El gobierno nacional está por disponer un aumento de las tarifas del gas que casi septuplicaría su precio final si se elimina la totalidad de los subsidios. La consultora EcoGo calculó que, si se avanza en este sentido, el gas podría subir un 743%. Se viene otro golpazo del gobierno libertario contra los trabajadores, en el marco de una crisis económica y social que no hace más que profundizarse.

Las empresas transportadoras y distribuidoras quieren incrementar lo que cobran por el servicio y que las tarifas estén indexadas a la inflación, mientras el gobierno busca proceder a recortar los subsidios en el precio base del gas (dolarizado) desde el mes de abril. Por eso podrían combinarse subas en los tres ítems de la boleta.

Un análisis de la consultora Economía y Energía señala que los usuarios de menores ingresos serán los más perjudicados por la medida. Las facturas que pagan pasarían de $2.179 (enero) a $17.356 (abril), un aumento del 697%. Para los usuarios de ingresos medios, un aumento del 666% llevaría las tarifas a $23.772. Y para los de ingresos altos, el aumento sería menor, de un 422%.

Este estudio se hace sobre la base del esquema tarifario actual, pero al parecer el gobierno endurecería la segmentación tarifaria para otorgar subsidios únicamente a “los más vulnerables”, fijando un tope de ingresos totales del grupo familiar de los hogares en unos míseros $475.252. Fue lo que se deslizó en la última audiencia pública que trató la cuestión, que tuvo lugar el 4 de enero.

Actualmente, el precio final de las facturas se compone en un 36% por el costo de producción de gas (subsidiado), en un 13% por el costo de transporte (desde su ingreso al sistema hasta la red de distribución), en un 26,2% por la distribución residencial y en un 24,7% restante por impuestos.

Las familias trabajadoras sufrirán el impacto de un tarifazo brutal. Será duro para ellas transitar el invierno. El gobierno decidió salir al rescate de las empresas del rubro y de las petroleras, a costa de empobrecer aún más a los trabajadores. Es que este tarifazo aumentará el costo de vida, que ya está en ascenso, y será un factor que echará leña al fuego de la inflación. Hay que tener en cuenta que el gobierno podría establecer una cláusula gatillo que actualice mensualmente la tarifa del gas.

Además, si eventualmente el gobierno avanza en otra devaluación o refuerza su ofensiva contra los trabajadores para complacer las exigencias del FMI, la cuestión del aumento de las tarifas del gas se pondrá al rojo vivo nuevamente –toda vez que el gas en boca de pozo se encuentra dolarizado. Milei quiere equiparar los precios del gas a los precios internacionales. A esto se suma su plan de ofensiva contra los trabajadores más general: destrucción de los salarios y las jubilaciones, eliminación de los planes sociales, ataques contra la salud y la educación, y el intento de implementar una reforma laboral negrera.

Abajo los tarifazos y el ajuste del gobierno antiobrero. Los trabajadores debemos abrirnos paso en la escena política con nuestros propios reclamos y conquistar aumentos de salarios que equivalgan a la canasta básica familiar y que estén indexados a la inflación.