Políticas
22/8/2024
Ajuste en el sector nuclear: hay fecha para la paralización de la obra del Carem 25
Peligra el proyecto.
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CAREM 25
La obra y el proyecto del CAREM 25, la primera central nuclear de potencia diseñada y construida completamente en Argentina, continua su agónico camino hacia un parate total. Sin obra no hay proyecto y Argentina pierde la ventana para ser un competidor internacional en la producción de SMR.
La obra que se lleva adelante dentro del complejo nuclear Atucha (Integrados por Atucha I, II y el prototipo CAREM 25) se había ¨ralentizado¨ a partir de paralizar por completo la obra civil de la parte no nuclear (BOP) ocasionando el despido de 77 compañeros primero y luego de otro centenar más. Esto generó un importante conflicto que terminó con los compañeros fuera de la obra pero con la promesa de continuidad laboral en la obra publica del municipio de Zarate.
Los primeros días de Septiembre vence la conciliación obligatoria por nueva tanda de despidos de trabajadores de la construcción que, como ya lo hemos señalado, son la antesala del cierre de la obra.
En una reciente conferencia las nuevas autoridades de la CNEA siguen sosteniendo que la obra se ralentiza, que no está paralizada y que los despidos son por finalización de frentes de trabajo. Si bien es cierto que la obra civil del edificio nuclear va llegando a su fin, lo cual es un logro de todo el proyecto y el cual celebramos, los despidos incluyen a trabajadores de frentes aún abiertos. Por ejemplo, los compañeros de Conuar, que podrían seguir trabajando en piletas superiores, o los de Cecosa en arquitectura y la colocación de las puertas contra incendio. Por otro lado, la obra no es solo civil. No existe proyección de la concreción de las siguientes etapas desde el montaje a la operación pasando por la puesta en marcha. Mucho menos de la asignación de recursos ni de la contratación de personal a tal fin.
Con lo cual, una conclusión lógica a la que arribamos los trabajadores del sector es que las autoridades de la CNEA han decretado una fecha de muerte para la obra: diciembre 2024. Para ese entonces entienden que tendrán montado el puente grúa principal y cerrada la losa superior, finalizando así el grueso de la obra civil del edificio nuclear y con ello paralizando el conjunto de la obra. El Carem será un cascarón de hormigón vacío y sin vida hasta tanto aparezcan los fondos frescos, algo muy dudoso de este gobierno, salvo que algún pulpo internacional pretenda apropiarse del Carem, uno de los 4 proyectos más avanzados en el mundo.
Esta parálisis la justifican en parte con la excusa de que van a hacer foco en “los problemas de ingeniería del proyecto”. Estos problemas existen, se estaban abordando y se tienen que resolver. Pero el parate de la obra es producto del brutal ajuste que esta realizando el gobierno de Milei y ejecutando las autoridades de CNEA. Si la continuidad del proyecto fuera una prioridad del Estado y del gobierno, se arbitrarían los medios para asignar más recursos a la ingeniería, desde personal a consultorías para abordar los problemas específicos; se desarrollarían los mockups para verificar los diseños y se avanzaría con la adquisición de equipos. Pero nada de esto sucede. La revisión de la ingeniería es el freezer para la obra y el proyecto.
De la situación presupuestaria de la institución no han dicho ni una palabra y de la gestión para destrabar el fideicomiso tampoco. Alertamos a todos los trabajadores de CNEA, si hacen esto con un proyecto emblema como Carem ¿qué queda para el resto de los centros atómicos y sus respectivas líneas de trabajo en investigación y desarrollo?.
Las autoridades de CNEA que se esconden en la gestión técnica ocultan que son correas de transmisión de la situación insostenible a la que nos está llevando este gobierno. El plan motosierra y licuadora de Milei se manifiesta en la paralización absoluta de la obra pública y el despido de 120 mil compañeros de la construcción a lo largo y ancho del país. En la desvalorización de los salarios de los laburantes de CNEA, el plan de retiros voluntarios, las renuncias por falta de perspectivas y la pérdida de derechos laborales que destruyen los más de 70 años de historia y experiencia en manos de los trabajadores del sector.
Lo dijimos y lo repetimos: la paralización de la obra es la paralización del proyecto! Parar, por 4 vez el Carem, responde a los intereses de los sectores políticos y económicos, locales e internacionales que obstaculizaron y obstaculizan el desarrollo de nuestra autonomía tecnológica, por ende económica y política.
Con las privatizaciones de Sturzenegger, es muy posible que Impsa quede bajo el control de una empresa norteamericana. Si esto sucede el componente más importante del reactor, el recipiente de presión, va a quedar atado a las decisiones de esta empresa y del gobierno de EEUU.
En tanto el gobierno festeja un ficticio déficit 0 que consigue a base de no pagar a generadoras de energía, entre ellas NA-SA. Es la forma de hacer a la empresa deficitaria y conseguir el consenso social para habilitar la privatización. Tarea a cargo del monje negro Santiago Caputo y que tiene como principal interesado a los herederos del emporio Pérez Companc.
No a los despidos de los compañeros de la construcción.
No a la paralización de la obra y del proyecto.
No a la privatización del sector nuclear.
Por un Carem 100% estatal 100% CNEA.
Triplicación del presupuesto para la CNEA.
Por una asamblea de todos los trabajadores del complejo nuclear para deliberar un plan de lucha para enfrentar el ajuste, los despidos, la caída de salarios y las privatizaciones.
¡Pongamos en pie al movimiento obrero en la perspectiva de la huelga general!