En la presentación del programa de gobierno de la lista “Unidad de la izquierda y los luchadores” en el FIT, Gabriel Solano, precandidato a presidente, remarcó cómo los sucesivos gobiernos capitalistas han preservado un esquema impositivo en Argentina que deposita su carga fundamentalmente sobre los trabajadores, mientras que los empresarios gozan de exenciones impositivas y llevan adelante múltiples maniobras de evasión.

Sin ir más lejos, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el 36% de los ingresos impositivos de los primeros cinco meses del año corresponde al IVA, un impuesto al consumo sumamente regresivo. A su vez, en junio, la recaudación tributaria cayó 3,7% real por el impacto de la sequía en las retenciones, sin embargo, lo recaudado a través del IVA, al ser un impuesto que crece con la inflación, tuvo un aumento del 147% nominal y del 12,4% real, en términos interanuales.

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Como vemos, el oficialismo se vale de la escalada inflacionaria para transferir recursos desde el bolsillo popular hacia las arcas del Estado, y, en ese sentido, arrimarse a las metas fiscales impuestas por el FMI. Todos los políticos patronales que se alternaron en el poder defendieron dicha confiscación: en primer lugar, Cavallo elevó el IVA al 21% durante el mandato de Menem, y ese gravamen se mantuvo inalterable bajo los siguientes gobiernos. El Frente de Todos, a su turno, llegó al extremo de reponer el IVA sobre los alimentos ni bien asumió, que Macri había eliminado con la expectativa de evitar una derrota electoral.

Así, Solano dejó en evidencia la impostura de Milei, que se llena la boca hablando de terminar con la presión tributaria mientras reivindica como el mejor ministro de Economía a Cavallo que subió el impuesto a todos los consumidores. Remarcó entonces que cuando los supuestos libertarios prometen bajar la presión fiscal solo apuntan a los impuestos que pagan los empresarios, compensando esas prerrogativas con impuestazos sobre la población trabajadora. Esto cuando, como denunció el precandidato del FIT-U, hoy vemos la enorme evasión fiscal en la que incurren las patronales, comenzando por la extensión del trabajo informal, donde los empleadores se ahorran de contribuir a la Seguridad Social.

Por el contrario, el financiamiento del Estado debe correr por cuenta exclusivamente de la clase capitalista “eliminando impuestos al consumo como el IVA, a la vivienda única y la cuarta categoría de Ganancias que grava el salario; como contrapartida, es necesario aplicar un impuesto progresivo y permanente al gran capital” concluyó el precandidato.

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