Políticas

12/10/2023

12,7% de inflación en septiembre y acumulado anual de 103,2%

¿Por qué la estampida inflacionaria no para y quiénes son los responsables?

Inflación.

Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de septiembre, el cual se ubicó en un 12,7% que vuelve a batir un nuevo récord impulsado por la devaluación de Massa y anticipa una hiperinflación para después de las elecciones. A su vez, el acumulado anual se ubicó en 103,2% y el interanual en 138,3%. La estampida inflacionaria no merma y continúa pulverizando los bolsillos de la población, lo que también se verifica en los índices de pobreza e indigencia. Esta situación, que solo promete agravarse, es responsabilidad de los políticos capitalistas.

El informe se encuentra liderado por todas las categorías de consumo masivo, Prendas de Vestir y Calzado (15,7%), Recreación y Cultura (15,1%), pero la división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (14,3%). Sobre este último recordemos que el gobierno viene de otorgarle beneficios cambiarios a las patronales agrarias, como el dólar soja, para que estas liquiden las divisas y así cumplir con la meta de reservas incluida en el acuerdo con el FMI.

La medida configura una devaluación en cuotas que impacta de lleno en el precio de los alimentos y que terminan pagando los consumidores, a la vez que estos capitalistas pugnan permanentemente por acoplar los precios internacionales al mercado interno para incrementar sus dividendos. Esto último es ahora abiertamente viabilizado por la eliminación de las retenciones a las economías regionales, como se puede ver en el caso de los huevos, que aumentaron un 21%, o la manteca que lo hizo en un 23%

Este tipo de medidas, que ya se le otorgaron también a petroleras, mineras y automotrices, requieren además una emisión monetaria importante, a la que se suma también el pago de intereses de Leliqs que el Central le paga a los bancos, cuyo monto promete llegar a la suma exponencial de 15 billones de pesos para fin de año, y que continúa creciendo al ritmo que lo hacen las tasas de interés. Esta emisión acicatea fuertemente los niveles inflacionarios.

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Al mismo tiempo, para avanzar en el ajuste fiscal, el gobierno ejecuta una política de tarifazos permanentes en los servicios, en las naftas, en el transporte, en la medicina prepaga, en las telecomunicaciones y en todos los servicios regulados por el Estado, con el objetivo de eliminar completamente los subsidios, lo que encarece todo el resto de la cadena productiva. Según el Indec es esto lo que hizo saltar los precios del rubro Reacreación y Cultura, principalmente por la suba en los servicios de televisión por cable.

En paralelo, las reservas del Central siguen en rojo producto del pago de la deuda externa y la incesante fuga de capitales. Todos los intentos del gobierno por captar divisas que, como vimos, tuvieron un alto costo social, no resolvieron el problema, e incluso la devaluación del 22% aplicada por Massa, en connivencia con el FMI y de espaldas a la población, ya se quedó corta, por lo que el organismo presiona para avanzar en una nueva depreciación de la moneda local.

Sin embargo, la devaluación está incluida en la agenda de todos los candidatos capitalistas. Patricia Bullrich promete un desdoblamiento cambiario que tendría como primer paso unificar los tipos de cambio tras una megadevaluación, algo que el propio Melconian declaró que no sabes hasta donde puede llevar el dólar. Milei aprovecha el estado de incertidumbre y se vale del fantasma del corralito para incentivar la corrida, cuyo único objetivo es que la devaluación y la hiperinflación que requiere su propuesta de dolarización sea llevada adelante por este gobierno. Quiere que Massa haga el trabajo sucio y pague el costo por eso.

La incapacidad de pago y las expectativas devaluatorias generan incertidumbre para los acreedores, lo que pone en riesgo el esquema de endeudamiento con el que hoy se financia el Estado y constituye uno de los principales motivos de la actual corrida cambiaria: se deshacen de sus títulos en pesos y corren a refugiarse al dólar, mientras los platos rotos del asunto lo pagan quienes viven de su salario, que no pueden acceder a divisas para preservar el valor de sus ingresos  y que carecen de cualquier tipo de capacidad de ahorro.

En ese sentido, la cotización paralela del dólar aumentó 44% en 15 días y los fabricantes y distribuidores no demoraron en remarcar sus precios. Por un lado, muchos importadores directamente operan con el blue debido a las restricciones vigentes para acceder al mercado de cambio oficial. Otros, incrementan de todos modos sus precios de lista ante la incertidumbre de cuál será el tipo de cambio que tendrán que utilizar en el futuro para reponer su stock. Ese encarecimiento de los bienes importados se traslada a toda la cadena, como el caso del rubro Prendas de Vestir y Calzado.

También remarcan aquellas empresas que no compran bienes del exterior ni utilizan insumos importados, como por ejemplo las alimentarias y los supermercados, lo hacen de manera especulativa o retienen el stock de productos a la espera de nuevos aumentos, generando desabastecimiento. La Unión Kiosqueros de la República Argentina señala que las nuevas listas llegan con subas promedio del 10% y según la Federación de Almaceneros, alimentos básicos como el arroz y los fideos aumentaron 40% y 35% respectivamente en los comercios de cercanía, por citar algunos ejemplos. Finalmente, los capitalistas se cubren de la inflación, mientras que la población trabajadora se empobrece.

La burocracia sindical hace su parte, negociando paritarias por debajo de los niveles de inflación y así le ofrenda a los capitalistas mano de obra barata, lo que tendría como contrapartida las famosas inversiones que, ya teniendo los salarios más bajos de América Latina, aún no aparecen.

Todos quieren agravar el cuadro que ya tiene al 40% de la población en la miseria, solo el Frente de Izquierda sostiene que hay que romper con el FMI y aumentar los salarios y las jubilaciones para que el mínimo sea equivalente a la canasta básica familiar. Al mismo tiempo, nacionalizar la banca y el comercio exterior para terminar con la especulación y el lucro privado que operan sobre los recursos estratégicos del país, y destinarlos al desarrollo nacional.

https://prensaobrera.com/politicas/el-dolar-a-1-000-pesos-y-un-pais-al-borde-del-remate