Partido

14/10/2020|1607

A las calles y a nuclear a los luchadores: la comisión de organización del Congreso del PO

PH Iván Carnevale

Con una activa participación de los delegados y delegadas que la integraron, la comisión de Organización del 27º Congreso del Partido Obrero desenvolvió su debate durante más de siete horas, con un claro punto de partida: el cuadro actual de crisis económica, política y social que abre las condiciones para grandes luchas populares contra el gobierno y las patronales, y los desafíos que ello plantea para un partido revolucionario que apuesta a desenvolver a fondo esas peleas y desarrollar una alternativa política para que la crisis la paguen los capitalistas.

La comisión destacó la intensa acción desde el anterior congreso, y en particular durante la pandemia en que, pese al aislamiento social, el partido estuvo presente en todas las grandes luchas populares del período -desde la defensa del trabajo y el salario hasta las batallas contra la depredación ambiental capitalista, por la tierra y la vivienda, por la educación y por un control obrero de la cuarentena, ante el vaciamiento sanitario que hoy muestra sus más descarnadas consecuencias. Esa intervención, enfrentando a la burguesía, su Estado y las burocracias sindicales, fue el escenario en que se desarrollaron nuevas agrupaciones sindicales y en que de conjunto se amplió la periferia organizada junto al partido, destacadamente en sectores como el pujante movimiento de desocupados, con el Polo Obrero -como enfatizaron los delegados de cada regional. Junto con ello, y reforzando ese proceso, tuvieron lugar exitosas campañas centrales de propaganda (actos y escritos por los 80 años del asesinato de Trotsky, cursos sobre El capital y de Educación Sexual Integral…), una sostenida elaboración plasmada en tres números de la revista En Defensa del Marxismo en 2020 y -bajo impulso del PO- la Conferencia panamericana de organizaciones, convocada por el Frente de Izquierda.

La comisión ratificó el balance de que la ruptura con el grupo ligado a Altamira, con sus iniciales efectos negativos sobre el padrón partidario, fue seguida por un proceso de recomposición y crecimiento, resultante de una intensa lucha política en defensa del programa y los métodos históricos del PO. Y, a su vez, el intercambio de los delegados enriqueció este balance, destacando que la base de esa recomposición fue la defensa del método colectivo de trabajo en el partido, en todas sus esferas.

El desafío que estuvo en el centro del debate fue cómo sumar al partido a mayores franjas de la vanguardia de lucha, para lo que juega un papel central la delimitación con el nacionalismo burgués en el gobierno, cuya contención comienza a ver grietas en un cuadro de ajuste y hambre. Se resaltó en las intervenciones de los delegados que la incorporación al partido revolucionario, que expresa un salto de conciencia de los luchadores/as, no tiene una derivación automática de la inserción del partido en los conflictos, sino que requiere de un plan e iniciativas propias. Con la comprensión de que es preciso dar un salto organizativo a las campañas partidarias y en la acción en común con los movimientos de lucha, se intercambió sobre métodos y se recabaron experiencias positivas, que combinaron esas campañas y luchas comunes con el debate mano a mano y asambleas junto a estos compañeros/as. Se subrayó, junto con ello, la importancia del debate político en los organismos para solidificar estos acercamientos.

El debate recogió los avances en materia de organización partidaria, incluidas la realización de plenarios nacionales de organización y la utilización de la comunicación online para la coordinación nacional, que debe ser mantenida y profundizada. El desafío de un mayor avance en este terreno aparece entrelazado con el de una evolución integral en la estructuración partidaria y sus finanzas. En ese marco se reforzará el debate interno sobre estos puntos y la designación de responsables, y se lanzará una nueva campaña financiera para fin de año.

Los delegados debatieron sobre la necesidad de desenvolver, tras el relativo parate que ha significado la cuarentena, una intensa y disciplinada acción callejera, con los cuidados correspondientes. Allí se enmarca la campaña de actividades en curso, por los 10 años del asesinato de Mariano Ferreyra, de alcance estratégico por sus implicancias políticas.

A su turno, se recabó que la fuerte actividad de propaganda del año ha nutrido la formación teórica de los militantes y el acercamiento de nuevas relaciones, y que es preciso dar un salto tanto en la elaboración -con la producción de nuevos materiales y cursos- como en la explotación de esos desarrollos, en particular con una mayor colocación de la revista En defensa del marxismo. La comisión aprobó un ambicioso plan de propaganda, que incluye la publicación próxima de libros propios y reediciones de clásicos sobre historia argentina y la cuestión del Estado, así como el dictado de cursos. Se prepara para noviembre un curso sobre “nacionalismo y socialismo en Argentina y América Latina”, clave en la lucha política contra el gobierno y en la polémica con la izquierda tributaria del nacionalismo.

Finalmente, se subrayó la importancia de difundir y debatir los materiales de Prensa Obrera, donde se ha registrado un salto, tanto en la cantidad de compañeros que escriben como en la posibilidad de colocación de las notas. La tarea planteada es, de un lado, desarrollar un gran plan de suscripciones, que abone al sostenimiento financiero del periódico y a desarrollar los debates políticos con los suscriptores; y junto a ello, de distribución de la prensa por todas las vías. En ese sentido, los delegados destacaron el potencial que representan los grupos de redes sociales donde se nuclean sectores del movimiento obrero y de otros.

Tras este intenso intercambio sobre déficits, avances y desafíos, la comisión resolvió y propuso al congreso un documento de balance e iniciativas, centrado en preparar y mejorar al partido para una etapa de convulsiones sociales, batallando en las calles junto a la clase obrera y estructurando en este marco una alternativa política por un gobierno de trabajadores.