Políticas
18/9/2024
Boletazo sobre rieles, bronca sobre molinetes
El boleto es más caro que el sueldo.
Seguir
Pasajeros caminan por las vías.
El gobierno dispuso un incremento del 40% en el boleto del tren lo que lleva a los pasajes de la sección 3, más de 24 kilómetros, a $450 para aquellos usuarios que cuenten con la Sube registrada. En cambio, el valor es de $560 para aquellos que no hayan registrado el boleto electrónico. Las personas que no dispongan de este sistema y paguen el valor del tren en efectivo, por su parte, tendrán que abonar entre $900.
El gobierno descarga el brutal ajuste fiscal sobre los usuarios con boletazos, mientras prepara la privatización. Sin embargo, estos precios son impagables para el bolsillo popular, los cuales dependen de un salario pulverizado. Aún peor es la situación para los trabajadores no registrados.
“El boleto ya era caro antes, pero ahora es imposible de pagar todos los días”, comenta un usuario a Crónica TV en plena caminata por las vías cerca de la estación Avellaneda. “Caminamos para ahorrarnos el segundo boleto, no queda otra. No podemos seguir pagando lo que piden”, agrega. “Esto es un peligro, pero no tenemos otra opción”, afirmó una madre que transitaba las vías junto con su hijo, ambos intentando evitar el pago adicional del pasaje.
La contracara de esto son las decenas de pasajeros de tren que bajan por las vías férreas para hacer el trasbordo, poniendo en riesgo su integridad física y hasta su vida, de manera de evitar pagar otro boleto porque no pueden afrontar ese costo y necesitan llegar a trabajar.
A su vez, muchos trabajadores y trabajadoras que viven en la provincia de Buenos Aires han dejado sus puestos de trabajo en Capital porque el miserable salario que les pagan solo alcanza para cubrir el costo del traslado. Es el caso de numerosas trabajadoras de casas particulares, por ejemplo.
“Yo quisiera que venga este hijo de puta de Milei y viaje en tren como viajamos nosotros, porque viajamos peor que las vacas. En colectivo ni te cuento, tenes que tener $3.500 por día más o menos para viajar. Hice la cuenta, yo no llego a ganar $400.000, y tengo que destinar casi $100.000 por mes para viajar. Los diputados ganan 9 millones y está todo bien, flor de soretes. Yo lo voté a Milei y estoy arrepentida, pero tampoco quiero que vuelva el kirchnerismo”, declaró una usuaria a C5N.
En paralelo al incremento exponencial del boleto de tren, los usuarios denuncian demoras en el servicio, que viajan cada vez más hacinados y que las cancelaciones son moneda corriente. Es la expresión de años de vaciamiento ferroviario, expuestos por la Masacre de Once, el crimen de Mariano Ferreyra y los últimos accidentes de tren.
Ahora se estima que en términos generales el gobierno ha reducido un 60% de las transferencias del Tesoro a las empresas ferroviarias públicas en los primeros cuatro meses del año. En términos puntuales, desde la gestión de Javier Milei han ajustado el 91,6% de los fondos destinados a la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (Adif); el 40,6% de los recursos de Desarrollo de Capital Humano Ferroviario; el 24,4% de los fondos para Ferrocarriles Argentinos SE y el 42,4% de los destinado al Operador Ferroviario (Sofse).
No solo arremete nuevamente el bolsillo popular con boletazos, que se suman a los tarifazos y a las paritarias a la baja que mantiene al 60% de la población en la pobreza, sino que también descarga el ajuste fiscal sobre el servicio que utilizan miles de usuarios, preparando las condiciones para la privatización del ferrocarril.
El boletazo de Milei es parte del ataque contra los trabajadores que hay que enfrentar con la movilización popular y los métodos de lucha de la clase obrera: la huelga general y el plan de lucha. El transporte público debe ser accesible al conjunto de la población, para lo que se requiere la apertura de los libros de las empresas para ver en qué se utilizan los fondos del Estado, y el control por parte de usuarios y trabajadores.
A su vez, hay que detener esta política vaciadora y privatista, partiendo de enfrentar el plan de Milei y garantizar la inversión necesaria para el funcionamiento del servicio y el acceso universal al transporte público.