Políticas
20/6/2021
Congreso del PJ bonaerense: los une el espanto
Scioli y Berni, candidatos de un peronismo derechista y antiobrero.
Seguir
Se realizó este sábado 19 el Congreso del Partido Justicialista bonaerense, rebautizado como el “Congreso de la unidad”, en medio de las disputas entre kirchneristas y albertistas por las listas electorales y la impugnación judicial interpuesta por el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, que impidió la asunción de Máximo Kirchner al frente del PJ postergándola hasta después de las elecciones. La “unidad” no le va salir gratis a Cristina Kirchner, Máximo y Axel Kicillof, que deberán compartir la “la lapicera electoral” que consideraban propia.
El cónclave pejotista incluyó al presidente del PJ provincial en ejercicio, Gustavo Menéndez, quien al igual que el “rebelde” Gray, volvió a escena por el temor del kirchnerismo a una derrota en la provincia de Buenos Aires que dirige. También participó La Cámpora, enfrentada a un sector del aparato del PJ e intendentes que ven en la ofensiva de Máximo Kirchner una amenaza a sus posiciones, y las burocracias sindicales de la CGT, la CTA Yasky y el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano. La foto de la “unidad” dejó vacante y sin resolver la primera candidatura a diputado nacional y preanuncia por la “amplitud” una disputa feroz por la confección de las listas.
Lejos de un trámite de rutina para la adhesión formal del Partido Justicialista de la provincia al Frente de Todos, lo cierto es que el peronismo llegó al congreso del PJ -y el kirchnerismo a la campaña electoral- con las acciones en baja y fracturado. Las encuestas que se conocen dan cuenta de una fuerte caída de Alberto Fernández y Kicillof, encendiendo la alarma en la plana mayor del kirchnerismo y forzando a Cristina a salir a la cancha. La amenaza de una derrota electoral aceleró la “amnistía” de los Gray y los Menéndez que chantajeaban con saltar el charco e irse con Florencio Randazzo.
Cristina y Kicillof en la picota
La incursión de Cristina Kirchner como jefa de campaña electoral caldeó las vísperas del Congreso del PJ y puso al rojo vivo quién será el candidato del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. A su modo, lo expresó el ministro de Obras Públicas de Alberto Fernández, Gabriel Katopodis, cuando le reclamó al peronismo que se ponga en “modo electoral” para la madre de las batallas a librar en el territorio bonaerense. Alberto Fernández quiere facturar la “unidad” con la candidatura de Daniel Scioli a quien ensalzó como su amigo y alter ego. Que el peronismo recurra a un candidato derrotado por Macri en el 2015 es toda una muestra de declinación política.
Más allá del Congreso del PJ, el hecho de que Cristina Kirchner pretenda erigirse en el tractor de la campaña del Frente de Todos da cuenta del pánico que le provoca al kirchnerismo una derrota o victoria a lo pirro en el distrito que debería ser su plaza fuerte. La jugada de Cristina es peligrosa a dos puntas, tanto por la resistencia que provoca en un sector del peronismo bonaerense que busca cobijo en el gobierno nacional, como por las consecuencias políticas que podría traerle una derrota en “su provincia”. Lo mismo ocurre con el gobernador Kicillof, a quien su jefa le aconsejó una campaña de “gestión” y la “lluvia de vacunas” en una provincia en default social, sanitario y financiero. Para muestra vale el rotundo fracaso de la vuelta a las aulas que expuso crudamente la falta de inversión en las escuelas, sometidas al ajuste para garantizar el pago de la deuda externa usurera y fraudulenta a los bonistas. El 50% de los establecimientos escolares de la provincia no están en condiciones de empezar por el ajuste educativo en un año y medio de pandemia.
Un Congreso sin candidato del peronismo
Si el kirchnerismo pretendió realinear la tropa con el Congreso del PJ, arrancó en desventaja: Máximo, presidente electo, no podrá asumir hasta fin de año. Los tiempos son importantes porque un retroceso electoral en la provincia que dirige el kirchnerismo volvería a cuestionar su liderazgo. Pero además, el Frente de Todos llegó a este Congreso de “unidad” sin una candidatura de unidad del peronismo cuando falta un mes y poco más para el cierre de alianzas y listas. Máximo Kirchner tuvo que tragarse el sapo del “rebelde” Fernando Gray, y estaría negociando la eliminación de las trabas legales que impiden una nueva reelección para los intendentes con dos mandatos transcurridos. Otro centro a los pesos pesados de peronismo bonaerense.
Kicillof dijo que el peronismo va unido a las elecciones, contraponiéndolo a la media docena de candidatos de la derecha en Juntos por el Cambio. La realidad es que el desinfle en las encuestas del gobernador Kicillof va acompañado de mayores tensiones internas, de una pérdida de gravitación del kirchnerismo, y de un giro a la derecha de los “nacionales y populares”. Mientras Alberto Fernández y su jefe de gabinete, Santiago Cafiero, apalancan el retorno del derrotado ex candidato presidencial Scioli -en concordancia con una franja de intendentes pejotistas temerosos de que una atropellada del kirchnerismo los desplace de la escena-, la jefa política de Kicillof, Cristina Kirchner, azuza la candidatura del patotero y jefe de la Bonaerense, Sergio Berni, como rival potencial del actual embajador en Brasil.
Está por verse si Cristina aprieta con Berni para ganar lugares en las listas a expensas del aparato tradicional del peronismo bonaerense o si es una decisión desesperada para instalar al “ministro estrella” como una réplica de Patricia Bullrich en la provincia, con un discurso de mano dura, represión a las luchas populares, y la “seguridad” del gatillo fácil. Los “nacionales y populares” buscan votos por derecha con la impunidad que les da el seguidismo cómplice de las burocracias sindicales kirchneristas y los satélites izquierdistas del peronismo. Como sea, la candidatura de Scioli o de Berni va a ser un mazazo en la nuca para las expectativas de una juventud que apoyó al kirchnerismo para “derrotar la derecha”.
El kirchnerismo por derecha
La candidatura del “soldado de Cristina” está también verde porque el propio Berni declaró no estar interesado en encabezar la lista de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires. El ministro de seguridad está enfocado en el armado todoterreno de su proyecto presidencial a la espera de un derrumbe completo del gobierno de Alberto Fernández. Si la vicepresidenta se resigna a poner a Scioli a la cabeza de la lista de diputados deberá tragarse la cicuta hasta el final porque éste también actúa de cara al 2023. La variante Berni patearía el inestable tablero de la “unidad peronista”, agravando los choques con el gobierno nacional, al que el represor de Guernica tildó de ineficaz y con quien dijo “tener grandes diferencias”. Es sabido que Alberto Fernández quiso sacarse de encima a Berni y se estrelló contra la resistencia de Cristina y Kicillof.
Las “candidaturas bicéfalas”, y por lo tanto la indefinición del candidato, reproducen la crisis política que recorre a la alianza del Frente de Todos. Lejos de un peronismo homogéneo, éste está fragmentado y con un protagonismo creciente de Sergio Massa como la otra pata de un poder repartido con albertistas y cristinistas. Massa es el presidente de la Cámara de Diputados, pero su base territorial sigue siendo la provincia de Buenos Aires. Randazzo, por su parte, ha hecho de la “vereda del medio” una ambulancia para recoger a los heridos del PJ. Si Gray y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, negocian su acople a la “unidad del peronismo bonaerense”, Florencio Randazzo perdería una cuña para abrirse paso con los mandatarios locales y punteros desplazados. Otro tanto sucede con el “peronismo republicano” que deshoja la margarita si quedarse o irse del Pro.
Urge la movilización política del Frente de izquierda Unidad
Salta a la vista que todas las candidaturas en danza del peronismo, por adentro o por fuera del Frente de Todos, son un abanico de derechistas antiobreros. La campaña electoral no termina de arrancar por la crisis de candidaturas pero principalmente por el hastío popular, el brutal ajuste fondomonetarista que lleva adelante todo el peronismo, la pobreza y desocupación récord en el conurbano, el hambre y la caída del consumo, y el derrumbe de los salarios y jubilaciones que se suma a los casi 45.000 muertos por la pandemia en la provincia de Buenos Aires.
Una “lista de unidad” del peronismo bonaerense es reaccionaria porque apunta a reforzar al gobierno contra las luchas de los trabajadores por vacunas, trabajo y salarios, y que éstas fermenten con desplazamientos políticos que muerdan la base social del Frente de Todos. Después de la multitudinaria movilización piquetera del viernes 18, una verdadera marea humana en la 9 de Julio, hubo quienes advirtieron al gobierno que el Polo Obrero está disputando posiciones fuertes al peronismo en las barriadas del Conurbano más golpeadas por la crisis social. Un dato insoslayable de progreso político de la izquierda revolucionaria en las masas más hambreadas de la provincia de Buenos Aires. Un año y medio en el gobierno pinchó aquello de que “a la izquierda del kirchnerismo está la pared”.
Todas estas son señales muy fuertes y de gran responsabilidad para el Frente de Izquierda Unidad, al que algunas encuestas vienen dando en ascenso, mientras los “libertarios” declinan en su intención de voto y son deglutidos por el macrismo. No hay “antisistemas” sino una derecha fascistoide que se encuentra en desbandada por la emigración de José Luis Espert a Juntos por el Cambio. Las luchas obreras contra el ajuste del peronismo son un punto de apoyo objetivo para el Frente de Izquierda Unidad en su relación con las masas, y subjetivo y de conciencia si la izquierda revolucionaria trabaja sistemáticamente por la ruptura de los activistas y luchadores obreros, juveniles, del movimiento de mujeres y ambientales con el nacionalismo burgués y las burocracias sindicales.
Ese deber ser el propósito de una alternativa obrera y socialista para que irrumpa la izquierda, potenciada por un Congreso masivo del Frente de Izquierda Unidad que movilice a miles de activistas obreros y populares en las luchas y las elecciones contra los partidos y candidatos de los capitalistas.
https://prensaobrera.com/por-un-congreso-del-frente-de-izquierda-y-los-trabajadores-unidad/