Encuadrado en los históricos encuentros nacionales de mujeres, durante el sábado 9 de octubre, en Ciudad Universitaria de Córdoba, se llevó adelante el Encuentro Regional de Mujeres, Lesbianxs, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries. Allí, centenares de participantes se distribuyeron en más de 18 comisiones, que luego confluyeron en la asamblea donde se votaron las resoluciones. La jornada cerró con una movilización de seis mil personas, que pasó por el Ministerio de la Mujer y culminó frente al Arzobispado.

En todas las comisiones fué contundente el rechazo a la designación de Juan Manzur como jefe de Gabinete. Se trata de un declarado enemigo de las mujeres, representante del Opus Dei y figura clave para garantizar el pago al FMI. Al respecto, la denuncia a los ministerios de género como cáscaras vacías que no dan respuesta frente al incremento de la violencia y el número de femicidios y transfemicidios, también quedó expuesta como parte de una decisión política de colocar los recursos de la nación a disposición del capital financiero internacional, mediante el pago de la deuda usuraria, en un cuadro de derechización del gobierno nacional.

La profundización de la crisis social y económica ha agravado las condiciones de vida de lxs trabajadorxs, principalmente de las mujeres y diversidades sexuales. El crecimiento de la pobreza, el hambre y la precarización laboral se puso de manifiesto en comisiones como “Organizaciones barriales y territoriales”, donde el problema habitacional y la necesidad de establecer lazos están a la orden del día, frente al Estado que no da respuesta a las demandas elementales de las barriadas populares. Por esto, se defendió la unidad y el método de acción directa para conquistar trabajo genuino, vivienda digna, asistencia a los comedores y acceso a educación y salud, así como a los servicios esenciales de transporte, luz, agua potable y cloacas.

Por su parte, la comisión de “Mujeres y organizaciones sindicales” denunció al Estado y a las patronales como responsables de toda forma de precarización laboral, en particular contra las mujeres trabajadoras. En este sentido, los gobiernos nacional, provincial y municipal aprovecharon la pandemia para avanzar contra los convenios, como el del Suoem (municipales de Córdoba) y llevar adelante esta política. Se rechazó la reforma laboral y se planteó la unidad de trabajadoras ocupadas y desocupadas para enfrentar el ajuste, y el frente único para recuperar los sindicatos.

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Otra de las comisiones fue la de “Mujeres migrantes”, donde se puso de relieve el trabajo precarizado que sufren las compañeras en los talleres de costura, las quintas, los cortaderos de ladrillos, etc., con el visto bueno del gobierno de Juan Schiaretti y Martín Llaryora. En las intervenciones también denunciaron cómo las trabajadoras migrantes son perseguidas y desplazadas en el Mercado Norte de la ciudad, sin la asignación de un espacio fijo ni el reconocimiento del valor cultural que agregan a la periferia del centro comercial.

El Encuentro resolvió el apoyo incondicional a las luchas de lxs trabajadorxs contra la reforma laboral y por la vivienda. También exigió la efectiva aplicación de la IVE y una ESI laica, así como la separación de la Iglesia y el Estado. La jornada abrazó la causa de Flavia Saganías y resolvió movilizarse por su absolución, al TSJ de la provincia, así como también acompañar el plan de lucha de las madres protectoras contra el ASI. El caso de Yamila Cuello también forma parte de la agenda de luchas que se desarrollarán este mes, cuestionando el accionar de la justicia en Córdoba.

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Con una destacada concurrencia del Plenario de Trabajadoras, se vivió una jornada que sostuvo la unidad de acción independiente de los gobiernos para luchar contra el reforzamiento derechista de todas las fuerzas del régimen. De forma simultánea, en diferentes territorios del país, quedó expresado que la deuda es con nosotras y nosotres, no con el FMI.