Mujer

11/4/2022

Daniel Basaldúa: “quienes gobiernan son los responsables políticos de la muerte de mi hija”

El padre de Cecilia, la joven víctima de femicidio, habló con Prensa Obrera a semanas de que comience el juicio.

Corresponsal

Cecilia Gisela Basaldúa de 35 años, oriunda de Buenos Aires, había regresado de un viaje de mochilera por Latinoamérica que duró 5 años y estaba escribiendo un libro en Capilla del Monte, ciudad en la que residía durante el aislamiento por la pandemia. El 5 de abril de 2020 fue vista con vida por última vez. Veinte días después, encontraron su cuerpo en un descampado cercano a un basural de dicha localidad.

El próximo 2 de mayo comienza el juicio contra Lucas Bustos, un joven obrero de la zona donde encontraron el cuerpo. Cabe señalar que Bustos confesó en un primer momento haber violado y luego asesinado a Cecilia, pero después de su imputación se presentó ante la fiscalía de Cosquín y denunció apremios ilegales en la comisaría donde estaba detenido, para que se confesara culpable. La denuncia fue desestimada y archivada de inmediato.

Asimismo, la Justicia descartó como sospechoso a Mario Mainardi, el propietario de la casa donde paraba Cecilia, que fue la última persona que la vio con vida y se comunicó con la familia recién tres días después. Incluso el celular y la computadora de Cecilia las tenía él. Sin embargo, la justicia nunca lo investigó.

En diálogo con Prensa Obrera, Daniel Basaldúa, papá de Cecilia, nos expresó lo siguiente:

A dos años del feminicidio de Cecilia, ¿Qué pensas de la justicia cordobesa?

Realmente estoy muy decepcionado con la justicia cordobesa. Yo fui a buscar a mi hija, la encontré muerta, y después no tuve ninguna respuesta. La justicia cordobesa es muy patriarcal, eso está cantado ahí, y más en el Valle de Punilla.

Cuando fuimos a ver a un fiscal general, tampoco nos atendió, nos mintieron. Dijeron que nunca habíamos estado ahí, cuando fuimos con una delegación que se concentró en las puertas de Tribunales. Te imaginás que con eso, ¿Qué puedo pensar?, pienso que la  justicia cordobesa es de unos pocos y, como verás, en el caso de Cecilia la fuerza policial está metida hasta el cuadril, y sin embargo no hay ningún sospechoso.

Más los perejiles de Bialet Massé, que había metido presos la Fiscal Paula Kelm, que los tuvo que largar. La gente se olvida de eso. Para nosotros hay una asociación ilícita y hacen lo que quieren. Fíjate que con el caso de Nora Dalmasso pasó lo mismo, quisieron meter preso a un pintor.

El que estaba a cargo de la investigación (Ariel Daniel Zárate, subcomisario), fué detenido por violentarse con una joven, y el que la tenía que encontrar a mi hija (Diego Concha, el ex director de Defensa Civil de la provincia) está detenido por amenazas de muerte a su esposa y abuso sexual de una joven que después se suicidó. Así que te imaginás, qué puedo pensar yo de eso. 

¿Hay responsables políticos?

El principal responsable político es el gobernador (Juan Schiaretti), que nunca se comunicó con nosotros. Córdoba es una provincia turística y a mi hija le pasó eso ahí. Cecilia no era de Córdoba, Cecilia fue a escribir un libro. Quienes gobiernan son los responsables. El intendente de ahí (Fabricio Díaz), no movió un dedo por nosotros, yo creo que también es responsable. Y bueno, nadie del poder político cordobés se comunicó con la familia para siquiera darnos el pésame de lo que nos pasó. Así que responsables hay un montón.

¿Cómo se preparan para el juicio?

Para el juicio nos preparamos con nuestra verdad. Y es que ahí, cuando fuimos a Capilla del Monte, hablamos con Mainardi y nos dijo que la había echado a mi hija. En la causa figura que Cecilia se había ido con un palo, con un brote psicótico… Y Mainardi cuando habló con nosotros nos dijo que ella se fué, que él la echó. Hay que estar ahí, hay que pisar el suelo para darse cuenta. 

La principal testigo dice que la vio el día domingo a Cecilia. Y también nos mintió, porque dijo que andaba con un celular y el celular había quedado en la casa de Mainardi. Además, la novia de Mainardi, -que realmente no entendemos cuál era la relación que tenían-, nos dijo que él había regalado un elemento de Cecilia mientras estaba desaparecida. Todo eso lo vivimos ahí. 

Después, nosotros caminando, fuimos al lugar del hecho y llegamos en 20 minutos. Y la fiscal nos dijo que era inaccesible el lugar donde apareció el cuerpo. Hay un montón de cosas que no cierran. Realmente lo que esperamos es que hagan otro juicio. Ojalá que a ese muchacho (Lucas Bustos) no lo metan preso, porque le van a dar 20 años y es un perejil. Así que, desde ya te digo, para nosotros fueron dos años perdidos.

El caso de Cecilia estremeció al movimiento de mujeres y a la sociedad cordobesa, en el marco de la cuarentena, donde se acrecentaron de manera alarmante las denuncias por violencia de género. El Estado no activó el protocolo de búsqueda inmediata para encontrarla. Por el contrario, la causa fue caratulada desde el inicio como “averiguación de paradero”.

Fueron las agrupaciones de mujeres de Capilla del Monte las que, un día antes de que se hallara el cuerpo, decidieron romper el silencio tomando las calles de la ciudad, respetando el distanciamiento social, con sus bocas tapadas y carteles en alto, para reclamar “¡¿Dónde está Cecilia?!”

El próximo 25 de abril, al cumplirse dos años del hallazgo de su cuerpo y a días de que comience un juicio armado para la impunidad, saldremos nuevamente a las calles a exigir justicia por Cecilia y a denunciar el mafioso entramado que hay entre la policía, la justicia y el poder político. El Estado es absolutamente responsable.