El norte cordobés fue escenario de una triste noticia. Precisamente en la ciudad de Cruz del Eje se confirmaba el noveno femicidio de la provincia de Córdoba en lo que va del año. Evelia Zárate es otro grito que no fue escuchado, es la prueba concreta de una política de Estado que no resuelve la violencia de género y el maltrato hacia las mujeres. Su agresor, Fernando Heredia (expareja) tenía denuncias por violencia de género, a pesar de eso no tenía orden de restricción.

Evelia avisó, denunció pero nunca fue escuchada, ni acompañada ni resguardada frente a su victimario. Su hija mayor declaró en medios locales que su padre siempre fue una persona violenta, que su madre la había “preparado” para este momento y que ella también sufrió violencia por parte de su progenitor. “Era una vida de violencia en todo momento”, contó. A su vez, denunció que todo el sistema falló, y apuntó contra el Poder Judicial: “La Justicia nunca hizo nada, nunca ayudaron a mi mamá”.

El caso de Evelia vuelve a desnudar la cruda realidad que viven miles de mujeres cotidianamente cuando llegan a las Unidades Judiciales, al Polo de la Mujer o a los puntos mujer buscando auxilio, enfrentándose a un Estado que las abandona a su suerte, perpetuando su condición de víctima, con espacios vaciados, personal precarizado y sin recursos. Situación que explica, en parte, que en nuestro país una mujer o persona trans siga siendo víctima de femicidio o transfemicidio cada 30 horas.

Así mismo, pone al descubierto la vulnerabilidad que muchas mujeres sufren, sin tener en claro a dónde acudir cuando están en peligro y sin tener garantías frente a instituciones que deciden mirar para otro lado. Todo esto expresa a las claras el fracaso de las políticas de género del gobierno de Schiaretti en la provincia.

Resulta que la salida a la violencia no va a venir de la mano de organismos que responden a los gobiernos responsables de profundizar el ajuste y la violencia estructural hacia nosotras y nosotres. Por el contrario, debemos denunciar a fondo la responsabilidad estatal frente al recrudecimiento de la violencia. Así lo entendió la familia de Milagros Bottone que a días de su pérdida salió a exigir que se investiguen las responsabilidades judiciales y políticas que llevaron al desenlace fatal.

Luego de una masiva marcha por el 3J es necesario darle continuidad a la lucha de manera independiente. El próximo 23 de junio llevaremos nuestros reclamos al Polo de la Mujer para golpear sobre los responsables políticos de la violencia y los femicidios. Por Evelia, Milagros, Nuri, Valeria, Sofía y todas las que nos faltan. Ni una menos el Estado es responsable.

https://prensaobrera.com/mujer/cordoba-como-continuamos-la-lucha-despues-de-un-masivo-3j