Sindicales

21/3/2025

Cómo intervenimos ante el paro del 10 de abril y la movilización del 9

Fuera Bullrich, paro activo y plan de lucha hasta la huelga general.

Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografía

La convocatoria de la CGT a un paro nacional de 24 horas el 10 de abril y la movilización de la central “en apoyo a los jubilados” el miércoles 9, es, sin dudas, la reacción retardada como resultado del cuadro político del gobierno de Milei que hace aguas por todos lados desde el 1F –cripto estafa incluida- y del impacto enorme entre todos los trabajadores de la brutal represión del 12 de marzo, que tiene como saldo a Pablo Grillo luchando por su vida. Además de 140 trabajadoras y trabajadores que, cazados en las calles, pasaron al ejército de luchadores criminalizados que tiene a los dirigentes del Polo Obrero al borde del juicio oral. Hay una crisis del gobierno y hay una crisis del colaboracionismo de la burocracia sindical que busca reacomodarse.

Bien mirado, es el resultado de un desborde obrero y popular mediante la originalísima autoconvocatoria de las hinchadas de fútbol que arrancó con la de Chacarita el miércoles 5 de marzo y estalló en una movilización masiva de apoyo a los jubilados el 12 con decenas de hinchadas y, tras la represión, en otra convocatoria importante el 19 que esta vez Bullrich no se animó a reprimir, configurando una victoria política en la batalla de la calle.

En ambas convocatorias en apoyo a la valiente lucha de la Coordinación de los Jubilados de los miércoles, apaleados sistemáticamente ante la indignación popular, se fueron sumando columnas sindicales por casos testimoniales, en otros casos importantes, como los Astilleros o las de gremios combativos como AGD, el Sutna, Ademys, o los gráficos de Morvillo que ocupan la planta hace 20 días. Luego ATE Capital, entre otros, y en el último miércoles varias seccionales de la propia UOM. Las CTAs se sumaron el 19 con sus “cuerpos orgánicos”, aunque permanecieron alejadas de las vallas y del acto de los jubilados.

La burocracia sindical está desorientada frente al fenómeno de la lucha de los jubilados, víctimas número uno de la licuadora de Milei y Caputo. Se ha escapado a su política de desarticulación de la resistencia a los centenares de miles de despidos frente a los cuales ha sido implacable en evitar huelgas, y ni hablar de ocupaciones de plantas en las 13.250 cerradas en un año, al punto que Morvillo es la primera y única ocupación de planta de la era Milei, también aislada por la burocracia de la Federación Gráfica que se negó a un paro y movilización de todo el gremio contra el cierre de esta gran e histórica planta gráfica. Lo mismo hizo con la huelga de Linde Praxair o con la lucha del frigorífico Tres Arroyos que disparó una pueblada en Concepción del Uruguay. Sin chistar, la burocracia sindical ha contribuido a los miles de despidos en las automotrices o las autopartistas bajo la forma directa o como retiros voluntarios, al igual que la Uocra, víctima de más de 100.000 despidos, cuyo secretario general, Gerardo “Batallón 601” Martínez fue a reunirse días pasados prometiendo paz social a Kristalina Georgieva, en nombre del movimiento obrero.

Otra parte fundamental del escenario en el que la CGT convoca al paro es la crisis de las paritarias entreguistas de los propios gremios de la CGT. No hace falta acá detallar el espanto de todos los acuerdos salariales, como la paritaria gastronómica descendente que termina en el 0,5% en mayo o el 5% en tres meses de Camioneros de un Hugo Moyano, que pasó a integrar el bloque político de la dirección cegestista como un gordo más. O la paritaria siderúrgica del kirchnerista-kicillofista Furlán que lleva 8 meses sin firma, después de interrumpir un plan de lucha que había sido fuerte y crecientemente cumplido por las bases metalúrgicas. La contracara de este proceso es el paro docente de 72hs en Santa Cruz del 19 al 21 de marzo, convocado por la recuperada Adosac que convocó una movilización multitudinaria de cuadras y cuadras en Río Gallegos, volviendo a sus grandes tradiciones de lucha. Recordemos que el 24 de febrero hubo un paro nacional docente y que, en el inicio de clases el 5 de marzo, la Multicolor de la provincia le paró gran parte de las escuelas a Kicillof contra sus amenazas. En esta misma semana se produjo el parazo nacional en todas las universidades del país los días 17 y 19 y el Sutna el 26 de marzo convoca a un paro general ante la paritaria cero de las patronales que vienen de despidos masivos. Pasan cosas en el movimiento obrero.

La caída de Milei en las encuestas va de la mano de otra caída que es la de la imagen de una burocracia sindical que ha pactado por sus cajas ante uno de los gobiernos más brutales contra la clase obrera en 40 años de gobiernos constitucionales. El peronismo se dedica a echar la culpa a los obreros por haber votado a Milei, mientras va entregando al movimiento obrero, gremio por gremio, fábrica por fábrica, a la flexibilización laboral y a los despidos, al igual que ante los 40.000 despidos del Estado, donde ATE no es la excepción, opuesto a la huelga y ocupación de los lugares con despidos masivos. Que la iniciativa de reacomodamiento ante las bases la tenga Daer y sus socios es expresivo del nulo papel de las CTAs como sindicalismo alternativo que juegue algún papel organizador frente a la ofensiva de los capitalistas y el gobierno.

La aprobación del DNU del pacto secreto con el FMI nos dará más noticias que deberían estar en el centro de los planteos de las organizaciones obreras, por la devaluación que implicará más tarde o más temprano, por las reformas laboral y previsional que están en la agenda del organismo, del gobierno y de toda la clase capitalista. Desde este lugar corresponde desplegar todo un programa convalidando todos los reclamos de los jubilados, un programa por la derogación del DNU/70 y la Ley Bases, los reclamos en la Universidad y la Educación y la Salud, la prohibición de despidos y suspensiones, el aumento de emergencia para activos y jubilados y paritarias libres sin techo, lo cual supone el rechazo de plano al pacto con el FMI y contra los presupuestos a dedo de la motosierra y la licuadora, como al mismo tiempo el rechazo a los ajustazos en las 24 provincias del país en las que se replica la política de Milei.

Como lo hemos sostenido sistemáticamente el paro debió ser activo y de 36 horas con abandono de tarea. Es lo que corresponde a un plan de lucha hasta la huelga general para derrotar a Milei. Esto, claramente, está asociado a la batalla por asambleas y plenarios de delegados y a la lucha por una nueva dirección del movimiento obrero. Ante la convocatoria planteada, los sindicatos combativos, antiburocráticos y clasistas, así como el movimiento piquetero independiente, tenemos un desafío. Garantizar a fondo el paro nacional en cada lugar de trabajo, con asambleas que fijen objetivos y un programa y movilizar de manera independiente el 9 de abril. En este lapso, todavía largo, tenemos que apoyar con todo la ocupación de los gráficos de Morvillo, desarrollar a fondo los paros docentes provinciales, el paro del Sutna y cada lucha, movilizarnos con todo el 24 de marzo y preparar un plenario de ocupados y desocupados del sindicalismo combativo y los movimientos piqueteros para que toda la izquierda del movimiento obrero tenga una columna y una fuerte voz política independiente.

Fuera Bullrich, por el Fuera Milei, plan de lucha hasta la huelga general para derrotar a Milei.

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