Políticas
9/10/2024
CABA: lo que hay detrás del duro piso del 4% de inflación mensual
La alta inflación, en el marco de la recesión y la caída estrepitosa del consumo, es el resultado de la política de tarifazos del gobierno libertario.
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Abajo el plan Milei.
La inflación en CABA, según el Índice de Precios al Consumidor Porteño, fue del 4% y el piso sigue sin poder quebrarse. Estos datos suelen anticipar la magnitud que tendrá la suba de precios general medida por el Indec a nivel nacional, que dará a conocer sus números este jueves por la tarde. La alta inflación, en el marco de la recesión y la caída estrepitosa del consumo, es el resultado de la política de tarifazos del gobierno libertario.
Así, la inflación acumuló en los primeros nueve meses del año una suba del 115,1%. Los incrementos que estuvieron por encima de la media y contribuyeron a la no ruptura del piso fueron los de equipamiento y mantenimiento del hogar (6,1%), prendas de vestir y calzado (5,6%), transporte (5,1%), salud (5%) y bebidas alcohólicas y tabaco (4,6%). Electricidad y gas también aumentaron considerablemente. De conjunto, los servicios subieron un 4,6% y acumularon un incremento del 136,7%. Son las consecuencias de la política de tarifazos y liberalización de precios del gobierno Milei.
Milei y Caputo vienen rebajando los subsidios a ciertos servicios como el transporte y avanzando en aumentazos para salvaguardar la ganancia capitalista. La misma política inflacionaria aplican en salud, donde han venido de dar rienda suelta al aumento de las prepagas. La suba de bienes fue del 3,1%, con las carnes, los lácteos y los panificados liderando la escalada. Un kilo de asado cuesta $7.277, un litro de pan francés tipo flauta $2.739 y un litro de leche entera $1.322. No por nada la canasta básica supera los $900.000.
Desde la Casa Rosada esperan que el Indec marque una inflación mensual del 3,5%, lo que también estiman algunos analistas privados. La inflación de agosto fue del 4,2%, un piso alto teniendo en cuenta la recesión y el “atraso cambiario” imperantes, que agravan fuertemente las contradicciones de la economía. En este marco, el gobierno viene de festejar una baja del 1% en el precio de los combustibles y anunciar que los precios estarán desde ahora en sintonía con los internacionales de exportación.
Ya trascendió que las petroleras buscan aumentar un 9% las naftas y el gasoil en noviembre, ante la disparada de la cotización del barril por las tensiones en Medio Oriente. Por otra parte, al gobierno le resta un largo camino por recorrer en el sendero de los tarifazos en la luz, el gas y el agua; y a todo eso hay que sumar la posibilidad de que la situación se desmadre si Milei y su tropa no logran evitar una devaluación.
Los trabajadores tenemos el desafío de organizarnos y salir a luchar para que sus salarios no sean carcomidos por la inflación, que no es más que la confiscación del trabajo por parte del capital. El camino lo marcan los trabajadores del Garrahan, los docentes universitarios, los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, los residentes y concurrentes, y los distintos sectores obreros que comienzan a levantar cabeza. El salario debe cubrir el costo de vida, ubicado en 1.500.000 según la Junta Interna de ATE Indec.
Hay que derrotar a los capitalistas y a su gobierno, que viene de establecer un techo salarial y está atacando a los trabajadores a varias bandas con la colaboración de las conducciones peronistas de la CGT y las CTAs.
Abajo el plan Milei.