Políticas
6/11/2024
Bausili, el presidente del Banco Central, cobraba comisiones de los bancos por endeudar al país
Está procesado por armar licitaciones para el Deutsche Bank durante su gestión como secretario de Finanzas del gobierno de Macri.
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Santiago Bausili.
La Sala II de la Cámara de Casación Penal reabrió el proceso penal contra el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, bajo la acusación de “negociaciones incompatibles con la función pública”. La causa se remonta a los tiempos de la presidencia de Mauricio Macri, cuando Luis “Toto” Caputo era ministro de Finanzas y Bausili se desempeñaba como secretario de Finanzas. En conclusión, con Milei tenemos al zorro cuidando el gallinero: el Banco Central roba, pero para la banca y el capital financiero, mientras el pueblo se empobrece.
La investigación determinó que el actual titular del BCRA, quien previamente había sido directivo del Deutsche Bank, beneficiaba a esa entidad durante las operaciones de deuda pública de la gestión de Cambiemos. Como intermediario financiero, el banco percibía considerables comisiones, mientras la hipoteca del Estado nacional se incrementaba en más de 100 mil millones de dólares. Durante su ejercicio como secretario de Finanzas Bausili continuó percibiendo acciones y bonificaciones del Deutsche Bank por unos U$S 200.000, una linda cometa por actuar como representante de las entidades bancarias dentro del gobierno.
Los mismos que decían que iban a cerrar el Banco Central porque “es un mecanismo de estafa” y que “el Banco Central le roba a la gente falsificando dinero”, son los abanderados del fraude y la estafa contra el erario público mediante una usuraria bicicleta financiera, en beneficio de un puñado de capitalistas mientras descargan el ajuste sobre la población.
Hoy mismo, con Luis Caputo como Ministro de Economía, uno de los cómplices de esta operación, y Bausili como presidente del BCRA, el gobierno lleva adelante una bicicleta financiera de gran envergadura, la cual subyace detrás de la “paz cambiaria”, y a partir de la cual se siguen llenando los bolsillos de los especuladores mientras los jubilados no pueden comprar sus remedios, los comedores populares fueron desabastecidos y las universidades y los trabajadores de salud están en pie de lucha contra el ahogo presupuestario.
La combinación actual del dólar financiero planchado con la suba de la tasa de interés en pesos (positiva respecto a la inflación y a la tasa de devaluación) da lugar a un “carry trade”, cuyo retorno en dólares para quienes ingresaron a principio de año se calcula en 31,8%, el más alto desde 2003 (Ámbito, 22/10). El negocio de los especuladores consiste en vender sus dólares, colocar sus tenencias en pesos -plazo fijo, bono del Tesoro-, y, una vez cobrados los intereses, volver a comprar dólares en el mercado de cambios paralelo antes que suba su cotización.
Esta bicicleta financiera significa para el país una enorme fuente de fuga de divisas. Sucede que para mantener los dólares financieros “planchados”, el Banco Central debe intervenir en el mercado de cambios malvendiendo dólares de sus reservas. A su vez, la autoridad monetaria deja de recibir el 20% de la liquidación del agro a causa del dólar blend, el cual, al ampliar la oferta del CCL, ayuda a que baje su cotización. Así las cosas, las reservas netas del BCRA se encuentran en terreno negativo por U$S 4.062 millones, agravando las tensiones cambiarias.
Como vemos, los grandes bancos y grupos económicos están recibiendo ganancias siderales con la timba financiera que le proporciona el gobierno -a costa de desplumar el BCRA-, mientras son las grandes mayorías las que sufren el peso de la motosierra. Toto Caputo y Federico Sturzenegger se encuentran a la cabeza de este plan. El primero es reconocido por ser un gran fugador serial de divisas mediante esquemas fraudulentos, al fugar 15 mil millones de dólares durante el gobierno de Macri, una bestialidad.
A su vez, fue un agente al servicio de los especuladores y los fondos buitre, sirviéndoles beneficios extraordinarios en las reestructuraciones de deuda como el “bono a 100 años”, que se trató de una licitación por 2750 millones de dólares, a una tasa efectiva de 7,9 por ciento anual donde los usureros ganaron U$S 209 millones en dos semanas, un negocio que no existe en ningún lugar del planeta. La venta del bono estuvo a cargo de un grupo de bancos elegidos discrecionalmente: HSBC, Citi, Santander y Nomura, que cobraron 3,3 millones de dólares en comisiones directas. Entre los 148 fondos de inversión que compraron el bono a 100 años se encuentra Noctua Asset Managment LLC, una firma offshore de Caputo que se quedó con bonos por 5 millones. Un fraude millonario al fisco.
Sturzenegger fue socio de Caputo en el esquema que dio lugar a la millonaria fuga de capitales, en favor de sectores allegados al poder y en detrimento de la economía nacional. Además fue procesado por el megacanje de 2001, el cual acrecentó exponencialmente la deuda argentina y ofreció un jugoso negocio para los siete bancos involucrados que se llevaron 150 millones de dólares, entre ellos el Banco Francés, Santander Central Hispano, Galicia, Citigroup, HSBC, JP Morgan y el Crédit Suisse First Boston.
No se soporta más un gobierno que premia a los especuladores y a los fugadores a expensas de quienes vivimos de nuestro trabajo. Milei, que lleva al extremo esta práctica de saqueo, se tiene que ir inmediatamente y dar paso a una salida de los trabajadores que reorganice la economía y la sociedad en base a las necesidades de las mayorías. Esa es la bandera que el Partido Obrero va a llevar este sábado al Parque Lezama.