Políticas
18/7/2025
Ecos del peronismo unido en la provincia de Buenos Aires
Trumpistas en “Fuerza Patria”.

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Moreno.
"Principios y Valores", el sello de Guillermo Moreno, es parte del llamado "peronismo unido" en la provincia de Buenos Aires. Según el exsecretario de Comercio Interior de Cristina Kirchner, el acuerdo es para las elecciones de septiembre, de octubre y para construir un programa que le permita al peronismo "gobernar por 30 años". Por marginal que sea el aporte electoral de Moreno -quien viene haciendo zapa elección tras elección-, su acuerdo va más allá del menguado caudal de votos que dice tener.
El propio Guillermo Moreno sabe que poco y nada va a tocarle en el reparto de candidaturas en medio de la feroz interna entre el kirchnerismo de Máximo y Cristina, el Movimiento al Futuro (MDF) de Axel Kicillof y el Frente Renovador de Sergio Massa. Se habla de un 62% de cargos seccionales y municipales para el tándem Máximo-Massa, y de un 38% para el MDF del gobernador. Una posición en minoría del kicillofismo, fuertemente resistida por los intendentes del MDF que van a jugar como candidatos testimoniales en sus distritos. A Moreno, un partidario de "dar vuelta la página" en materia de derechos humanos, lo quieren adentro como una garantía extra de que una eventual vuelta del peronismo al gobierno dejará de lado todo relato "progresista" al que Cristina le achaca ser "piantavotos".
Fue Cristina Kirchner la que, desde su prisión domiciliaria, alardeó con que "ya me van a venir a buscar", en obvia referencia a los capitalistas que hoy apoyan a Javier Milei. Claro está que eso no es gratuito y empuja al peronismo a la derecha en el plano político, económico e internacional. Todavía resuenan las amenazas de Juan Grabois contra los docentes y médicos que van a la huelga, acusándolos de "traidores a la patria". La reforma laboral y el ataque al derecho de huelga son instrumentos de la política ajustadora de Axel Kicillof, que descuenta los paros, precariza a docentes y estatales y paga puntualmente la usurera deuda externa bonaerense.
Moreno se presenta como un "ambulanciero" capaz de traer al redil a todos los peronistas tránsfugas que se fueron en su momento con Macri y que apoyaron la Ley Bases de Milei, empezando por un derechista declarado como Pichetto. Un salvavidas también para los gobernadores peronistas que pactan con Milei y a quienes Guillermo Moreno presenta como víctimas de la extorsión libertaria. La "unidad del peronismo" que proclama Moreno tiene destinatarios que -hoy por hoy- le son esquivos, empezando por Miguel Ángel Pichetto, a quien el panelista de C5N ensalza como un cuadro "muy valioso", a pesar de que fuera candidato a vicepresidente de Macri en 2019 y que apoyara al PRO en la provincia de Buenos Aires en 2023. El bloque de Pichetto en el Congreso votó las leyes mileístas y apoyó el acuerdo con el FMI.
A mediados del año pasado, Guillermo Moreno hizo ruido convocando a dos reuniones de los "equipos económicos del peronismo". El cónclave, del que participaron quintas líneas de Kicillof, del kirchnerismo, el Frente Renovador, Patria Grande y el Movimiento Evita, fue calurosamente festejado por C5N, el streaming Gelatina y otros medios radiales peronistas. De marginal a celestino de la unidad peronista sin escalas. La nota fue la presencia en esta reunión de representantes de Pichetto. Por esos mismos días, Moreno proclamaba a los cuatro vientos que estaba construyendo un armado para "recuperar al peronismo de la socialdemocracia".
La afinidad de Moreno con Pichetto tiene un hilo conductor que los lleva a Victoria Villarruel, la vicepresidenta de Javier Milei. Recientemente, Pichetto "desmintió" haberse reunido con Villarruel para armar una alternativa de cara al 2027. La hoy caída en desgracia en el mundo libertario hizo carrera como defensora de los genocidas y reivindicando la "lucha del ejército contra la subversión". A esta apologista de la dictadura y del genocidio de Estado, Guillermo Moreno la califica de "militante del movimiento nacional". Los coqueteos vienen desde la propia asunción del "libertario", cuando Moreno abogaba por una "salida institucional" con Villarruel como relevo de Milei. En abril de este año, y a medida que crecían los choques de palacio, Guillermo Moreno volvió a la carga con la "peronización" de Villarruel. La "piba" -como la llama afectuosamente Moreno- representa el voto de la "familia militar" y de la derecha católica y antiabortista, que ve con desconfianza las "relaciones carnales" del gobierno con las iglesias evangélicas.
En una entrevista radial de esta semana -recogida por Perfil-, Moreno volvió a reivindicar el "modelo nacional" de Donald Trump en oposición al liberalismo de Javier Milei. Guillermo Moreno le reprochó al gobernador bonaerense ser "contradictorio" cuando critica a Milei por su alineamiento con el presidente norteamericano, siendo que "Donald Trump es más peronista que el propio Kicillof". Poniéndose la camiseta trumpista, el inefable Moreno aplaude el proteccionismo y la política arancelaria del principal promotor de la explotación y opresión de los pueblos del mundo. Una involución brutal -incluso- con respecto a los viejos nacionalistas burgueses que denunciaban al proteccionismo imperialista como una política de saqueo y dominio de los países coloniales y semicoloniales en el marco de la división internacional del trabajo. El trumpismo de Moreno y del peronismo es funcional a Milei y a la derecha.
En el citado reportaje, el "doctrinario" Moreno ubica a China como el enemigo principal, esta vez para atacar los acuerdos económicos entre Lula y el gobierno chino como una amenaza estratégica para la "seguridad del continente". Guillermo Moreno critica los acuerdos económicos de Lula con la "China depredadora", copiándole el discurso a Trump. De la "tercera posición" al alineamiento con el imperialismo yanqui, socio del Estado genocida sionista. A esto se refiere cuando habla de un proyecto para "los próximos 30 años". El "Trump peronista" es parte del discurso de Cristina y del kirchnerismo, reivindicando el nacionalismo reaccionario y guerrerista de las potencias imperialistas.
Como Moreno, CFK también afirma que Donald Trump defiende al obrero norteamericano, sin importarle las cacerías y deportaciones masivas de migrantes, que están provocando rebeliones populares en los EE.UU. En los próximos "30 años" de Moreno están ausentes por completo las tendencias cada vez más brutales a una guerra mundial. Trump enfila todos los cañones contra China mientras se vale del Estado sionista para imponer una reorganización general del Medio Oriente. Nadie ha escuchado a los dirigentes de "Fuerza Patria" denunciar el genocidio del Estado de Israel y mucho menos participar de las movilizaciones en defensa de Gaza y por una Palestina Libre "desde el río hasta el mar".
El ubicuo Moreno bajó el tono de las críticas a sus aliados de "Fuerza Patria" en un acto que combina el oportunismo con la supervivencia política. La derrota del peronismo en 2023 la atribuye al "socialdemócrata" Alberto Fernández, un exabrupto ridículo que le sirve para rescatar a Sergio Massa, el fracasado excandidato de Unión por la Patria y hoy CEO de un fondo de inversión norteamericano. Veremos después del cierre de listas qué lugares ocupa Guillermo Moreno, y con él otros pesos pesados de la derecha peronista como Sergio Berni, exministro de Seguridad de Kicillof.
"Fuerza Patria" es el tren fantasma de ajustadores como Kicillof, los viejos y nuevos barones del conurbano, de las burocracias sindicales y de "villarruelistas" y "pichettistas" como Guillermo Moreno. El voto al Frente de Izquierda Unidad es un acto de clarificación política imprescindible.
