Mujer

3/4/2021

Salta: la demagogia de Sáenz con los derechos de las mujeres

Acerca de los anuncios en la apertura de sesiones de la Legislatura.

Siguiendo el ejemplo de Urtubey, Sáenz toma la violencia de género como parte de su discurso para seguir mintiendo y encubriendo su propia responsabilidad. En primer lugar hizo una suerte de rendición de cuentas, mentirosa, de lo actuado en su gobierno en esta materia. En segundo lugar anunció que enviará un proyecto de ley para crear un fuero especializado, que tenga competencias en violencia de género y familia, tanto en lo penal como en lo civil.

Si repasamos en lo primero, Sáenz dijo que durante la pandemia duplicaron la atención a las víctimas de violencia de género. Falso, en realidad se duplicaron las denuncias registradas, eso no quiere decir que hayan resuelto la problemática de fondo ni superficialmente. Las organizaciones de mujeres se veían desbordadas por pedidos de auxilio y de acompañamiento.

El gobernador ponderó la labor del Polo Integral de la Mujer, cuando en realidad es una institución que atiende en un mismo edificio, recepción de denuncias, profesionales que cumplen con oficios dictados por los jueces, tanto con abogados, psicólogos y asistentes sociales, pero hasta ahí nomás. El Polo Integral no tiene facultades ejecutivas, no puede ordenar la atención inmediata ante una emergencia, como ocurrió con las 8 mujeres y sus hijos del Barrio Los Pinos en San Lorenzo, todas víctimas de violencia de género, que fueron desalojadas durante la cuarentena de un asentamiento, y tuvieron que volver con sus agresores, aun cuando había menores de por medio.

Cabe recordar también que los profesionales del Polo Integral están en su mayoría con contratos temporarios y tuvieron que hacer una medida de fuerza para que les paguen meses de salarios atrasados.

El balance más general en cuanto a asistencia a las víctimas de violencia de género es realmente pésimo, si tomamos los casos puntuales como casos testigos. Hace unos días una mujer se comunicó a un programa de televisión para denunciar que en un hogar refugio tienen un régimen carcelario, maltratos físicos y psicológicos y que hasta les daban de comer comida en mal estado. Cuando Sáenz asumió, puso todos los hogares bajo la órbita de Desarrollo Social y las mujeres allí alojadas con sus hijos están solo con “operadoras o encargadas”, no cuentan con profesionales.

Las “políticas públicas” de Sáenz en realidad son pequeñas acciones, siempre y cuando los recursos los ponga la Nación, que también son descaradamente insuficientes. Se acoplaron al “barbijo rojo” en su momento, ahora anuncian que en Salta también se puede tramitar el programa Acompañar, que es un plan miserable que pagará Anses, de un salario mínimo por 6 meses. Con eso una mujer no puede ni alquilarse una pieza en una pensión.

Yendo a la cuestión de la justicia, el gobernador anunció que llevará adelante un “cambio profundo” con ese fuero especializado. Sáenz ya realizó el cambio profundo, pero a favor de la impunidad; apenas asumió, modificó la cantidad de miembros de la Corte de Justicia y metió a Horacio Aguilar, el abogado de Blaquier. Cabe recordar que la Corte tiene que resolver causas muy importantes como los casos de corrupción que lo involucran a Sáenz cuando fue intendente de la ciudad de Salta, una suerte de “cuadernos salteños” . También las causas contra los curas abusadores, protegidos por la cúpula de la iglesia, que debe determinar si admite el pedido de prescripción. Entonces, ¿es esta la justicia que llevará adelante una protección a las víctimas de violencia de género? Claramente es otra puesta en escena de un gobierno que continúa con la estructura de impunidad heredada de los Romero y Urtubey.

Los casos de femicidios ocurridos durante su mandato fueron de mujeres que ya tenían denuncias previas y no tuvieron la protección para resguardar su vida. Peor aún, hay dos casos en donde está involucrada la policía, como el caso de Liliana Flores, asesinada por su expareja, policía, que ingreso al domicilio porque la consigna policial, amigo suyo, lo dejó pasar para “arreglar las cosas”.

Otro caso es el de la maestra Rosa Sulca, que llamó al 911 pidiendo que se apuren porque la estaban matando. Resulta que la banda que la asesinó ya estaba denunciada por Rosa por agresiones anteriores. Los vecinos denuncian que están combinados con la comisaría del barrio, que está a escasas dos cuadras. La cúpula policial y el ministro de Seguridad encubrieron esta situación, como si fuera una mala interpretación de la gente que atiende los llamados del 911.

Esta semana, una mujer denunció en Facebook que su expareja, policía, tiene 15 denuncias, la amenaza de muerte, viola las restricciones y no hacen nada. Solo luego del tremendo repudio de cientos de mujeres, ordenaron su detención.

Otra perla del discurso de Sáenz es que Salta integra el Consejo Federal de Seguridad con Pulleiro, el secretario de Seguridad, exmilico, negacionista de la dictadura. No solo encubre la brutalidad policial en cuanto a lo represivo, es un reaccionario con todas las letras.

No dijo nada sobre la polémica del aborto legal en Salta, ¿se cumple o no se cumple? Si es cierto lo que dice el director del Hospital Materno Infantil, están desbordados con pedidos porque las obras sociales no cumplen. El entrelazamiento de los negocios de la salud privada con el gobierno de Sáenz es muy fuerte, por eso puso como ministra de Salud a la directora de Swiss Medical Group, que terminó renunciando por los fuertes cuestionamientos durante la pandemia. Claro está que la aprobación del aborto legal les rompió el negocio de abortos clandestinos a las clínicas y ahora se rehúsan a cumplir la ley.

Consejo autónomo, las mujeres somos las que tenemos que decidir

El balance del discurso mentiroso de Sáenz merece todo el repudio, como así también la propuesta del fuero especializado que estará a cargo de la misma justicia adicta al poder. Necesitamos un fuero único, pero en el marco de una justicia electa y revocable por el voto popular.

Necesitamos un Consejo Autónomo de la Mujer, también electo y revocable por el voto, que tenga su propio presupuesto y el poder político para actuar cuando la justicia violente nuestros derechos, como trabajadoras, como niñxs, como disidentes, cuando queramos ejercer nuestros derechos de salud reproductiva y no reproductiva y para protegernos y sigamos vivas.