Organizaciones sindicales y piqueteras anunciaron movilizarse en rechazo al DNU y a la Ley Ómnibus cuando esta se trate en el Congreso. También apuntaron contra el ajuste del gobierno de Martin Llaryora. En ese sentido, realizaron una conferencia de prensa este lunes 29 a las 10 horas para abordar precisiones sobre la continuidad de las acciones de protesta.

En la jornada, tomaron la palabra el secretario general de Uepc-Capital, Franco Boczkowski; Javier bracamonte, sec. Organización de ATE CBA; Lucas Felici, del sindicato de trabajadores químicos de Río III; Emanuel Berardo, del Polo Obrero; y Guillermo Casto, padre de Ezequiel Castro, víctima de violencia institucional.

El denominador común de las intervenciones fue el planteo de movilizar en simultáneo a la sesión en la que finalmente se tratará el proyecto reaccionario de Milei y sus socios. Sucede que el balance del paro del pasado 24 de enero mostró que hay condiciones para rechazar una orientación con la que el gobierno descarga la crisis sobre el pueblo trabajador. Por eso es necesario construir un canal de intervención popular.

Las idas y vueltas en torno al dictamen de la Ley Ómnibus dieron cuenta de que se pretende modificar el marco normativo del país para imponer un régimen de excepción en beneficio de las grandes patronales, y para hacer pasar una gran transferencia de recursos se criminaliza la protesta social para impedir y/o castigar con cárcel efectiva a quienes nos movilicemos y luchemos contra este orden de cosas.

Además, después de reunirse con el ministro de Economía Luis Caputo, la UIA reforzó la presión por la reforma laboral. En la orientación descripta líneas arriba coinciden todos los que gobiernan; lo demostró el gobernador de Córdoba, que declaró “la ley tiene que salir esta semana” y pidió no bajar todo el “paquete fiscal”. Es decir que queda claro que defiende el interés del capital agroindustrial, reclamando que no le aumenten las retenciones.

El gobierno de Martin Llaryora coincide con Milei en aplicar un fuerte ajuste en salarios, jubilaciones y condiciones de trabajo de la docencia y estatales. A tal punto el “cordobesismo” coincide con que el ajuste lo paguen los trabajadores que pretende desconocer la paritaria firmada por los trabajadores con Juan Schiaretti.

Para peor, si el gobierno nacional aplica finalmente la actualización del impuesto a los combustibles, las naftas aumentarían un 25% según una estimación publicada en La Voz del Interior. Esta enésima suba implicaría una mayor presión sobre los ajustados bolsillos del pueblo trabajador, y tendría efectos recesivos.

En este cuadro, frente a la pregunta de cómo seguimos después del paro nacional, los sindicatos combativos y las organizaciones piqueteras plantean que el movimiento popular debe ganar las calles. Solo así construiremos la fuerza para construir la huelga general. En oposición al ajuste, sindicatos combativos y organizaciones piqueteras convocan al pueblo trabajador, a las asambleas de la cultura, diversidades y ambientales a construir una movilización independiente en rechazo al DNU, la Ley Ómnibus y al ajuste del gobierno de Martin Llaryora. Esto se gana luchando.

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