Políticas
7/7/2025
Chaco: Milei, Zdero y el altar del ajuste
Del púlpito a las urnas: la cruzada reaccionaria del gobierno mientras avanza el hambre en Chaco.

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Milei junto a Guillermo Maldonado.
El pasado sábado 5 de julio, el presidente Javier Milei participó en Resistencia, Chaco, del acto de inauguración del templo evangélico “Portal del Cielo”, un mega auditorio, el templo evangélico más grande del pais, en el marco de la Convención Mundial del movimiento “Invasión del Amor de Dios”. El acto, organizado por el pastor Jorge Ledesma, reunió a miles de fieles y contó con la presencia de autoridades civiles, militares y especialmente un pastor de Estados Unidos, Miami, "Apostol" Guillermo Maldonado, cercano a Trump, como presencia destacada del gobernador radical Leandro Zdero, consolidando una escena política que deja al desnudo el eje reaccionario sobre el que se apoya el régimen libertario.
El mandatario selló con esta visita un acuerdo político que va más allá de la retórica religiosa: es la consolidación de una alianza electoral con sectores clericales conservadores, que ya operan como base de sustentación moral y territorial para su gobierno de ajuste.
No se trata de espiritualidad. Se trata de construir un nicho de poder y votos en los barrios populares, a través del disciplinamiento social, el clientelismo eclesiástico y la represión de toda expresión de protesta. Milei no va a Chaco a predicar, sino a edificar una fuerza política con sotana, micrófono y látigo. Fuentes locales indican que Milei habría comprometido su asistencia tras reunirse con el pastor Maldonado en Estados Unidos, antes del viaje a Chaco.
Esta política de sostenimiento del evangelismo como ariete de sometimiento en los barrios ya venía de parte del peronismo de Capitanich, que participó de sus misas, como en 2019, en el acto realizado en el Estadio de Chaco For Ever.
Zdero , un fiel hambreador
El gobernador Leandro Zdero, de la UCR, ofició de socio político y anfitrión. La foto junto a Milei en el altar evangélico ratifica el pacto entre los libertarios y el radicalismo. Mientras la provincia se hunde en la pobreza, Zdero despliega carteles por toda Resistencia celebrando “un año sin piquetes”: una provocación para quienes no tienen gas, ni agua, ni comida en sus casas.
Este festejo del “orden” se da en una provincia donde el salario mínimo provincial de los trabajadores municipales no supera $100.000, una cifra de indigencia. Y donde el programa Ñachec –una beca de apenas $27.000, destinada a jóvenes de comunidades originarias y sectores precarizados– acaba de sufrir un recorte brutal. El nombre del plan, que en lengua Qom significa “gracias”, hoy suena como una burla feroz a quienes viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.
El sismo social provocado por este ajuste se intenta neutralizar con rezos, cantos, prédicas evangelistas y discursos de resignación. El gobierno reemplaza derechos por “milagros”.
Fe como doctrina de sometimiento
El acto de Milei no fue un hecho aislado, sino un mensaje directo a las iglesias evangélicas que buscan convertirse en estructuras de contención del ajuste. En el escenario, el presidente habló de “despertar la fe” como camino hacia la prosperidad. Mientras tanto, en el mismo Chaco, los comedores populares no tienen mercadería, las escuelas están sin calefacción y las mujeres trabajadoras son las primeras en perderlo todo.
El programa libertario se complementa así con la moral evangelista: privatización más culpa. Ajuste más obediencia. Miseria más silencio. Milei sabe que necesita una fuerza social para sostener su proyecto de demolición, y va a buscarla en los altares, en los templos, en las comunidades donde la fe se impone por encima de la organización política.
Desde el Plenario de Trabajadoras denunciamos la utilización de la religión como plataforma electoral y estructura de control social. No hay neutralidad en el púlpito: hay respaldo político, hay doctrina de clase, hay intervención directa sobre los sectores más explotados para evitar que se levanten.
Rechazamos la alianza reaccionaria entre Milei, Zdero y los sectores clericales que buscan borrar del mapa a las organizaciones piqueteras, a las mujeres luchadoras, a las juventudes empobrecidas, a la izquierda que no se arrodilla.
Convocamos a las mujeres trabajadoras a organizarse en defensa propia. Frente al ajuste, frente al hambre, frente a la avanzada oscurantista, vamos a levantar nuestras banderas , las de las mujeres trabajadoras piqueteras y luchadoras populares que pelean por sus derechos y el de sus familias.
¡Fuera Milei y todo su régimen!

