo que hace que haya meses en donde la persona gestante no menstrúa, y una mayor intensidad de dolor ovárico y de sangrado cuando ocurre (Prensa Obrera, 13/11). El colapso sanitario del 2020 impidió que pudiera realizar los chequeos ginecológicos necesarios para controlar el SOP lo que hubiera permitido detectar el embarazo a tiempo.

La China fue detenida injustamente y violentada por la policía. Su causa estuvo en manos del juez Luis Rizzi. Este sujeto viene de intentar perseguir judicialmente a médicos que realizaron un aborto no punible a una menor de 13 años quien contrajo un embarazo por las sistemáticas violaciones de su medio hermano. Rizzi junto al juez Anzoátegui fueron denunciados por su actuación en aquel juicio.

A pesar de que el juez Rizzi sea un probado anti derechos y promotor de fallos aberrantes contra los derechos de las mujeres, la presión de la ola verde que conquistó el aborto legal, logró que no prospere esta causa sin sustento y absolutamente injusta.

La causa contra la China evidencia el carácter podrido del sistema judicial y que su absolución nos refuerza en nuestras luchas, del mismo modo que la absolución de Higui. Pero que aún sigue habiendo mujeres presas como Eliana en Pampa del Indio (Chaco), por defenderse de sus violadores.

El movimiento de mujeres arrancó en el 2017 la libertad para Belén, quien había estado presa 3 años por un suceso similar al vivido por la China, y conseguimos su libertad. Es necesario seguir organizadas y en alerta, porque a pesar de que conquistamos el aborto legal, la justicia y los distintos poderes del Estado actúan con violencia de clase y de género contra las mujeres y diversidades, mientras el gobierno nacional refuerza el poder y el oscurantismo de las iglesias

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