Políticas
5/11/2020
Corte Suprema: un fallo, en línea con el “acuerdo social”, que deja disconformes a todos
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Agrupación Bermellón, Congresal UEJN-Judiciales
Tras 15 días de aceptar el per saltum pedido por los jueces Bruglia y Bertuzzi, cuyo propósito era que se declare con carácter definitivo y consolidado el traslado que Macri les firmó con destino a la estratégica Cámara Federal en lo Criminal y Correccional, el martes 3 la Corte Suprema resolvió por una mayoría de 4 a 1 revocar la sentencia del Fuero Contencioso Administrativo Federal que rechazaba la acción promovida por los jueces, pero no hizo lugar al planteo de que fueran confirmados en forma permanente en donde fueron trasladados, sino solo hasta que se realicen los concursos en dichas vocalías y se cubran por nuevos jueces.
Es difícil caracterizar a quién benefició y a quién perjudicó más el fallo de la Corte. En los medios de comunicación han aparecido quienes lo consideran como una victoria de CFK, quienes lo caracterizan como una victoria de los jueces y los que lo ven como un fallo salomónico sin “vencedores ni vencidos”. Hay una cuarta interpretación, la nuestra, que afirma que se trata de un fallo que no contenta a nadie salvo a quienes como Julio Piumato (el secretario general del gremio de los judiciales), son tributarios de la Corte.
Pero antes de ver finamente quién ganó y quién perdió, es necesario caracterizar por qué los jueces Bruglia y Bertuzzi no lograron su propio Vicentin ni tampoco el kirchnerismo logró eyectarlos de la Cámara Federal.
Bajo la órbita del FMI
El voto de mayoría, compuesto por Maqueda, Lorenzetti, Rosatti y Highton, se da un contexto diferente al de 15 días atrás cuando la Corte asumió el salto de instancia. Mientras que en ese momento sonaba por el lado del gobierno una política de avanzar con el falso impuesto a las grandes fortunas y la declaración de servicio público de las telecomunicaciones, la Corte terminó resolviendo en un contexto en el que el gobierno condenó a Venezuela junto al Grupo de Lima, se puso al lomo la represión y desalojo en Guernica, CFK publicó una carta llamando a la unidad nacional con toda la clase capitalista (incluidos los Magnetto), se dio media sanción en diputados a la ley de presupuesto con el respaldo del macrismo que se abstuvo y que Martín Guzmán se reunió con Clarín, Techint y los popes de AEA para avanzar en un acuerdo social.
En síntesis, el gobierno de los Fernández-Massa ha dado toda a una serie de garantías al imperialismo y a la burguesía de su voluntad de capitanear el rescate capitalista del país alcanzando un acuerdo con el FMI, que será quien finalmente determinará la hoja de ruta del gobierno profundizando el ataque y el ajuste contra las masas. Eso es lo que tuvo su expresión en el fallo del martes.
El aislamiento de Macri-Rosenkrantz. Casal y Rafecas
Carlos Rosenkrantz, quien abiertamente funge de correa de transmisión de Macri en la presidencia de la Corte, votó en soledad para que los jueces trasladados queden ahí como definitivos. Nuevamente quedó aislado, tal como viniera ocurriendo desde que Lorenzetti, Maqueda y Rosatti conformaron la “mayoría peronista” a fines del gobierno anterior. Sin embargo, este aislamiento de Rosenkrantz no responde una dinámica propia de la Corte sino más bien a la posición que asume la clase capitalista respecto del pacto social para hacer frente a la bancarrota económica que será descargada sobre los trabajadores.
Es en ese sentido que debe leerse también el relativo aislamiento que sufrió el propio Macri ante las movidas de Carrió, Larreta y Vidal para apoyar a Alberto Fernández en la designación de Daniel Rafecas para la Procuración General. Mientras Macri rechaza a Rafecas defendiendo a ultranza a un hombre propio como el procurador interino Casal, los cambiemistas “dialoguistas” fundamentan su apoyo a Rafecas en que CFK no querría su designación sino la de alguien más próximo como Graciana Peñafort. Rafecas se delimitó públicamente de CKF cuando rechazó una reforma de la ley del Ministerio Público Fiscal para que lo nombren con mayoría simple del Senado y también respaldó a Casal ante los pedidos de juicio político que presentaron diputados kirchneristas.
Los límites del fallo (y del “acuerdo social”)
La Corte se ha desdicho de lo que firmó en acordadas del año 2017 cuando convalidó el traslado de estos jueces y de otros más. Al resolver que los traslados deben durar lo que tarden en cubrirse las vacantes mediante concurso, ha remitido el foco de la crisis al Consejo de la Magistratura que ha visto revocada su resolución que anulaba los traslados y que ahora debe proceder a instrumentar los nuevos concursos y seguir sustanciando los que ya están en marcha, cuando la Corte viene de debilitar su poder de decisión.
Los jueces Bruglia y Bertuzzi también han quedado devaluados y han perdido poder porque su actuación en la Cámara Federal tiene fecha de vencimiento. Eventuales pronunciamientos en favor de macristas o en contra de kirchneristas serían duramente cuestionados y carecerían de todo sustento político. De ahí que B y B hayan hecho trascender su intención de renunciar ante lo que consideran una falta de apoyo de parte de la Corte.
Si bien se estima que, como pronto, el gobierno podría lograr cubrir las vacantes en dos años, lo cierto es que existen vacantes que se extienden muchos más años. B y B no obtuvieron su Vicentin, pero disponen de tiempo para desensillar hasta que aclare estando en puestos claves durante años, pudiendo tomar conocimiento no solo en causas contra integrantes del kirchnerismo sino también del macrismo.
De acuerdo al editorialista de La Nación Joaquín Morales Solá, con este fallo la Corte ha perdido su ascendencia sobre el conjunto de los jueces. En caso de ser cierto, al gobierno le costaría mucho cubrir las vacantes de la Cámara Federal en el Consejo de la Magistratura con candidatos propios, porque si no va a un pacto no contaría con los votos de los representantes de los jueces, los abogados y la oposición patronal.
CFK y el Gobierno pueden darse por satisfechos ante el hecho de que la Corte reconoció que ByB estaban mal trasladados, pero deberán tragarse que durante años dominen junto al juez Martín Irurzun la Cámara Federal. Es ante este panorama que también se empieza a tejer la vuelta del juez Farah, un peronista que fue eyectado de la Cámara Federal también por traslado a decreto simple de Macri.
Finalmente, resta decir que la Corte debe resolver aún la situación de Castelli, el juez que fue trasladado al Tribunal Oral Federal que deberá juzgar en la causa cuadernos.
Los intentos de la Corte para erigirse en un árbitro de la crisis social, política y social del país entran en contradicción con los propios límites con los que chocan los intentos del pacto social de AF. Lejos de encontrar una solución salomónica que apacigüe las aguas, la resolución de la Corte será partera de una profundización de la crisis política.
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