Políticas
4/12/2024
Avanza el tratamiento del boleto para educación superior en la Legislatura porteña
Es fundamental continuar la movilización hasta la aprobación de este proyecto, que se tratará el próximo 12 de diciembre en la Legislatura porteña.
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Boleto educativo.
El pasado martes, en una reunión conjunta de las comisiones de Educación y Presupuesto en la Legislatura porteña, se debatieron los proyectos presentados por distintos bloques sobre la modificación de la Ley de Boleto Estudiantil (Ley 5.656), que data del año 2016, y conseguida por la lucha estudiantil que logró esta conquista para estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario.
Producto de la discusión entre los distintos bloques que presentaron proyectos al respecto, desde el Frente de Izquierda hasta la UCR, pasando por Unión por la Patria, salió este dictamen que será debatido en la próxima sesión de la Legislatura el 12 de diciembre.
El mismo contempla la inclusión en el boleto estudiantil a estudiantes de nivel superior, formación profesional, terciarios y universitarios que cursen en instituciones que se encuentren en la Ciudad de Buenos Aires. Estos deberán tener residencia en la CABA y en hogares que se encuentren en la clasificación de pobres, clase media vulnerable o clase media frágil, según el Instituto de Estadísticas y Censos de la ciudad. A octubre del 2024, deberían encontrarse por debajo de los $1,5 millones de pesos en ingresos aproximadamente.
También se amplía la cantidad de viajes, de 50 mensuales a 96, de lunes a sábados y hasta 4 por día, además de ser incluidos en la ley los adultos y jóvenes que estén realizando la terminalidad educativa. Los acompañantes de menores de 12 años que estén cursando la escolaridad obligatoria tendrán subsidiado el 55% del boleto, pudiendo acreditar hasta un acompañante por estudiante.
No puede entenderse el avance del tratamiento de esta ley, con todas sus limitaciones, por fuera de lo que fue la lucha del movimiento estudiantil a lo largo de este año. Las masivas movilizaciones universitarias del 23 de abril y del 2 de octubre, que agrupó a amplios sectores de estudiantes, docente, no docentes y trabajadores en general en defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad, y que fue un canal de expresión de la bronca de amplios sectores de la población contra la motosierra de Milei, despertaron a un movimiento que hace rato no salía a las calles. Las tomas de facultades y la profundización de la lucha impulsadas desde la UJS mostraron el potencial que tiene este movimiento. Los bloques patronales que maniobran en contra de esta lucha y bloquearon el camino para conseguir el aumento de salarios de acuerdo a la inflación para docentes y no docentes, así como el aumento de presupuesto, buscarán ahora anotarse un poroto con la ampliación del boleto educativo.
Desde el Partido Obrero-FITU, a través de la banca de Gabriel Solano, desde hace años venimos presentando proyectos por la necesidad de la ampliación del boleto educativo para todos los niveles y para les trabajadores de la educación. Que les docentes de media deban ir de una escuela a otra, tomando varios transportes, en medio de tarifazos impagables y que han crecido muy por encima de los salarios, y hasta de la inflación general, lleva necesariamente a una degradación de la educación. Que les docentes universitarios gasten hasta el 30% de sus ingresos, aquellos que lo tienen y que no son “ad honorem”, implica que muchas veces deban elegir si mantener cargos o no, llevando a un colapso mayor de la universidad. En el mismo sentido, para los auxiliares y los no docentes, cuyos salarios vienen perdiendo hace meses y sin quienes las escuelas, profesorados y facultades no funcionan.
La exclusión de les estudiantes que no vivan en la Ciudad de Buenos Aires, como parte de la disputa política entre Jorge Macri y Kicillof, produce una discriminación que castiga a quienes viven en la provincia. Como planteó Gabriel Solano en su intervención, no se hace la misma discriminación cuando quienes viven en PBA pero trabajan en CABA (lo que representa la mitad de la fuerza de trabajo porteña) consumen y pagan impuestos que sí van a las arcas de la ciudad.
Como mencionaron les compañeres de la UJS que intervinieron en la comisión antes de iniciar el debate de diputados, negar el boleto para les trabajadores de la educación, restringir el acceso al boleto para les bonaerenses y dejar por fuera a quienes viven en hogares que cobran más de $1,5 millones, exigiendo un “certificado de pobreza”, cuando ninguna familia tipo de 4 integrantes vive holgadamente con esos ingresos, tiene que mostrar la importancia de seguir luchando por estas reivindicaciones.
Este reclamo histórico, que trae a la memoria a aquellos estudiantes de la Noche de los Lápices, que luchaban por esto mismo, la pelea de les estudiantes secundaries que consiguieron la aprobación del boleto educativo en el 2016, y la lucha estudiantil de este año en defensa de la universidad pública, gratuita y de calidad, son el camino a seguir y la muestra de que peleando se pueden conseguir.
Es fundamental continuar la movilización hasta la aprobación de este proyecto, que se tratará el próximo 12 de diciembre en la Legislatura porteña, confluyendo con otros sectores que se concentrarán ese día por sus reivindicaciones, y reclamar que sean incorporados el resto de los sectores que se están dejando por fuera del boleto educativo. Como mostró la pelea por el pase a la carrera profesional de enfermería, con votos que se dieron vuelta a último momento, no podemos confiar en el parlamento para la conquista de nuestras reivindicaciones. La aprobación de este proyecto, con sus limitaciones, será un paso adelante para pelear por el boleto educativo universal y por el resto de los reclamos.