Políticas

6/10/2022

Bagó “veterinario”, otro pulpo que crece con los beneficios oficiales

Compró el laboratorio Mayors y va camino a concentrar la producción, incentivado por el nuevo "dólar tecno".

Biogénesis Bagó.

Biogénesis Bagó, multinacional líder en el mercado de vacunas para animales, compró el laboratorio Mayors, una firma encargada de fabricar productos farmacéuticos para el mismo mercado. Con esto, la empresa va camino a concentrar la producción para el segmento de animales de compañía, lo que se verá incentivado por el nuevo “dólar tecno” anunciado por el gobierno, el cual le otorga a las empresas ventajas fiscales, les permite beneficiarse con la brecha cambiaria y les facilita el giro de sus utilidades al exterior.

El segmento de animales de compañía representa el driver más importante de crecimiento dentro de la industria de salud animal y atraviesa un desarrollo exponencial a nivel global, sobre todo en América Latina por ser la región con mayor cantidad de familias con mascotas. Tal es así que en Argentina mueve u$s90 millones anuales. Mayors es una firma con más de tres décadas de trayectoria y prestigio en el mercado Latinoamericano, por eso es del interés de Bagó. A su vez esta adquisición le permitirá acceder a nuevos mercados, ya que la venta de los productos se realizará en 16 países de Latinoamérica y Medio Oriente.

Las empresas de laboratorio, como quedó claro en la pandemia, hacen grandes negocios a costa de la salud de la población, o en este caso de los animales. Un ejemplo son los aumentos de medicamentos: un relevamiento de costos elaborado por la cámara del sector muestra que el ritmo de avance de los precios se dan incluso por encima de la inflación, con picos que llegaron hasta el 50% en algunos rubros durante el segundo tercio del año.

Al medir los precios de los medicamentos, se detectó que aquellos que habitualmente son usados para internaciones tuvieron las mayores subas, llegando al 32% en promedio durante el cuatrimestre mayo-agosto de este año, sensiblemente por encima del aumento del Índice de Precios al Consumidor medido por el Indec, que en el mismo período fue del 24,8% (Infobae, 5/10). El gobierno suele hablar de formadores de precios por la concentración empresaria de distintos rubros, pero favorece este tipo de concentración con diversas medidas.

Un ejemplo es el “dólar tecno” que impulsó el Ministerio de Economía, y fue festejado por Biogénesis Bagó. Un beneficio cambiario donde las compañías quedan exceptuadas de liquidar el 20% de las divisas ingresadas al país por inversiones y podrán disponer del 30% de los dólares obtenidos a través de la exportación, además de beneficios fiscales.

La medida favorece el régimen oligopólico de algunas industrias, como es el caso de Bagó, Elea y Roemmers en el caso de los laboratorios, porque propulsa aún más los niveles de acumulación de capital por parte de las empresas, los cuales ya de por sí poseen un incremento desproporcionado por concentrar gran parte de la producción del mercado, e impulsa su expansión mediante la fagocitación o el aplastamiento de capitales más pequeños.

Esto después tiene su impacto en los precios porque las empresas que acaparan la producción pueden imponer un precio mayor por su producto que si existiera un mercado más competitivo, echando nafta al fuego inflacionario. Queda demostrado una vez más que el discurso del gobierno contra los formadores de precios esconde que es el propio gobierno el que atiza la inflación con medidas en favor de los capitalistas.

Si bien estos pulpos saludan este nuevo beneficio, exigen más prebendas para invertir, como que el dólar tecno sea por tiempo indeterminado (a diferencia del dólar soja) y facilidades para importar. Pero son quienes están por detrás de las maniobras de sobrefacturación de importaciones, las cuales utilizan para sobrestockearse de insumos no con fines productivos, sino para cubrirse frente a una devaluación y especular con la brecha cambiaria.

Este nuevo desdoblamiento cambiario, a la medida del FMI, es una medida improvisada que no revertirá la sangría de divisas sino que probablemente la promueva, y no alcanzará para revertir la huelga de inversiones. En cambio incentivará la concentración de la producción en manos de unos pocos capitalistas y, por lo tanto, la inflación.