Políticas

19/5/2023

Cristina Kirchner “critica” al FMI para respaldar a Massa y el ajuste

Deschavó que Máximo Kirchner es quien arrimó al hoy ministro de Economía.

Cristina Kirchner.

“El programa con el Fondo es un programa inflacionario”, dijo Cristina Kirchner este jueves 18 de mayo en el programa Duro de Domar (C5N). En la misma intervención, señaló que Sergio Massa, su ministro de Economía, “agarró una papa caliente”, y que “Máximo (Kirchner) fue el nexo que permitió que Sergio se sumara al espacio”. Su apoyo a Massa convierte su “crítica” al carácter inflacionario del acuerdo con el FMI en una impostura.

Kirchner utilizó su regreso a la televisión para intentar desligarse del fracaso estrepitoso del gobierno que ella misma armó y de su responsabilidad en la bancarrota económica y social de Argentina, un país donde el salario se desploma cada vez más, la inflación anual superó el 100% y la pobreza está por encima del 40%. La vice es consciente de que esta situación la deja sin chances electorales, por eso depone su candidatura.

Su fuerza política, el kirchnerismo, tiene un papel prácticamente mayoritario en el Poder Ejecutivo. Por ejemplo, La Cámpora dirige la Anses aplicando una política de destrucción de las jubilaciones, que están perdiendo brutalmente contra la inflación. La mayoría de los jubilados son indigentes; no por nada muchos de ellos se ven obligados a recurrir a comedores populares para alimentarse. También tiene funcionarios en la Secretaría de Energía, que aplican los tarifazos y el recorte de subsidios.

“El FMI es una dificultad que tenemos que superar. Ellos toman el timón y esto trae consecuencias”, dijo Kirchner. Su planteo para superar esta dificultad es “revisar el acuerdo”, o sea, respetarlo. Con todo, el timón del Estado lo está manejando el Frente de Todos y desde allí implementa la política fondomonetarista: tarifazos, devaluación, aumento de los servicios, destrucción del salario y las jubilaciones, etcétera. Se trata de un programa de ofensiva contra la clase obrera en beneficio del capital imperialista y de la burguesía nacional.

En su alocución, CFK dijo que la inflación es un producto de las altas tasas de interés, y de la deuda, la cual, según se desprende de su relato, apareció mágicamente en el gobierno de Mauricio Macri. Y afirmó que bajo sus mandatos como presidenta, la inflación fue resultado de una “puja distributiva”, es decir, del hecho de que los empresarios aumentaban los precios para incrementar sus ganancias, en parte como compensación por mejoras salariales. Se trata de una idea patronal y reaccionaria.

La “puja distributiva” es inherente a un régimen de explotación en el cual el capital se valoriza apropiándose del trabajo (ajeno) de la mayoría de la población. Bajo esta dinámica no se puede evitar el surgimiento de luchas y conflictos. El planteo que subyace detrás de lo que dice CFK es que habría que alcanzar una armonía entre los intereses de los obreros y los patrones para que las pujas no lleven a subas de precios; así, la vice convalida de manera indirecta la típica concepción empresarial mencionada. En la práctica, el intento de “conciliar” esos intereses de clase contradictorios se traduce en la política que está desenvolviendo la burocracia sindical peronista, a saber, el boicot de las luchas obreras (mientras firma paritarias a la baja).

Cristina Kirchner, asimismo, despotricó contra Macri por haber contraído la deuda con el FMI ocultando que ella siempre estuvo a favor de reconocerla integralmente y que ahora el gobierno que ella integra se sigue endeudando en moneda dura simplemente para financiar la corrida al dólar y la fuga de capitales. Los gobiernos kirchneristas (2003-2015) han rescatado una deuda externa que valía centavos, mantenido el estatus semicolonial del país. En 2015, Cristina dejó una deuda de 244.000 millones de dólares. El “desendeudamiento” K es simplemente otro capítulo en la extensa obra de la mitología peronista.

CFK no propone nada alternativo a respetar el acuerdo con el FMI, rechaza romper con él en función de desconocer la deuda fraudulenta. El programa con el Fondo, en todos los países donde se aplicó, trajo consigo un deterioro de las condiciones de vida de la clase trabajadora. En Ecuador y Colombia hubo rebeliones populares contra los planes de austeridad del FMI y los gobiernos que los aplicaron.

Cristina, al igual que el resto de los políticos capitalistas como Bullrich y Milei, es una enemiga de los trabajadores. La izquierda debe delimitarse de toda esta lacra y organizar a la clase obrera en la perspectiva de tomar el poder.