Políticas

13/5/2022

Inflación

Al final el gobierno habilita mayores aumentos en Precios Cuidados

Otro recule ante las patronales alimenticias.

Precios Cuidados

El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, participó ayer de una reunión con las empresas alcanzadas por el programa Precios Cuidados. Después de posar de duro por el desabastecimiento de los productos en las góndolas, el funcionario terminó autorizando un aumento de precios por encima de la pauta promedio de 2,8% que había sido fijada para el mes que viene. El gobierno sigue cediendo a la extorsión de las patronales a costa del bolsillo de los trabajadores, mientras él mismo sostiene una política inflacionaria para cumplir con el FMI.

El encuentro fue motivado por la gran cantidad de faltantes en los productos que integran Precios Cuidados, los cuales tendrían una provisión de apenas un 65%. Las alimenticias argumentan que ello se debe a que “los productos poseen precios muy accesibles, entonces se venden muy rápido” (La Nación, 12/5). Pero la realidad es que el consumo cae en picada, y las patronales aplican “cupos” en la producción de estos artículos para concentrarse en los que están fuera del programa, o priorizan destinarlos a comercios de cercanía donde no llega el programa Precios Cuidados.

Según Feletti “se le puede dar una rentabilidad mayor a las empresas en ese marco, pero eso implica garantizar abastecimiento y trabajar con costos y márgenes sobre la mesa”. Omite que para eso se deberían abrir los libros de las empresas toda la cadena de valor y someterlos a control obrero, pero el gobierno no pretende meterse con el secreto comercial, y por eso la pantomima duró poco. En lugar de hacer efectiva la amenaza de valerse de la Ley de Abastecimiento, convalida la extorsión de las alimenticias concediendo los aumentos que pedían, agravando así un contexto de inflación que impide a una porción cada vez mayor de la población satisfacer sus necesidades básicas.

Este cuadro es acicateado por el acuerdo de ajuste con el FMI, que promueve la inflación a través de los tarifazos y la devaluación, mientras las patronales tienen vía libre para las remarcaciones de precios, a los trabajadores les imponen paritarias de hambre. Además, a las alimenticias que extorsionan a la población con desabastecimiento de productos esenciales le otorgan los aumentos, pero al masivo movimiento piquetero lo acusan de extorsión -a coro con los Milei, Bullrich y Larreta- cuando ganan la calle contra el hambre y por trabajo.

Para defender las condiciones de vida de quienes viven de su trabajo, hay que empezar por abrir los libros de toda la cadena de valor al control obrero, corroborando los costos reales de producción y los márgenes de ganancia, y fijar un salario mínimo igual a la canasta básica.