Mujer

5/2/2021

La CTA-Autónoma de Córdoba le abre las puertas a los antiderechos

En la sede gremial se realizó un encuentro con referentes del partido evangélico UNO.

Agrupación Naranja Estatal

En la sede de la CTA-Autónoma Regional Córdoba se realizó una reunión de parte de la comisión directiva de la CTA Córdoba y del CIS (Sindicato Comercio Industria y Servicios) con referentes del partido evangélico UNO (Una Nueva Oportunidad), liderado por los pastores Walter Ghione y Daniel Molina.

Esta agrupación viene participando de las elecciones dentro de Encuentro Vecinal de Aurelio García Elorrio, cuya principal bandera es la celeste de los antiderechos. Son quienes durante siete años bloquearon en la provincia el cumplimiento de la Interrupción Legal del Embarazo -por iniciativa del propio legislador Elorrio y el Portal de Belén. Se opusieron a la ley de IVE desde el primer momento, y ahora que ya se aprobó la ley buscan bloquear su implementación acudiendo nuevamente a la Justicia, como en Chaco.

UNO abiertamente pretende una mayor inserción dentro del Estado para bloquear derechos desde las instituciones educativas y de salud, como hacen con la ILE y la ESI. Desarrollan entonces una política ligada a los intereses del clero y no de les trabajadores, como se ve en Santa Fe con la figura de Amalia Granata. Nada bueno puede venir para les trabajadores de la mano de estos sectores, porque encarnan intereses sociales antagónicos.

No es un dato menor que la conducción de una central obrera que dice ser latinoamericanista le abra la puerta a quienes impulsan la política más reaccionaria en todo el continente, de la mano de los Bolsonaro y los Lacalle Pou. En momentos en que avanzan el hambre y la miseria, los evangelistas actúan como un factor de contención del descontento popular para obstaculizar la lucha de los explotados. En lugar de organizar los lugares de trabajo ante el ajuste, la dirección de la CTA Autónoma teje lazos con el clero, emulando al triunvirato vaticano de Juan Grabois y las organizaciones sociales cooptadas por el Estado.

Mientras tanto, el salario del conjunto de los y las estatales en particular se derrumba y roza la línea de la indigencia, una situación que se agrava con la aceleración de la inflación y en particular en los alimentos. Al intento del gobierno de Alberto Fernández y Juan Schiaretti de colocar techos paritarios, es necesario responderle con la organización y puesta en pie de los lugares de trabajo con asambleas y pliegos por establecimiento, y con asambleas generales de delegados y activistas para definir un plan de acción. La tarea de los sindicatos y sus centrales es poner en la calle la agenda de la clase obrera, no su asociación con los defensores a ultranza del régimen. Para ello, es fundamental su independencia política de los gobiernos, el clero y todo tipo de sector patronal.

Iglesia y sindicatos, asunto separados.