Políticas
3/2/2025
“¿Así que los ensobrados somos nosotros?”: Longobardi acusó a Majul y a la prensa mileista
Los operadores mediáticos del gobierno son denunciados por sus pares periodistas.
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Entrevista a Marcelo Longobardi.
El periodista Marcelo Longobardi expuso públicamente la naturaleza servil al oficialismo y obsecuente de su “par” Luis Majul al calificarlo como un elemento del “periodismo ensobrado” que responde al presidente Javier Milei y sus operaciones. La exposición de Majul se da en medio de la acusación contra el “periodista” oficialista de promover operaciones mediáticas con filtraciones del gobierno e informes de inteligencia, contra las organizaciones obreras y populares.
Los dichos de Longobardi tuvieron lugar en el marco de una entrevista realizada por Ernesto Tenembaum y María O’Donnell en el programa “540°: Una vuelta y media a la realidad”, en donde se refirió a la subordinación de gran parte de los medios de comunicación y periodistas a la política del gobierno nacional y sus necesidades.
Longobardi manifestó que “la prensa, hoy en día, está muy oficialista. Eso debe tener que ver con consentir los sesgos, con el declive de la publicidad privada”, agregando seguidamente: “Yo veía un reportaje hace dos o tres días hecho en Punta del Este por Luis Majul, presentado por YPF y por Aerolíneas Argentinas ¿Así que los ensobrados somos nosotros? Por Favor”.
La acusación contra Majul por sus colegas periodistas implica un dato relevante, justo cuando el operador del oficialismo es interpelado por una denuncia del dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, por montar operaciones mediáticas a partir de filtraciones ilegales de la fiscalía N° 11 a cargo del fiscal Gerardo Pollicita en la causa judicial montada por el gobierno contra la organización piquetera.
El nivel de obsecuencia y servilismo de estos operadores mediáticos con el oficialismo, desde donde se promueven fake news y campañas sucias contra los enemigos del gobierno, es cada vez más ostensible, a cambio de diversos beneficios comerciales y publicitarios con las empresas del Estado y otros favores presidenciales.
La denuncia de Longobardi viene a ratificar algo que es vox populi en el ambiente, que Majul y otros operadores amigos del gobierno –muchos de ellos concentrados en medios como LN+- ya hace rato han abandonado la profesión de periodistas para convertirse en meros soldados de “Las fuerzas del cielo”.
La única reacción que le cabe al operador Luis Majul, encontrado infraganti en medio de una de sus tantas operaciones con el fiscal Pollicita, es acusar a los denunciantes de “violación de correspondencia y espionaje ilegal”, justamente dos prácticas recurrentes de los operadores del gobierno, quienes cuentan además con los favores de los servicios de inteligencia del Estado a los cuales sirven.
Vaya de paso mencionar que Luis Majul en ningún momento desmiente la acusación elevada por Belliboni y el Polo Obrero, siendo que las pruebas en su contra son concluyentes.
El periodismo ensobrado de Majul y compañía se encuentra cada vez más expuesto y desprestigiado, como resultado de convertirse en la pantalla de mentiras y operaciones de un gobierno antiobrero y antipopular, enemigo de los trabajadores. Su futuro se encuentra cada vez más comprometido al destino de un gobierno enfrentado con las mayorías trabajadoras y, por ende, al rechazo popular.
